Tibetan Review (12 de agosto de 2020)
China dice que está intensificando sus esfuerzos para reubicar a los tibetanos en la frontera con India y Bután y desarrollando infraestructura allí para impulsar tanto la seguridad nacional como la calidad de vida, informó el portavoz del partido chino globaltimes.cn, el 11 de agosto, citando a residentes y funcionarios. Ha calificado el reasentamiento como voluntario, incluso en un área previamente inhabitable donde el invierno es el único clima del año.
Cona (tibetano: Tsona), “un importante condado fronterizo en la prefectura de Shannan” (Lhokha), planea reubicar a 3.222 personas de 960 familias a las áreas débilmente controladas en las fronteras de forma voluntaria, indicó el informe de Budo, subsecretario del Partido y jefe del condado. Dijo que las distancias entre los destinos de reubicación y la LAC (línea de control real con India) serán menores a 2 kilómetros en línea recta y 5 kilómetros en tierra. “Las áreas controladas por la India están a solo una montaña de distancia”, agregó.
Las longitudes de las fronteras de Cona con India y Bután eran, respectivamente, 213 kilómetros y 55 kilómetros, según el informe.
El informe dijo que el proyecto de reubicación también estaba destinado a abordar el problema del debilitamiento de la fuerza fronteriza en la región de Lebugou de Cona causado por la salida de residentes durante la última década. Hasta la fecha, se han trasladado a 134 personas de 40 hogares en otras tres aldeas con duras condiciones naturales, al municipio de Mama Menba.
El informe indicó que la aldea de Yumai en el condado de Lhunze, también ubicada en Shannan, era la aldea administrativa menos poblada de la República Popular China con solo 32 personas de nueve familias en 2017. En la actualidad, 191 personas de 56 hogares se han asentado en esta aldea desde la reubicación. El proyecto comenzó allí en 2017.
Incluidos Lhunze y Cona, los cuatro condados fronterizos de la prefectura de Shannan estaban promoviendo activamente el proyecto de reubicación que involucró a un total de unos 6.000 residentes. La prefectura también planea reubicar a las personas de los condados no fronterizos a los fronterizos, agrega el informe.
El informe también indicó que Gongzhangpu en el condado de Luoza (Lhodrag), ubicado en la frontera entre el Tíbet y Bhután, anteriormente era solo un pastizal. Su altitud es de 4.674 metros sobre el nivel del mar y el clima es muy duro, siendo el invierno la única estación. Sin embargo, desde marzo de 2017, 20 personas de 10 familias se habían trasladado “voluntariamente” a la frontera por un sentimiento de patriotismo, agregó.
La región de Lebugou en el condado de Nacuo (Nakartse) en la prefectura de Shannan limita con India y Bután, donde 72 aldeanos de 24 hogares se han mudado de sus antiguas casas de madera a edificios y casas modernas de estilo tibetano en 2018. Para los residentes que se establecieron cerca de la frontera, pastorear es patrullar y vivir es proteger la frontera, según el informe.
El informe citó al jefe de la aldea diciendo, al señalar una montaña envuelta por la niebla: “Esta montaña está todavía en el área controlada por la India, que está a menos de 5 kilómetros de donde nos encontramos ahora”.
El informe dijo que las aldeas fronterizas estaban prosperando y el libre comercio fluía gracias a la construcción eficiente de infraestructura local, como carreteras asfaltadas.
El informe citó a Zhai Kun, secretario del comité del Partido de la Comisión de Reforma y Desarrollo de Shannan, diciendo que la Carretera Nacional China 219 (G219) conectaba varios condados fronterizos en el Tíbet. Ha llamado a la construcción de carreteras hacia la frontera una demostración de la soberanía de la República Popular China.
“Se puede decir que la construcción de infraestructura en el Tíbet no solo gira en torno al desarrollo y la estabilidad, sino que también gira en torno a los intereses de la soberanía nacional”, dijo Zhai Kun.
Traducción al español por Aloma Sellanes tibetpatrialibre.org