En esta auspiciosa ocasión de la celebración del ochenta y siete cumpleaños de Su Santidad el Dalai Lama, el Kashag, en nombre del pueblo tibetano de dentro y fuera del Tíbet, quisiera presentar nuestro profundo respeto ofreciendo cálidos saludos a Su Santidad, y orar para que Su Santidad permanezca como el epítome del bienestar de todos los seres sintientes durante los eones venideros.
Para los tibetanos y la gente del mundo, hoy es un día muy especial, porque en este mismo día, Su Santidad el Dalai Lama, un gran Bodhisattva y magnánimo dador de amor y compasión, nació en este mundo acosado por la codicia y el conflicto. Por lo tanto, nos gustaría extender nuestros más cálidos saludos a toda la humanidad, incluidos los tibetanos que viven dentro y fuera del Tíbet.
Al celebrar el aniversario de Su Santidad el Dalai Lama, es importante para nosotros los tibetanos reflexionar profundamente y comprender los enormes servicios que Su Santidad el Dalai Lama le ha prestado a la causa del Tíbet. La mejor manera de retribuir es mantener una buena conducta moral y llevar una vida significativa siguiendo el consejo de Su Santidad el Dalai Lama.
Cuando Su Santidad el Dalai Lama asumió el liderazgo espiritual y político del Tíbet, las fuerzas de ocupación chinas ya habían derrotado al ejército tibetano en Chamdo. A pesar de tener la tierna edad de 16, Su Santidad intentó por todos los medios posibles, una coexistencia pacífica con las fuerza chinas, durante ocho largos años y llevó a cabo oportunas reformas religiosas y políticas en Tíbet.
En ese mismo tiempo, Su Santidad el Dalai Lama recibió educación monástica de sus tutores y le fue otorgado el título Geshe Larampa, equivalente al más alto doctorado en filosofía budista, durante el Gran Festival Anual de Oración (Monlan Chenmo) en 1959. Durante el festival, el gobierno chino extendió una inusual invitación a Su Santidad el Dalai Lama para asistir a una presentación teatral en los cuarteles militares chinos. La causa principal por la que los tibetanos previnieron a Su Santidad de asistir al espectáculo teatral yace en las palabras de Mao Zedong cuando el 24 de junio de 1958, dijo “debemos hacer una preparación integral para contrarrestar las rebeliones en las áreas tibetanas. Es extremadamente bueno que los contrarrevolucionarios del Tíbet se estén rebelando. Esto creará una oportunidad para que las masas trabajadoras sean liberadas”.
La desconfianza tibetana en la verdadera intención del gobierno chino detrás de la invitación, también se vio avivada por los sucesos que tenían lugar en las regiones de Kham y Amdo, donde la mayoría de los monasterios fueron destruidos antes de 1959. Muchos lamas y líderes tibetanos fueron arrestados a la fuerza y asesinados tras ser convocados para supuestas reuniones. Al reunirse miles de tibetanos en el Palacio Norbulingka para proteger a Su Santidad, las fuerzas chinas atacaron el palacio con morteros. Dos días después, el 17 de marzo de 1959, Su Santidad fue forzado a escapar al exilio.
Su Santidad el Dalai Lama y su séquito arribaron a Chudangmo a las 2 p.m. del 31 de marzo de 1959 y más tarde se trasladaron a Mussoorie, el 20 de abril, de acuerdo a lo arreglado por el gobierno indio. Al arribo de Su Santidad el Dalai Lama a Chudangmo, India, el primer ministro Jawaharlal Nehru expresó respeto por Su Santidad en el parlamento indio. Aún cuando el primer ministro Nehru, durante su reunión con Su Santidad en Mussoorie el 24 de abril, expresó su renuencia al establecimiento del gobierno tibetano en el exilio, Su Santidad el 24 de abril aconsejó una reunión de funcionarios del gobierno tibetano que llegaron a Mussoorie desde Kalimpong para “discutir la asignación de obras relacionadas con el restablecimiento del gobierno tibetano de acuerdo con los tiempos modernos”. En consecuencia, se establecieron cuatro departamentos principales, a saber, Religión, Asuntos Internacionales, Hogar y Finanzas, y la Oficina del Tíbet en Delhi fue establecida. Así, se construyó una base administrativa para continuar la lucha tibetana y velar por el bienestar de los tibetanos en el exilio.
