15 de abril de 2011
La actual situación en el monasterio de Kirti en Ngaba en el noreste de Tíbet es extremadamente desalentadora debido a la confrontación entre las fuerzas militares chinas y los tibetanos locales. El monasterio, vivienda de aproximadamente 2.500 monjes, está completamente rodeado por fuerzas armadas chinas, las que en un momento dado impidieron la entrada de comida y suministros vitales al complejo monástico.
Los tibetanos locales temiendo que este sitio sobre el monasterio de Kirty sea el preludio de una detención a gran escala de los monjes, han rodeado a los soldados que bloqueaban el monasterio y han llenado los caminos como forma de impedir que los camiones y vehículos chinos puedan entrar o salir de Kirti.
El bloqueo local del monasterio de Kirti comenzó el 16 de marzo de 2011, cuando un joven monje tibetano del monasterio, trágicamente se prendió fuego a sí mismo como una forma de observar el tercer aniversario de las extendidas protestas pacíficas que estremecieron al Tíbet en 2008. En lugar de extinguir las llamas, la policía golpeó al joven monje, lo que fue una de las causas de su trágica muerte. Este acto creó un gran resentimiento entre los monjes, lo que resultó en este bloqueo masivo del monasterio de Kirti.
Estoy muy preocupado de que si esta situación continúa pueda convertirse en explosiva con catastróficas consecuencias para los tibetanos en Ngaba.
En vista de esto, insto tanto a los monjes como a los tibetanos laicos del área a no hacer nada que pueda ser usado como pretexto por las autoridades locales para una masiva represión sobre ellos.
También insto firmemente a la comunidad internacional, a los gobiernos del mundo y a las organizaciones no gubernamentales a persuadir al liderazgo chino a ejercer moderación en el manejo de esta situación.
Durante las seis pasadas décadas, el uso de la fuerza como el principal medio para tratar los problemas en Tíbet, solo ha profundizado las quejas y el resentimiento del pueblo tibetano. Yo, por lo tanto llamo al liderazgo chino a adoptar un enfoque realista y hacer frente a las genuinas quejas de los tibetanos con coraje y sabiduría y abstenerse del uso de la fuerza al manejar esta situación.-
El Dalai Lama
Lund, Suecia,