10 de diciembre de 2021
Hoy se cumple el 32º aniversario de la concesión del Premio Nobel de la Paz a Su Santidad el Gran XIV Dalai Lama. En esta ocasión trascendental, el Kashag, en nombre de los tibetanos dentro y fuera del Tíbet, rinde su inmensa gratitud a Su Santidad y le ruega que continúe con sus meritorios servicios durante eones. También extendemos nuestro cordial saludo al pueblo tibetano.
El 5 de octubre de 1989, el Comité del Nobel noruego anunció su decisión de otorgar el Premio Nobel de la Paz a Su Santidad el XIV Dalai Lama. En el comunicado de prensa, el Comité del Nobel dijo “se quiere enfatizar el hecho de que Su Santidad el Dalai Lama en su lucha por la liberación del Tíbet se ha opuesto sistemáticamente al uso de la violencia” y que Su Santidad “en cambio, ha abogado por soluciones pacíficas basadas en la tolerancia y el respeto mutuo para preservar el patrimonio histórico y cultural de su pueblo”. El Comité observó además que Su Santidad ha “presentado propuestas constructivas y con visión de futuro para la solución de conflictos internacionales, cuestiones de derechos humanos y problemas ambientales globales”.
Al aceptar el premio, Su Santidad el Dalai Lama dijo que el premio es un reconocimiento de los verdaderos valores del altruismo, el amor, la compasión y la no violencia, que él practica de acuerdo con las enseñanzas del Buda y los grandes sabios de la India y el Tíbet. Su Santidad dijo: “acepto el premio en nombre de los oprimidos, los que luchan por la libertad y trabajan por la paz mundial y, por supuesto, los seis millones de tibetanos de dentro del Tíbet que han sufrido y siguen sufriendo tanto”. Su Santidad también dijo que aceptaba el premio como un tributo al hombre que fundó la tradición moderna de acción no violenta para el cambio, Mahatma Gandhi, cuya vida le enseñó e inspiró.
La filosofía de amor y compasión de Su Santidad el Dalai Lama es el resultado de un riguroso estudio, entrenamiento y práctica desde su niñez. Se puede sentir la profundidad inconmensurable de su compasión a través de las ‘Palabras de la Verdad’ de Su Santidad, que compuso el 29 de septiembre de 1960, apenas un año y medio después de su exilio. En las ‘Palabras de la Verdad’, en lugar de albergar odio y enemistad contra los invasores de nuestro país, Su Santidad el Dalai Lama escribe que sus crueles acciones realizadas por engaño son objeto de compasión, y reza para que “alcancen la sabiduría para permanecer en la gloria de la amistad y el amor “.
En un momento en que toda China, incluido el Tíbet, estaba en medio de la desastrosa Revolución Cultural, Su Santidad el Dalai Lama en la declaración del Día del Levantamiento Nacional Tibetano del 10 de marzo de 1971 dijo que “a pesar del hecho de que nosotros los tibetanos tenemos que oponernos a la China comunista, nunca me atreveré a odiar a su pueblo” y que ese odio es debilidad y todo lo que se logra a través del odio no puede ser duradero ni vinculante. Su Santidad se pregunta cómo podemos odiar a los chinos cuyas mentes están gobernadas por sus líderes y cómo podemos odiar a los líderes que en el pasado han sido tan perseguidos y sufrieron tanto por su nación.
Al mismo tiempo, Su Santidad el Dalai Lama sentó las bases para preservar y desarrollar la religión, la cultura y la educación tibetanas, y sustentar los medios de vida de los tibetanos. Su Santidad democratizó el gobierno tibetano en el exilio y solicitó constantemente el apoyo de los países interesados y de las Naciones Unidas para resolver el conflicto chino-tibetano. La adopción de medios de diálogo no violentos y mutuamente beneficiosos con el gobierno chino para resolver el conflicto chino-tibetano en 1973 condujo al establecimiento de contactos con China y a las visitas posteriores de tibetanos para reunirse con sus familiares dentro y fuera del Tíbet y al envío de una serie de delegaciones de investigación al Tíbet.
En su carta al líder supremo de China, Deng Xiaoping, el 23 de marzo de 1981, Su Santidad el Dalai Lama escribió que “debemos mejorar la relación entre China y el Tíbet, así como entre los tibetanos de dentro y fuera del Tíbet. Con la verdad y la igualdad como base, debemos tratar de desarrollar la amistad entre tibetanos y chinos a través de una mejor comprensión en el futuro. Ha llegado el momento de aplicar nuestra sabiduría común con un espíritu de tolerancia y amplitud de miras para lograr una felicidad genuina para el pueblo tibetano con un sentido de urgencia”. En consecuencia, se enviaron al Tíbet cuatro delegaciones de investigación y dos misiones exploratorias. Aunque no surgió una solución significativa al conflicto chino-tibetano,
Su Santidad el Dalai Lama comenzó sus visitas al exterior en el sudeste asiático en 1967, Europa en 1973, América del Norte en 1979 y a la mayoría de los países libres a partir de 1980. Aunque el objetivo de las visitas eran cuestiones no políticas como la religión y la cultura, Su Santidad hizo esfuerzos incansables para buscar la resolución del conflicto chino-tibetano a través del diálogo y crear una base sólida en cuanto a que el budismo y la cultura tibetanos tienen el potencial de traer paz y felicidad a la humanidad. Su Santidad hizo de la promoción de valores seculares como el altruismo, el amor, la compasión, la no violencia, la paz y la armonía entre sociedades y naciones su compromiso de vida. Estos esfuerzos ganaron gran admiración y apoyo de la gente de todo el mundo.