En los primeros años, Su Santidad el Dalai Lama dirigió sus esfuerzos en compilar documentos para hacer conocer al mundo la verdad de la destrucción de la cultura, la religión y la identidad nacional tibetana por parte del gobierno chino. Se hicieron esfuerzos consistentes para responder las preguntas de la Comisión Internacional de Juristas y los periodistas tomaron interés en el conflicto sino-tibetano. De igual modo, se hicieron arreglos para rehabilitar el flujo interminable de refugiados tibetanos hacia el exilio en India, Nepal y Bután, empleándolos en la construcción de carreteras para ganarse la vida.
En su discurso ante el primer grupo de 50 estudiantes en la función inaugural de la primera escuela tibetana en Mussoorie el 3 de marzo de 1960, Su Santidad dijo: “De ahora en adelante, nunca podremos permanecer aislados del mundo. Debemos aprender el idioma de la India y el inglés, que es el idioma mundial más utilizado, y estudiar todas las materias modernas como la política mundial, la economía y la ciencia. Al mismo tiempo, también debemos estudiar nuestro idioma tibetano y el budismo y diversos aspectos de nuestra cultura. En esencia, debemos esforzarnos por educar a la nueva generación más joven de tibetanos tanto en el campo espiritual como en el político”.
De esta manera, Su Santidad trazó una política con una mezcla de educación tradicional y moderna. Además, se establecieron escuelas separadas para niños tibetanos bajo la Administración de Escuelas Tibetanas Centrales a pedido de Su Santidad al gobierno indio para que ellos no se disiparan en la amplia estructura india. Asimismo, se establecieron y desarrollaron la Aldea de Niños Tibetanos, la Fundación Hogares Tibetanos, las Escuelas de la Fundación Snow Lion en Nepal y la Sociedad de Escuelas Tibetanas Sambhota. Como resultado, surgió un gran número de tibetanos educados, que podían asumir las principales responsabilidades de ocuparse de los asuntos de administración, educación y sociedad.
Después de trasladar la administración tibetana a Dharamsala el 1 de mayo de 1960, los planes para educar a los niños tibetanos, preservar y promover el budismo tibetano y rehabilitar a los ancianos y enfermos se hicieron realidad. Recién llegados del Tíbet, los monjes pudieron preservar y promover la tradición budista tibetana. De igual manera, los niños menores de 16 años fueron enviados a escuelas, los adultos recibieron capacitación vocacional y empleo en diversos campos como la artesanía, y los que estaban en edad de trabajar fueron facilitados para trabajar en empresas productivas, principalmente agrícolas en los asentamientos. Además, los ancianos y los enfermos recibieron atención en hogares de ancianos.
El 16 de diciembre de 1960, el primer lote de 666 colonos tibetanos de Chamba, Dalhousie y Kullu Manali fueron trasladados al asentamiento de Lugsung Samdupling en Bylakuppe, el primer asentamiento tibetano. Para 1967, la tierra se hizo habitable para 3.000 colonos. En la década de 1970, se completó el establecimiento de alrededor de 54 asentamientos tibetanos. Con esto, la visión de Su Santidad de un asentamiento tibetano separado, no solo para proporcionar un entorno de vida estable para los tibetanos sino también para servir como la base más importante para preservar la identidad y la lucha tibetanas, se materializó.
Mientras tanto, se hicieron esfuerzos para la preservación y continuación de la religión tibetana. El gobierno de la India acordó inicialmente establecer una comunidad monástica de 300 personas en Buxa Duar. Tras un repetido llamamiento de Su Santidad el Dalai Lama, el gobierno indio accedió a proporcionar fondos para 1.500 monjes de todas las tradiciones. Asimismo, las instituciones monásticas como los monasterios de Gyuto y Gyumed se establecieron en Dalhousie.
