Buenos Aires, 13 de septiembre de 2011, Su Santidad el Dalai Lama llegó ayer por la tarde a Buenos Aires, la capital de Argentina, después de volar durante 9 horas desde la Ciudad de México. Fue recibido en el aeropuerto por los oficiales de protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, así como por el Prof. Horacio E. Araujo (Lama Sangye Dorye), Lama Rinchen, y otros miembros de la Choeling Thekchen Kagyu, uno de los dos anfitriones de la visita en Argentina.
Más tarde, cuando Su Santidad llegó al Hotel Four Seasons, fue recibido por los miembrosdel Centro Budista Dongyuling (Drukpa Kagyu), segundo anfitrión de la visita, y muchos simpatizantes.
La mañana del 14 de septiembre), Su Santidad tuvo una reunión de una hora con los medios de comunicación argentinos. Más de 25 personas representantes de diversos medios de comunicación asistieron a la reunión de prensa. Durante la misma Su Santidad dijo a los medios de comunicación que había llegado a la Argentina por invitación de muchos de sus amigos, y que el principal objetivo de su visita era compartir sus dos compromisos de vida -promover los valores humanos básicos como un ser humano, y promover la armonía entre las diversas tradiciones religiosas, como una persona espiritual y budista.
Su Santidad dijo a los medios de comunicación que ellos tienen la misma responsabilidad de promover y crear conciencia acerca de estos valores humanos básicos y que deben informar de manera objetiva, con honestidad y sinceridad sobre los problemas sociales, con el fin de beneficiar a la sociedad en general. Agregó que en muchas partes del mundo, la corrupción ha llegado a ser como un nuevo cáncer y que los que se involucran en esa práctica no saludable, no lo admiten. Por lo tanto, dijo, que era el papel de los medios el investigar e informar acerca de estas prácticas insalubres con sinceridad y honestidad para proteger los intereses de una sociedad.
Más tarde Su Santidad respondió varias preguntas planteadas por los periodistas de los medios de comunicación, que iban desde la forma de incorporar los valores budistas en la vida de cada uno, hasta cuál era la forma de adaptar el budismo a las diferentes culturas, y sobre la democratización de la comunidad tibetana en el exilio.
Al responder a la pregunta sobre la democratización de la comunidad tibetana, Su Santidad dijo que se había dado cuenta de varias fallas en el sistema de gobierno del Tíbet cuando era niño y por lo tanto, hizo serios intentos de reformar el sistema a inicios de 1952. Más tarde, después de irse al exilio en 1959, dijo, se introdujo poco a poco un sistema democrático en la comunidad tibetana y en última instancia en el año 2002, los tibetanos lograron elegir directamente al líder del ejecutivo (Kalon Tripa).
Por diez años desde que el pueblo tibetana asumió una mayor responsabilidad y ha alcanzado una madurez política; entonces es que pensó que era el momento adecuado para que él devolviera completamente su autoridad administrativa y política a los dirigentes elegidos. No sólo les devolvió la autoridad política, dijo Su Santidad; que con orgullo, alegría y sinceridad puso fin a la dirección temporal de la institución de 400 años de los Dalai Lamas.
Al final de la conferencia de prensa, a Su Santidad se le unió el argentino Nobel de la Paz, el Sr. Pérez Esquivel. Después de cumplir con la prensa, Su Santidad tuvo un encuentro privado y compartió un almuerzo con el Sr. Pérez Esquivel y los miembros de su familia.
Su Santidad también se reunió con la congresista argentina Dra. María Laura Leguizamón y los miembros de su familia.
Por la tarde, Su Santidad partió hacia Auditorium Coliseo, donde pronunció una conferencia para 2,000 personas con el tema “Transformando a los Jóvenes para un Mundo Mejor”. La mayoría de la audiencia eran jóvenes.
En su discurso, Su Santidad dijo que el siglo 21 pertenece a los jóvenes, especialmente a aquellos que se encuentran actualmente en el grupo de edad de 30 años y menos. A fin de que el siglo 21 sea más pacífico, más estable y más armonioso, Su Santidad dijo que la responsabilidad recae en los jóvenes.
Advirtió que la educación por sí sola no puede traer la paz interior y la felicidad, y agregó que la bondad y la compasión son cruciales para lograr la paz interior y la felicidad. Con el fin de hacer una contribución significativa al desarrollo y al progreso de una sociedad, dijo, un joven individuo debe asumir la más seria responsabilidad.
Agregó que nadie de fuera va a venir a limpiar la sociedad y por lo tanto, hay que tomar la iniciativa personal en este sentido. Su Santidad respondió a las preguntas formuladas por personas a través de Internet, así como también a las formuladas por las que físicamente asistieron a la conferencia.