(By Bhaskar Roy, Eurasia Review, March 17, 2011)
Aunque el XIV Dalai Lama ha estado hablando de renunciar a su liderazgo del Gobierno Tibetano en el Exilio, desde hace algún tiempo, su decisión final anunciada el 10 de marzo, conmovió a su pueblo en (gran) medida, y planteó un gran signo de interrogación para el mundo en general. El efecto no ha sido asimilado completamente todavía. Lo será cuando el nuevo Kalon Tripa (Primer Ministro) sea electo el 20 de marzo por la totalidad de la Asamblea de Diputados Tibetanos (ATPD por sus siglas en inglés)[1] reunida en Dharamsala desde el 14 de marzo.
Cabe señalar que el Dalai Lama eligió el 10 de marzo, el 52º aniversario del levantamiento pacífico tibetano contra los chinos. Alguien puede interpretar esto como la decisión del Dalai Lama de renunciar a su lucha pacífica por la autonomía del Tíbet dentro de la constitución china. Esto no es correcto, aunque el actual Kalon Tripa, el profesor Samdhong Rimpoche estaba consternado, porque la manera en la que era recibido el Dalai Lama alrededor del mundo era única y su sucesor político puede no lograr ese estatus.
Si bien esto es cierto, uno necesita estudiar cuidadosamente la declaración del 10 de marzo. El líder religioso de 76 años de edad, reverenciado en todo el mundo dice que su deseo de devolver la autoridad, no tiene nada que ver con un deseo de eludir la responsabilidad. Esto beneficiaría a los tibetanos a largo plazo, y que él estaba comprometido a jugar su parte en la justa causa del Tíbet. El Dalai Lama dejó claro que la causa del Tíbet y el pueblo tibetano permanecerían en su más alta consideración. Él estaría disponible para consultas y consejo.
Él estaría viajando por el globo donde es bienvenido, reuniéndose con líderes mundiales tanto políticos como religiosos pero como un monje, recordándole al mundo que el budismo tibetano, el lenguaje y la cultura están al borde de la extinción en el Tíbet controlado por China. Como un líder religioso, estas actividades están bien dentro de sus límites. Aunque los líderes y funcionarios chinos continuaran atacándolo, ellos correrían el riesgo de hacerlo sin una base legítima.
A las pocas horas del anuncio del Dalai Lama, el vocero del ministro de Exteriores chino, Jiang Yu dijo: “él ha hablado a menudo de su retiro en los pasados años” agregando que estos eran “trucos para engañar a la comunidad internacional”. Otras declaraciones de funcionarios no expresaron tanta confianza.
El secretario del Partido Comunista del Tíbet, Zhang Qingli, usó un lenguaje insultante al describir al Dalai Lama como un “lobo en hábitos de monje”, y cargó otra vez contra él por tratar de “separar” a China. Pero los líderes étnicos tibetanos fueron un poco más circunspectos. Qiangba Puncog, Presidente del Comité Permanente del Congreso de la Región Autónoma de Tíbet, comentó que él no podría negar que el Dalai Lama, como Buda Viviente y líder religioso tuviera alguna influencia sobre sus creyentes, y que su muerte tuviera “algún impacto menor en Tíbet”.
Padma Choling, presidente del gobierno regional autónomo de Tíbet fue incluso más allá. Él le dijo al oficialista China Daily que la reencarnación de las instituciones del Dalai Lama y del Panchen Lama había sido seguida por cientos de años, que esas instituciones históricas y rituales religiosos del budismo tibetano deben ser respetados y que no dependía de nadie la abolición de instituciones de reencarnación.
Debe ser dicho que ambos líderes tibetanos étnicos, aunque juraron proteger al partido y al gobierno, permitieron una mirada a su pensamiento interior. Ellos dejaron claro que mientras estaban comprometidos en sus deberes oficiales, ellos no consienten insultos al Dalai Lama y no contribuyen a la política del gobierno chino de designar sus propios Budas Vivientes especialmente los Dalai Lama y los Panchen Lama. Este modo de pensar desempeñará un papel importante en las futuras políticas den Tíbet.