Desafortunadamente, los monjes de Buxa Duar soportaron duras condiciones con un clima cálido y húmedo y enfermedades incontrolables. Después de una serie de discusiones sobre el problema con el gobierno indio, los monjes de Buxa fueron trasladados a varios asentamientos. Estos monjes se convertirían en semillas de instituciones monásticas que representan todas las tradiciones religiosas tibetanas. Estas instituciones monásticas no solo preservaron y promovieron el budismo tibetano y las tradiciones lingüísticas del Tíbet y las regiones del Himalaya, sino que también hicieron contribuciones notables al compartir el invaluable patrimonio cultural tibetano con el mundo.
En 2011, Su Santidad aprobó las enmiendas a la Carta de los tibetanos en el exilio para delegar sus responsabilidades políticas y administrativas en los líderes tibetanos elegidos democráticamente. Es la culminación del proceso gradual de la anhelada aspiración de democratizar la política tibetana llevada a cabo durante los últimos 50 años. Desde la elección directa del Kalon Tripa en 2001, Su Santidad el Dalai Lama ocupó un puesto de semi-retiro. El establecimiento de la administración completa que comprende los tres pilares de la democracia, incluida la Comisión Suprema de Justicia y tres órganos autónomos de la Comisión Electoral, la Comisión de Servicio Público y la Comisión de Auditoría, con la promulgación de la Carta de los Tibetanos en el Exilio en 1991, es también una decisión basada en los 30 años de experiencia adquirida desde la fundación del Parlamento Tibetano en el Exilio en 1960.
En esencia, Su Santidad el Dalai Lama ha dirigido todo el proceso de evolución del proceso democrático tibetano a través de la persuasión y el liderazgo de arriba hacia abajo. Con la adopción de la Política del Camino Medio para resolver el problema del Tíbet en 1973, el contacto chino-tibetano comenzó en 1979. Posteriormente, a los tibetanos que vivían dentro y fuera del Tíbet se les permitió visitar a sus padres y familiares. Desde 1980 hasta 2011, 86.225 tibetanos visitaron la India desde el Tíbet para encontrarse con sus familiares o para peregrinar. De estos, 20.668 fueron a escuelas, 17.489 se unieron a monasterios y 1.435 se establecieron en India, Nepal y Bután. Hoy, muchos de ellos y sus hijos están sirviendo en varias secciones de la Administración Central Tibetana y otras instituciones educativas, monásticas y sociales.
Su Santidad el Dalai Lama hizo constantes llamamientos a las Naciones Unidas sobre el conflicto sino-tibetano y, como resultado, se aprobaron tres resoluciones sobre el Tíbet entre 1959 y 1965. A pesar de vivir como refugiados en medio de un entorno conflictivo de la era de la guerra fría, Su Santidad mantuvo relaciones amistosas con países tanto del este como del oeste. La solidaridad generalizada por la causa tibetana en todos los rincones del mundo da testimonio de ello.
Teniendo en cuenta el interés a largo plazo del Tíbet, Su Santidad inició programas para educar y reasentar a los refugiados tibetanos en los países occidentales. En 1960, cientos de niños tibetanos fueron enviados a Suiza, lo que fue seguido del reasentamiento gradual de unos 1000 tibetanos hasta 1981. En Canadá, 228 tibetanos fueron reasentados como parte del primer proyecto oficial de reasentamiento desde 1971. En 1992, el gobierno de los Estados Unidos aceptó 1000 tibetanos para el reasentamiento en el país. De manera similar, 1.000 tibetanos fueron enviados a Canadá para su reasentamiento en 2013. El gobierno australiano comenzó a aceptar a ex presos políticos tibetanos y a sus familiares para su reasentamiento en el país en 1996. Hoy en día, las comunidades de la diáspora tibetana residen en unos 30 países, lo que contribuye en gran medida a la causa política y social del Tíbet.
