La novena Conferencia Internacional de Grupos de Apoyo al Tíbet (GAT) se celebró del 22 al 25 de febrero de 2024 en Bruselas, capital de la Unión Europea, con más de 170 delegados de 40 países de todo el mundo, entre ellos el Director General de CADAL (Argentina).
Desde la última reunión de los GAT en Dharamsala en 2019, hemos visto una mayor comprensión de la amenaza de China a la paz y la seguridad mundiales. Esto ha aumentado las oportunidades de incidencia política para resolver el conflicto entre el Tíbet y China. Con este objetivo, los participantes en la Conferencia celebraron las victorias de la campaña y los hitos alcanzados, muchos de los cuales se identificaron como prioridades en el Plan de Acción de Dharamsala de 2019: la aprobación en 2024 de la ley bipartidista Resolve Tibet Act en la Cámara de Representantes de Estados Unidos; la resolución del Parlamento Europeo de 2023 en la que se pide el fin inmediato del represivo sistema colonial de internados en el Tíbet; la duplicación de los gobiernos que se pronuncian a favor del Tíbet en el 4° Examen Periódico Universal (EPU) de China en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU; las crecientes declaraciones de preocupación y condena de las políticas y prácticas de China en el Tíbet por parte de los principales comités y relatores especiales de la ONU; el boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 de China; el cierre de cientos de Institutos Confucio en todo el mundo; la cancelación de inserciones propagandísticas patrocinadas por la RPC en los principales medios de comunicación; y la reciente decisión de Thermo-Fisher de dejar de vender kits de pruebas de ADN en Tíbet.
En un mundo profundamente traumatizado por los conflictos violentos, la Conferencia expresó su respeto y admiración por el continuo compromiso del pueblo tibetano con la no violencia y la democracia en su lucha de décadas por la libertad y los derechos humanos, bajo la guía de Su Santidad el Dalai Lama.
Los participantes expresaron su firme convicción de que la defensa no violenta para resolver el conflicto entre Tíbet y China debe ser una prioridad de la comunidad internacional, y declararon su profundo compromiso con este objetivo aumentando el nivel de colaboración estratégica con los movimientos que luchan por sus derechos humanos y su libertad, incluidos los valientes habitantes del Turkestán Oriental, Mongolia Meridional, Hong Kong y Taiwán, así como los innumerables defensores chinos de los derechos humanos y la democracia, especialmente la nueva generación de activistas inspirados por la Revolución del Libro Blanco.
La Conferencia se basó en las diversas capacidades, experiencias y perspectivas, así como en el sentido de propósito común, de los GAT de todo el mundo. Entre los participantes en la Conferencia hubo muchas personas que han seguido comprometidas con el Movimiento por la Libertad de Tíbet desde que las protestas sacudieron Tíbet en 1987, y que ahora ayudan a formar y orientar a una nueva generación de activistas tibetanos cualificados y dedicados en Europa, América, Asia y Australasia, representados en esta Conferencia por docenas de jóvenes comprometidos. Asimismo, acogió con satisfacción la participación de activistas que trabajan en favor de Turkestán Oriental, Mongolia del Sur, Hong Kong y Taiwán, y expresó su solidaridad con nuestro objetivo común de libertad y justicia.
Los asistentes se motivaron con el mensaje de Su Santidad el Dalai Lama a la Conferencia, incluida su declaración: “Siempre he creído que nuestros partidarios no son pro-tibetanos, sino pro-justicia”. Él es, y siempre será, una inspiración para los GAT.
Rigzin Genkhang, Representante de la Oficina del Tíbet en Bruselas, dio la bienvenida a todos los participantes en la Conferencia. La Conferencia también escuchó con agradecimiento los comentarios de Mikulas Peksa, Presidente del Grupo de Interés por el Tíbet del Parlamento Europeo, y del Prof. Hans Gert Pöttering, antiguo Presidente del Parlamento Europeo, así como de Khenpo Sonam Tenphel, Presidente del Parlamento Tibetano en el Exilio, del Senador Eustache-Brinio, Presidente del Grupo Parlamentario Francés por el Tíbet, y de Norzin Dolma, Kalon, Departamento de Información y Relaciones Internacionales de la Administración Central Tibetana.
