Con motivo del 33° aniversario del natalicio del 11° Panchen Lama del Tíbet, Gedhun
Choekyi Nyima, creemos que es un momento más que oportuno para revitalizar nuestra campaña para enviar un fuerte mensaje a Beijing de que el mundo no se ha olvidado de Gedhun Choekyi Nyima, a pesar de los esfuerzos de China por borrarlo de nuestra historia. Instamos al gobierno chino a que permita legítimamente que el Panchen Lama y su familia vivan una vida libre a la que tienen derecho en virtud de las leyes y tratados internacionales a los que China está obligada.
El 14 de mayo de 1995, Su Santidad el Dalai Lama respaldó a Gedhun Choekyi Nyima como la undécima encarnación del Panchen Lama. En respuesta, el gobierno chino arrestó a Chadrel
Rinpoche, líder del Comité de Búsqueda del Panchen Lama. El 17 de mayo de 1995, Gedhun Choekyi Nyima también fue puesto bajo custodia china junto con toda su familia, haciendo que el niño de seis años se convirtiera en el preso político más joven del mundo. El gobierno chino decidió ignorar la elección de Su Santidad el Dalai Lama y pasó a seleccionar su propio candidato. El 11 de noviembre de 1995, el gobierno chino anunció a Gyaltsen Norbu, hijo de un miembro del Partido Comunista como el 11º Panchen Lama. En diciembre de 1995, fue entronizado posteriormente en el monasterio de Tashi Lhunpo, en medio de estrictas medidas de seguridad con más de quinientos militares desplegados en todo el recinto del monasterio.
En noviembre de 1995, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias expresó su preocupación por el paradero del Panchen Lama e instó al Gobierno de la República Popular China a proporcionar información sobre el caso. Desde entonces, una serie de organismos de derechos humanos, incluido el Comité de la ONU contra la Tortura, el Comité de la ONU sobre Derechos del Niño, así como el Relator Especial sobre la Libertad de Religión o de Creencias, han instado al gobierno chino a dar a conocer el paradero del Panchen Lama. Hasta hoy, China ha hecho oídos sordos a estas súplicas y sigue engañando al mundo alegando que “el Panchen Lama es un ciudadano común, que vive una vida perfectamente normal y no desea ser perturbado”. Por lo tanto, el caso del Panchen Lama sigue siendo uno de los casos más largos de desaparición forzada en el mundo.
La injerencia de China en la selección y desaparición del Panchen Lama provino de su motivo ulterior de afirmar su control sobre el Tíbet, así como para sentar las bases de su manipulación en la selección de Su Santidad el Dalai Lama en el futuro. Dado el papel cultural y religioso crucial del Panchen Lama en el Tíbet, es fundamental que reciba una educación libre de interferencias políticas.
También reiteramos nuestro llamamiento anterior a la Alta Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a que realice una visita al Tíbet junto con Xinjiang en mayo de este año para evaluar la verdadera situación de los derechos humanos en el Tíbet y, en particular, para presionar a China para que divulgue información sobre el estado actual y el paradero del 11º Panchen Lama, Gedhun Choekyi Nyima y su familia.
Hasta que China proporcione evidencia concreta para respaldar su afirmación sobre el Panchen Lama y su familia, instamos a los gobiernos, parlamentos, ONGés y los órganos de derechos humanos de la ONU a continuar sus esfuerzos concertados para presionar a China a cumplir con los llamamientos internacionales existentes para liberar al 11º Panchen Lama y su familia y permitirles vivir una vida libre y vida pacífica.
Departamento de Información y Relaciones Internacionales de la Administración Central Tibetana, Dharamsala
25 de abril de 2022