En retrospectiva, podemos decir que durante todo el proceso de cimentación, construcción y desarrollo de los asentamientos tibetanos, las instituciones educativas y monásticas en el exilio, no hubo un solo punto en el que Su Santidad el Dalai Lama no haya ofrecido su servicio y su presencia. Nosotros, los tibetanos, sabemos claramente en nuestros corazones cómo Su Santidad nos guió y nos dotó de educación para sobrevivir en el nuevo entorno desafiante y contribuir a nuestra causa llevando una vida significativa.
Mirando hacia atrás a los últimos sesenta y tres años de exilio, Su Santidad ha establecido el gobierno tibetano en el exilio para mantener la soberanía del Tíbet desde el primer rey tibetano, Nyatri Tsenpo, hasta el gobierno de Gaden Phodrang y para fortalecer y desarrollar en línea con los tiempos cambiantes y las aspiraciones del pueblo tibetano. Con el fin de construir un fuerte sentido de una única identidad unificada entre los tibetanos de las tres provincias del Tíbet y permitirles vivir juntos y no disgregarse en el país anfitrión, se establecieron asentamientos tibetanos con medios sostenibles de subsistencia como la agricultura, la artesanía y los negocios. Del mismo modo, las escuelas, colegios, instituciones monásticas e instituciones médicas alopáticas y tibetanas tradicionales administradas por tibetanos que facilitan a la comunidad tibetana no se ven en ninguna otra comunidad de refugiados. Todo esto se ha materializado gracias al singular esfuerzo de Su Santidad el Dalai Lama. En esta ocasión, el Kashag también quisiera extender su profundo agradecimiento a la generación anterior de funcionarios tibetanos que trabajaron bajo el liderazgo de Su Santidad.
Según misteriosas predicciones y según sus propios deseos, Su Santidad el Dalai Lama nos ha asegurado en repetidas ocasiones que podría vivir hasta los 113 años. Para realizar esto, hacemos un llamado a todos los tibetanos para que sigan el sabio consejo de Su Santidad, especialmente los cuatro compromisos principales y acumular nuestro mérito colectivo mediante la participación en actividades virtuosas. Además, debemos aunar nuestros esfuerzos unidos hacia nuestra causa común y evitar actos que puedan causar preocupación y molestia a Su Santidad. Por nuestra parte, el Kashag está cumpliendo con sus responsabilidades de acuerdo con la guía de Su Santidad el Dalai Lama y sigue comprometido con el cumplimiento de sus aspiraciones.
El 16º Kashag, desde su comienzo, se ha esforzado por introducir los cambios necesarios en la estructura administrativa además de garantizar un sistema de gobierno sólido, ejecutar proyectos bien pensados y adoptar medios para lograr fines acordes con los tiempos cambiantes. Del mismo modo, las visitas para evaluar la situación en los asentamientos tibetanos y para llegar a la comunidad internacional y crear conciencia sobre el conflicto sino-tibetano están en marcha. El mes pasado, la administración extendió toda su cooperación y apoyo a la Convención Mundial de Parlamentarios sobre el Tíbet organizada por el Parlamento Tibetano en el Exilio en Washington DC. En ese momento, el Comité Ejecutivo del Congreso de los Estados Unidos sobre China llevó a cabo una audiencia significativa sobre el estado histórico del Tíbet.
La Administración Central Tibetana pronto realizará una encuesta demográfica de los tibetanos en el exilio. Los datos precisos sobre la población tibetana en la diáspora son cruciales para la implementación efectiva de los programas, el gobierno electrónico, la distribución de esquemas y el proceso electoral. Por lo tanto, el Kashag hace un llamado a todos los tibetanos en el exilio para que participen y extiendan su cooperación en este importante ejercicio.
Finalmente, oramos por la larga vida de Su Santidad el Dalai Lama, el protector de los seres sintientes en general y de los tibetanos en particular, y por el cumplimiento espontáneo de todos sus deseos. ¡Que la verdad sobre la causa del Tíbet prevalezca pronto!
El Kashag
6 julio de 2022
Nota: Esta es una traducción de la declaración tibetana. En caso de que surjan discrepancias, trate la versión tibetana como definitiva y fidedigna