En su discurso de apertura, Sikyong Penpa Tsering reiteró el compromiso de la Administración Central Tibetana con la Política de la Vía Media, al tiempo que expresó la necesidad de hacer hincapié en el estatus histórico de Tíbet como país independiente para contrarrestar la falsa narrativa china sobre la historia tibetana y añadir valor a la Política de la Vía Media.
La Conferencia escuchó con honda preocupación los informes que detallan la represión continuada de los derechos humanos en el Tíbet. La Conferencia destacó el esfuerzo sistemático del Gobierno chino por erradicar la identidad nacional y cultural propia del Tíbet a través de su sistema de internados coloniales, en los que tres de cada cuatro alumnos tibetanos, de tan sólo cuatro años de edad, son separados de sus padres y se les niega la oportunidad de ser educados en su propia lengua y cultura. La Conferencia condenó los esfuerzos en curso para suprimir la libertad religiosa en Tíbet, incluido el intento de controlar el proceso de reconocimiento de las reencarnaciones.
La Conferencia reiteró que el pueblo tibetano tiene derecho a gestionar sus propios asuntos religiosos. Sólo Su Santidad el Dalai Lama, y las personas a las que confía, tienen derecho a decidir el proceso de reconocimiento de su reencarnación. La Conferencia exige la liberación inmediata de todos los presos políticos tibetanos, incluido el Panchen Lama, que fue sometido a desaparición forzada por las autoridades chinas a la edad de seis años. Condena la detención y el maltrato de todos los tibetanos que defienden los derechos humanos, incluido el reciente caso de Gonpo Kyi.
La Conferencia toma nota con alarma de la detención ilegal de más de 1.000 tibetanos en Dege en los últimos días por protestar pacíficamente contra un proyecto de presa, que provocará su reasentamiento forzoso y la destrucción de varios monasterios. Se pidió la liberación inmediata de todos los detenidos y el fin de todos los reasentamientos forzosos de tibetanos rurales.
La Conferencia manifestó profundamente preocupación por el devastador impacto de las políticas chinas sobre el frágil y vital medio ambiente del Tíbet, especialmente el represamiento de los ríos asiáticos, las prácticas mineras destructivas y el asentamiento coercitivo de nómadas, todo lo cual agrava la crisis climática y la destrucción medioambiental en la meseta tibetana, desestabilizando muy probablemente la seguridad regional. La conferencia hace un llamamiento a la comunidad internacional para que reconozca su responsabilidad colectiva en el bienestar y la integridad del frágil y globalmente importante medio ambiente del Tíbet.
La Conferencia elogió, y acogió con gran satisfacción, las declaraciones de apoyo individuales y conjuntas de gobiernos de todo el mundo que piden el fin de las violaciones de los derechos humanos del pueblo tibetano. La Conferencia agradeció a los numerosos representantes electos y funcionarios gubernamentales que siguen presionando al Gobierno chino para que cumpla las obligaciones jurídicas internacionales de respetar los derechos del pueblo tibetano y entablar un diálogo con los representantes de Su Santidad el Dalai Lama para buscar una solución mutuamente beneficiosa al conflicto entre el Tíbet y China.
Los participantes en la Conferencia reafirman su compromiso de apoyar al pueblo tibetano en su lucha por la libertad, la autodeterminación y el respeto de sus derechos humanos, así como por la protección del entorno único de la meseta tibetana, hasta que se alcance una resolución satisfactoria para el pueblo tibetano.
La Conferencia también espera celebrar el 90 cumpleaños de Su Santidad el Dalai Lama en 2025 con actividades acordes con su estatura para destacar su contribución de toda la vida al bienestar de la humanidad y del pueblo tibetano, y para difundir su mensaje de paz, no violencia y compasión.