Rompiendo sus votos, los monjes jóvenes se están auto-inmolando
Por Andrew Buncombe en Delhi y Saransh Sehgal en Dharamsala
The Independent
Lunes, 10 de octubre de 2011
El joven monje se sienta en la parte delantera de un camión, la piel de su pecho está quemada y manchada.
Mientras la cámara graba, se puede ver que también su cabeza está muy quemada. Hay manchas rosadas en su cuerpo donde la piel parece haber desaparecido por completo y la carne está expuesta. El joven no parece emitir ningún sonido.
Lobsang Phuntsog, un budista tibetano de Ngaba, se prendió fuego en la tarde del 16 de marzo de este año en protesta por la de la ocupación continuada de su patria por China.
Después de una pelea entre monjes y la policía, el joven, que se cree tiene 21 años, fue llevado al hospital. Murió a causa de sus quemaduras a la mañana siguiente, alrededor de las 3am.
Sus acciones aquel día, después de que fue capturado en video por “The Independent”, fue el primero de una serie de autoinmolaciones al este del Tíbet, que ahora se han convertido en nada menos que una ola. En las últimas dos semanas, se sabe que por lo menos cinco jóvenes tibetanos se prendieron fuego, un episodio macabro y notablemente nuevo episodio en la lucha por la autonomía, y una táctica que podría obligar a las autoridades chinas a revisar su comportamiento.
“Los monjes están tomando medidas extremas, enviando mensajes al mundo sobre la realidad y la situación en el Tíbet”, dijo Kusho Kanyag Tsering, monje que huyó del Tíbet cuando era niño y que ahora vive en Dharamsala, en el norte de India. “Ellos dan sus vidas para mostrar el sufrimiento del pueblo tibetano. Pagan con sus vidas por las cosas que esperan y quieren -libertad y justicia”.
Seis de las siete inmolaciones que se han registrado este año se han centrado en el monasterio Kirti en Ngaba, la ubicación de una ruidosa protesta anti-China que hicieron los monjes en la primavera de 2008, y a quienes los chinos abatieron con fuerza. Muchos monjes fueron asesinados. Desde entonces, las autoridades han reforzado la seguridad y han puesto en práctica medidas, que los monjes dicen, paraliza su forma de vida. Mensajes e imágenes de contrabando fuera de la región se pasan a colegas en Dharamsala, sede del gobierno tibetano en el exilio y hogar por más de medio siglo del líder espiritual del movimiento, el Dalai Lama; lo cual sugiere que varios miles de monjes han sido sometidos en el monasterio en los últimos meses, y que los restantes luchan para llevar a cabo sus rituales religiosos acostumbrados. Los monjes se han visto obligados a participar en la “Re-educación Patriótica” conducida por funcionarios chinos.
“Las políticas van en contra de formas tradicionales de los monjes, por lo que se sienten frustrados y se ven obligados a realizar este acto”, dijo Lobsang Yeshi, un monje superior de uno de los complejos hermanos del monasterio de Kirti, establecido en Dharamsala. “Hoy en día, casi un día sí y un día no, estamos escuchando noticias de la trágica situación del monasterio.”
Las inmolaciones más recientes tuvieron lugar el pasado viernes cuando dos ex monjes adolescentes de Kirti se prendieron fuego en una calle principal en Ngaba. De acuerdo a la información recopilada por la Campaña Internacional por el Tíbet (ICT por sus siglas en inglés), Choephel de 19 años de edad y Kayang de 18 años; -otros informes les dan nombres diferentes- se tomaron de las manos antes de tirarse al fuego. Las llamas que envolvieron a los dos hombres, que se reportó habían sido despojados de sus hábitos por las autoridades chinas a principios de este año, fueron reducidos por las fuerzas de seguridad; y los dos adolescentes fueron trasladados al Hospital Popular del Condado de Ngaba. No hay detalles confirmados sobre su condición y hay informes que uno de ellos podría haber muerto.
Kate Saunders, portavoz de la ICT con sede en Londres, dijo que los reportes del Tíbet sugerían que en los días previos a que los dos jóvenes actuaran, se habían encontrado folletos distribuidos en la ciudad. Advirtieron que si las acciones chinas continuaban que “más gente estaría dispuesta a renunciar a su vida en señal de protesta”. La Sra. Saunders dijo: “Esto se ha convertido en una lucha de vida y muerte. Se trata de pura supervivencia”.