El 21 de septiembre de 1987, Su Santidad el Dalai Lama presentó el Plan de Paz de Cinco Puntos, incluida su visión de transformar el Tíbet en una zona de paz en el Caucus de Derechos Humanos del Congreso de los Estados Unidos. Su Santidad reiteró su sincera creencia en el proceso de diálogo, con la mente abierta y el deseo de resolver los conflictos. Del mismo modo, en su propuesta de Estrasburgo en el Parlamento Europeo el 15 de junio de 1988, Su Santidad el Dalai Lama instó al gobierno chino y al liderazgo a dar una consideración seria y sustantiva a su propuesta, y que solo el diálogo y la voluntad de mirar con honestidad y claridad la realidad del Tíbet podía conducir a una solución viable. Su Santidad expresó su deseo de mantener conversaciones con el gobierno chino y esperó que China respondiera en consecuencia a la propuesta realizada con un espíritu de reconciliación.
La base de estas dos propuestas no era reactivar la demanda de independencia del Tíbet. Más bien, las propuestas apuntan a transformar el Tíbet en una zona de paz lo que redunda en el mayor interés de toda la humanidad. Como tal, el Comité del Nobel reconoció acertadamente que “Su Santidad el Dalai Lama ha presentado propuestas constructivas y con visión de futuro para la solución de conflictos internacionales, cuestiones de derechos humanos y problemas ambientales globales”.
Estas dos propuestas se produjeron en medio de un período de ligera liberalización en China y la apertura de China y el Tíbet a los turistas extranjeros. Al ver con sospecha una serie de propuestas hechas por la administración tibetana en el exilio para enviar maestros capacitados de la comunidad del exilio al Tíbet, abrir una oficina de enlace en Lhasa, enviar delegaciones de investigación y misiones exploratorias al Tíbet, el gobierno chino respondió a estas propuestas: mostrando gestos para entablar un diálogo y llevar a cabo charlas en cualquier lugar y momento que fuera conveniente para Su Santidad el Dalai Lama. La parte tibetana propuso Ginebra como sede y enero de 1989 como fecha para las conversaciones. Sin embargo, las conversaciones no pudieron llevarse a cabo debido a varios pretextos dados por China. Durante el curso de estos acontecimientos, estallaron manifestaciones a gran escala en Lhasa el 27 de septiembre de 1987.
La concesión del Premio Nobel de la Paz a Su Santidad el Dalai Lama fortaleció la determinación y el coraje de los tibetanos dentro del Tíbet y ayudó a los tibetanos en el exilio a encontrar un nuevo enfoque en el escenario internacional. Ha construido una base sólida y una fuente inagotable de apoyo a la cuestión del Tíbet entre los intelectuales chinos y la comunidad internacional. También ayudó a crear una base válida para el Enfoque del Camino Medio como vía duradera para resolver el conflicto chino-tibetano.
Una iniciativa notable de Su Santidad el Dalai Lama que atrajo la admiración del mundo fue su innovador encuentro de una semana con científicos occidentales en Dharamsala en octubre de 1987. Estableciendo una base de que la ciencia y el budismo comparten un objetivo común para el beneficio de la humanidad, ha construido un puente entre la ciencia budista y la ciencia moderna, que ha llevado al encuentro entre científicos de renombre mundial y Su Santidad el Dalai Lama en 33 conferencias del Instituto Mente y Vida hasta 2019.
Aunque podemos celebrar la feliz ocasión de hoy, los tibetanos dentro del Tíbet ni siquiera tienen la libertad de guardar una foto de su líder más venerado, Su Santidad el Dalai Lama. Hoy también es el Día Mundial de los Derechos Humanos y, como se celebra en todo el mundo, a los tibetanos en el Tíbet se les niegan los derechos básicos y la libertad de expresión, y aprender y practicar su propio idioma, religión, y tener libertad de movimiento y asamblea. Además, sufren continuamente bajo la política represiva del gobierno chino que intenta aniquilar la identidad del pueblo tibetano y destruir el medio ambiente natural del Tíbet.
La política del gobierno chino en el Tíbet es más dañina que beneficiosa tanto para el Tíbet como para China y, por lo tanto, está destinada al fracaso. Estamos firmemente comprometidos a hacer esfuerzos para resolver el conflicto chino-tibetano a través del diálogo con el gobierno chino basado en el Enfoque del Camino Medio. Hasta que se resuelva el conflicto chino-tibetano, realizaremos campañas internacionales para buscar apoyo para la causa tibetana. Pronto presentaremos un documento al gobierno chino para poner fin o rectificar sus políticas equivocadas en el Tíbet.
El Kashag hace un llamado a todos los tibetanos, especialmente a los jóvenes que viven en los países libres, a participar activamente en nuestra campaña Voluntary Tibet Advocacy Group (V-TAG) lanzada recientemente y contribuir con sus habilidades y destrezas para hacer prevalecer la verdad de la causa tibetana. Es el deber más importante de los tibetanos en el exilio en virtud de la Carta hacer todo lo posible hasta que se resuelva el conflicto chino-tibetano. Por lo tanto, creemos que los tibetanos participarán en la campaña V-TAG. Como siempre ha dicho Su Santidad el Dalai Lama, los tibetanos en el exilio tienen el deber de actuar como portavoces libres de los tibetanos en el Tíbet.
Aprovechando la oportunidad, extendemos nuestros cálidos saludos y nuestro profundo agradecimiento a la India, los Estados Unidos y otros gobiernos, los grupos de apoyo al Tíbet y amigos por su inquebrantable apoyo a la causa del Tíbet.
Finalmente, oramos por la larga vida de Su Santidad el Dalai Lama, el apóstol de la paz mundial. Que se cumplan todos los deseos de Su Santidad y que la paz prevalezca en el mundo.
The Kashag
10 de diciembre de 2021
Traducción al español por Aloma Sellanes tibetpatrialibre.org