3 de noviembre de 2011
Esta mañana cuando me senté para escribir esta nota, leí sobre otro caso de auto-inmolación en el Tíbet hoy. Esta vez, una monja de 35 años de nombre Palden Choetso, de la ciudad de Tawu en la parte este del Tíbet, se prendió fuego a sí misma, para protestar contra la actual represión de las autoridades chinas, sobre los tibetanos en Tíbet.
Este y otros casos de auto-inmolación en Tíbet acompañados de la actual represión brutal de los tibetanos por parte de las autoridades chinas, han preocupado a mucha gente en Latinoamérica al igual que en otras partes. Aunque los periódicos más importantes en América Latina están mudos sobre el tema, focalizándose en cambio en cuestiones regionales y otros asuntos internacionales también importantes, ha habido crecientes discusiones sobre el tema y la situación dentro de Tíbet, en foros de las redes sociales –Facebook, Twitter, Qué Pasa- tanto en español como en portugués.
Con esto como telón de fondo, la participación en acciones solidarias con el Tíbet en la región latinoamericana ha crecido en forma alentadora este año, si la comparamos con el pasado. Uniéndose ala Acciónde Solidaridad Mundial para Salvar Vidas Tibetanas, han tenido lugar variadas acciones en 16 ciudades, desde el 30 de octubre al 2 de noviembre, siendo esas ciudades: Florianópolis, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro y San Pablo, en Brasil; Aguascalientes, Ciudad de México, Guadalajara, Morelia, Monterrey y Querétaro, en México; Buenos Aires en Argentina; Montevideo en Uruguay; Santiago en Chile; Bogotá en Colombia y San José en Costa Rica.
Una doctora uruguaya que ejerce en Buenos Aires, dijo que ella no puede soportar la injusticia y por eso simpatiza con los tibetanos, particularmente con los que están dentro de Tíbet. Ella dijo: “No importa si otros toman la iniciativa o no, yo voy a hacer algo para protestar contra esta injusticia”. Organizó una acción solidaria en Buenos Aires el 30 de octubre. Desafortunadamente, el clima no le fue favorable y un intenso viento que levanto polvareda esa tarde en la capital argentina, le impidió exponer adecuadamente los materiales que había llevado para dar marco a su manifestación. Un destino similar compartieron los partidarios en Río de Janeiro, donde ellos tuvieron que cancelar la vigilia frente al consulado chino a último momento, debido a una pesada lluvia que azotó la ciudad el 2 de noviembre.
Un espíritu similar a la de la médica uruguaya, fue exhibido por otra amiga en Bogotá. Ella dijo: “Más allá de que otros se unan o no, nosotros debemos estar allí, frente a la embajada china para expresar nuestro disgusto en una pacífica, digna y no-violenta manera”. El 2 de noviembre, ella junto a otras personas, en total 25 amigos y partidarios, se pararon en forma silenciosa frente a la embajada china en Bogotá cuando abrió la oficina a las 10 de la mañana, portando pancartas escritas a mano y sus bocas cubiertas simbolizando el silencio forzado de los tibetanos en Tíbet. En dos ocasiones, el personal de la embajada enfrentó a los participantes de la vigilia, buscando asistencia de la policía, para persuadirlos de que se fueran. Pero ellos se pararon allí como rocas, sin prestar atención a dichos reclamos.
Con la misma determinación, amigos y partidarios en Santiago de Chile, también realizaron una vigilia en el exterior de la embajada china, llevando banderas tibetanas y pancartas pidiendo por la libertad del Tíbet. Aunque había un número considerable de policía chilena durante el evento, ellos no perturbaron la vigilia.