La decisión del Dalai Lama de dedicarse a su responsabilidad política fue profundamente pensada por varios años. Él ha estado también pensando si debe dejar las instrucciones para la búsqueda del XV Dalai Lama después de su muerte, y quien debería ser designado con la responsabilidad de esa búsqueda. Podría haber problemas como los de la búsqueda del XVII Gyalwa Karmapa de la secta Karma-Kagyu, donde los cuatro regentes se pelearon y ahora hay más de uno reclamando el trono del XVII Karmapa.
Los chinos estarían dentro de la disputa como hicieron en el caso del XVII Karmapa y declararían su propio XV Dalai Lama. La brecha entre la muerte del XIV Dalai Lama y el encuentro de su verdadero sucesor será por demás crucial. Por consiguiente un montaje puramente político para llenar esa brecha sería muy importante. Si fuera necesario, sólo el liderazgo político continuaría con la agenda tibetana.
Está también la cuestión de Ughen Thinley Dorjee (UTD) el más mencionado como XVII Karmapa, aunque Thaye Dorjee, el otro reclamante tiene también significativos seguidores entre la comunidad Karma-Kagyu tanto dentro como fuera de Tíbet. Ambos tienen seguidores entre los extranjeros del oeste y sureste asiático. Este es un problema muy difícil. El Dalai Lama tendría que resolverlo de alguna manera
El gobierno indio no está en posición de intervenir y resolver la disputa del XVII Karmapa. Ha tomado la única posición sensata que podía. La sede de la secta Karma-Kagyu, el monasterio Rumtek de Sikkim, ha sido cerrado en el interés de la paz, hasta que el verdadero XVII Karmapa sea aceptado por todos los involucrados. India se ha mantenido fuera de la política tibetana, en especial contra China, y los chinos reconocen esto oficialmente.
Ughen Thinley Dorjee es reconocido tanto por los chinos como por el Dalai Lama. El Dalai Lama no ha jugado un papel directo en el caso de UTD. Él sólo aceptó su reconocimiento en 1992, mientras estaba en Río de Janeiro, cuando Tai Situ Rinpoche, el regente de la promoción de UTD, le dijo a través del teléfono que UTD había sido reconocido por todos los regentes de Rumtek en consenso.
Secciones de los medios de comunicación de India crearon un lío recientemente cuando llamaron a UTD un “espía” chino por una incontable (cantidad) de moneda extranjera encontrada en su monasterio. La confusión fue debida al hecho de que la oficina de UTD fracasó en el proceso de legalizar la donación de sus seguidores de todo el mundo incluida China
Ha habido una duda persistente acerca de UTD y su lealtad por la manera en la que escapó de Lhasa hacia India, durante cinco días y cuatro noches sin ser detectado por la seguridad china. Además, el gobierno chino nunca lo criticó, ni UTD se puso de pie por las aspiraciones de los tibetanos. Por lo tanto, él no es todavía un candidato que pueda tomar el lugar del Dalai Lama como líder religioso y político de los tibetanos. UTD tendrá que probar su posición de un modo u otro. Él tiene 24 años, y el Dalai Lama demostró su liderazgo religioso y político a mucha más temprana edad.
Lo que es discutible, sin embargo, es cómo la nueva estructura en Dharamsala impactará las principales bases de apoyo del Dalai Lama y el tema de los derechos humanos en Tíbet. El principal ha sido Estados Unidos, especialmente la Casa Blanca. El Dalai Lama tiene un significativo apoyo de Europa, pero no siempre estable. Están Japón, Taiwán y Australia. Pero los chinos han usado su poder económico para comprar a los críticos occidentales de los derechos humanos. Sin embargo, el instrumento de presión sobre China está allí y podría cambiar de encendido a apagado dependiendo de la política y comportamiento estratégico de China.
Habrá bastantes desafíos para el movimiento tibetano en las etapas iniciales. Pero finalmente el cambio podrá funcionar bien. El Dalai Lama tendría más tiempo para concentrarse en los grupos religiosos de Estados Unidos y Europa que tienen una influencia política significativa y están furiosos por la persecución religiosa en Beijing. Los fuegos pueden ser avivados. Y tales fuegos pueden fácilmente expandirse en la región oeste de China, