Radio Free Asia (3 de junio de 2021)
El cierre de escuelas endurece aún más las restricciones de China sobre los derechos lingüísticos en las áreas tibetanas.
Las autoridades de la provincia de Sichuan, en el oeste de China, están cerrando escuelas tibetanas privadas que ofrecen clases en el idioma tibetano, lo que obliga a los estudiantes a ir a escuelas administradas por el gobierno donde se les enseñará en chino, dicen fuentes de la región.
La medida está siendo impulsada en nombre de promover la uniformidad en el uso de libros de texto y materiales de instrucción, dicen las fuentes.
Anteriormente había muchas escuelas privadas en la región de Dzachukha de Sichuan donde se enseñaba el idioma y la cultura tibetanos, dijo a RFA una fuente del condado de Sershul (en chino, Shiqu) en la prefectura autónoma tibetana de Kardze (Ganzi).
“Pero desde fines de 2020, y sin ninguna justificación real, todas estas escuelas se vieron obligadas a cerrar, y los niños debieron ir a escuelas supervisadas por el gobierno”, dijo la fuente de RFA, hablando bajo condición de anonimato.
Los padres de los niños afectados y otros tibetanos locales están profundamente preocupados por los requisitos impuestos y dicen que mantener a los jóvenes tibetanos alejados de su cultura e idioma tendrá graves consecuencias negativas para el futuro, dijo la fuente.
“Y las familias nómadas tibetanas que no quieren enviar a sus hijos a escuelas supervisadas por el gobierno chino ahora se ven obligadas a hacerlo”, agregó.
El cierre de las escuelas en Sershul viola las propias leyes de China que garantizan el derecho de las minorías étnicas a aprender su propio idioma, dijo Karma Tenzin, investigador del Instituto de Política del Tíbet con sede en Dharamsala, India.
“Este acto de cierre forzoso de las escuelas que enseñan el idioma y la cultura tibetanos da una imagen clara de los intentos del gobierno chino de eliminar la identidad [nacional] del Tíbet”, dijo Tenzin.
Municipio estrictamente controlado
En declaraciones también a RFA, un residente del municipio de Dza Wonpo de Sershul, escenario de frecuentes protestas tibetanas contra el dominio chino, dijo que la vida en el municipio permanece estrictamente controlada, y que la posesión de fotos del líder espiritual tibetano exiliado, el Dalai Lama, se considera un delito grave.
“La comunicación con la comunidad tibetana en el exilio también se ha vuelto muy difícil en los últimos tiempos, y la gente acabará en prisión si las autoridades chinas los descubren haciendo esto”, dijo.
El Dalai Lama huyó del Tíbet al exilio en India en medio de un fallido levantamiento nacional en 1959 contra el gobierno de China, que anexó por la fuerza el país del Himalaya anteriormente independiente en 1950, y exhibir su foto o celebrar su cumpleaños ha sido severamente castigado en el pasado.
De los 6.2 millones de tibetanos en China, poco menos de 1.5 millones viven en partes históricamente tibetanas de la provincia occidental de Sichuan, según el censo de 2010 de China.
Los derechos lingüísticos se han convertido en un foco particular de los esfuerzos tibetanos para afirmar la identidad nacional en los últimos años, con cursos de idiomas organizados informalmente en los monasterios y pueblos, que son considerados típicamente como “asociaciones ilegales” y profesores sujetos a detención y arresto, informan las fuentes.
Traducción al español por Aloma Sellanes tibetpatrialibre.org