En Montevideo, los coordinadores de la acción solidaria tuvieron que considerar seriamente la elección del lugar de la actividad, la opción era entre el frente de la embajada china o el centro de la ciudad donde podía haber una mayor audiencia. Racionalmente ellos decidieron hacerlo en el centro de la ciudad lo que posibilitaría al grupo llegar y educar a más gente y en última instancia, fortalecer la posibilidad de actividades en el futuro. Alrededor de veinte partidarios estuvieron en el lugar durante las dos horas de la vigilia, mientras otros iban y venían conversando con la gente y entregando volantes.
En México, tomando ventaja de la importante celebración nacional del “Día de Muertos”, dedicada a hacer ofrendas a los difuntos, jóvenes llenos de energía del grupo “Pensando en Tíbet” y otros partidarios en cinco ciudades, elaboraron ofrendas de flores y velas en sus respectivas ciudades para aquellos que han sacrificado sus vidas en Tíbet protestando contra la brutalidad china y llamando la atención internacional sobre la situación en Tíbet. Fotos de los difuntos fueron cuidadosamente reemplazadas del lugar de la ofrenda con lecho de hermosísimas flores; y una leyenda “Tributo ala No-Violenciapara Salvar al Tíbet” se hacía visible con bellísimas flores cempasuchil (la flor de los muertos) y velas.
En orden de atraer una adecuada atención de los espectadores, coloridas banderas hechas de papel fueron desplegadas junto con la bandera del Tíbet. Para sorpresa de los organizadores, esta nueva forma de demostrar su solidaridad con el Tíbet, atrajo una atención sin precedentes y facilitó muchos diálogos y comunicaciones necesarios. En Aguascalientes, la tierra de aguas termales en el centro de México, una sola partidaria del Tíbet aprovechó el festival para llegar a los participantes del festival local y educarlos, vistiendo una remera con la inscripción Free Tibet y portando una bolsa con la misma inscripción, al tiempo que portaba una cartel mostrando su mensaje.
Junto con este modo innovador, los miembros de PET en la ciudad de México elaboraron un muy presentable memorando, que remitieron separadamente a la embajada dela RepúblicaPopularde China en México y al ministerio de Relaciones Exteriores, en un modo digno y profesional. Mientras hacían esto, ellos se aseguraron que los funcionarios respectivos, acusaran recibo de cada memorando. Todo este ejercicio dio a los miembros nueva confianza, nueva experiencia y enseñó una nueva forma de llevar a cabo el movimiento de ahora en más.
También en Brasil, amigos y partidarios tomaron en cuenta la situación local y con maneras innovadoras mostraron su solidaridad con el pueblo tibetano. En San Pablo y Porto Alegre, los partidarios organizaron un grupo de meditación abierta, en una intersección de la ciudad o en una plaza para atraer la atención sobre la situación dentro de Tíbet.
En Florianópolis, estado de Santa Catarina, conocida por ser una hermosa ciudad al lado del lago, los miembros del “Centro de Cultura Tibetana” organizaron una caminata pacífica de unos pocos kilómetros, a lo largo del lago, en la senda para peatones, popularmente usada por locales y turistas. De esta caminata participaron más de 40 personas, y concluyó enla PlazaLagoada Conceição con una vigilia con velas encendidas. De modo similar, en Recife en el noreste de Brasil, alrededor de 40 partidarios y amigos tomaron parte en una caminata pacífica en solidaridad con el Tíbet, seguida de una meditación.
Del mismo modo, partidarios y amigos de San José de Costa Rica, organizaron una manifestación para mostrar allí, la solidaridad con el pueblo tibetano.
Es dable señalar que tanto en México como en Brasil, los medios de comunicación locales cubrieron favorablemente, las acciones de solidaridad con Tíbet.
Las formas de acción pueden haber diferido, según la situación local y el entorno, pero el lazo unificador de todas ellas fue la resolución y la determinación de defender la libertad y la justicia en una forma pacífica, no violenta y digna, así como la convicción de que la supervivencia del Tíbet es crucial para la supervivencia de la cultura de paz y no-violencia en el mundo que todos compartimos.-
Tsewang Phuntso