El incidente del viernes fue seguido por un evento similar hace una semana cuando Kalsang Wangchuk, un monje de 18 años de edad, de Kirti, se prendió fuego cerca de un mercado de verduras en Ngaba, llamado Aba por los chinos. Se dice que él sostenía una fotografía del Dalai Lama y que gritaron consignas y se prendió fuego, al parecer incurriendo en graves quemaduras en el pecho antes que las llamas se extinguieran. Antes de eso, dos jóvenes monjes del monasterio, Lobsang Kalsang y Konchok Lobsang, se cree que de 18 o 19 años de edad se prendieron fuego el 26 de septiembre. Se reporta que ellos agitaron una bandera tibetana y que cantaron “Amor a la vida del Dalai Lama”. Los activistas dijeron que se desconoce su situación y ubicación.
Mientras que la oleada de inmolaciones se ha centrado en Kirti, en agosto, Tsewang Norbu de 29 años de edad, bebió gasolina, se roció a sí mismo y se prendió fuego en Tawa, situado a unas 100 millas de Kirti. En esa ocasión, se escuchó al monje gritar diferentes consignas tales como “Nosotros los tibetanos queremos la libertad” y “¡Larga vida al Dalai Lama” antes de encender la llama. Se cree que falleció en la escena.
Los observadores creen que las autoinmolaciones representan un nuevo capítulo distinto en la lucha de los tibetanos contra el dominio chino, que ha continuado desde que Beijing tomó el control después de1950. Con la excepción de un incidente en Nueva Delhi en 1996 y otra en el Tíbet hace dos años – también en Kirti, no hay antecedentes conocidos de la auto-inmolación, y el suicidio está profundamente mal visto.
“Ahora es evidente que hay muchos valientes tibetanos jóvenes que están decididos a llamar la atención mundial a una de las mayores y más antiguas crisis de los derechos humanos en el mundo, sin importar el costo”, dijo Stephanie Brigden, directora de “Free Tibet”, un grupo que realiza campañas. “Los tibetanos están compartiendo las noticias sobre esto en las salas de chat en línea, y de boca en boca; las imágenes se intercambian a través de mensajes de texto, los tibetanos están determinados que estos actos no pasen desapercibidos.”
Si las inmolaciones continúan, representarán un desafío no sólo para las autoridades chinas, que no han hecho ningún comentario sobre los incidentes más recientes, a la más amplia comunidad tibetana. Durante sus años tanto como líder espiritual y político de los budistas del Tíbet, el último cargo que entregó a un primer ministro electo a principios de este año; el Dalai Lama siempre ha promovido un moderado, no violento “camino medio”.
Anoche, un portavoz del Premio Nobel dijo que él estaba plenamente consciente de las inmolaciones y “preocupado”, pero que aún tenía que hacer una declaración pública.
Pero Ogyen Trinley Dorje, el Karmapa, la tercera figura más alta jerarquía en la comunidad budista tibetana, ha hablado sobre el tema. Recientemente dijo a la revista Time: “Los monjes hacen un voto que dice que no se les permite poner fin a sus vidas. Pero por otro lado, estas acciones no se hacen por una persona, se hacen por un pueblo”.
Más allá de los motivos inmediatos, los expertos dicen que los tibetanos están cada vez más frustrados y molestos por la intrusión en su cultura en el Tíbet y a la falta de progreso en las conversaciones con funcionarios chinos. Los ataques personales sobre el Dalai Lama que hizo que aumentara la frecuencia desde 1994, también causan ansiedad.
Sin embargo, parece probable que la causa más directa de las inmolaciones es el comportamiento reciente de China en Kirti y en otros lugares. Robert Barnett, Director de la Programa de Estudios Modernos del Tíbet de la Universidad de Columbia en Nueva York, dijo: “Ciertamente es algo nuevo, no hay duda al respecto. No hemos visto ningún precedente de esto. Este es un nuevo cambio.”
Desde ya, las inmolaciones que son profundamente inquietantes para la comunidad tibetana y sus partidarios están teniendo repercusiones. Más de una docena de jóvenes tibetanos fueron arrestados ayer cuando protestaban frente a la embajada china en Nueva Delhi. En Dharamsala mientras tanto, ha habido vigilias con velas encendidas.
Lobsang Wangyal, un empresario tibetano que vive en la ciudad en las colinas del Himalaya, habló sobre lo que estaba sucediendo en el Tíbet: “Es un acto desesperado por las personas que están sufriendo en el Tíbet. Sólo refleja el fracaso total de las políticas del gobierno chino. Los monjes sólo están pidiendo cosas simples – poder orar y vivir con su propia cultura”.
Traducido al español por Lorena Wong.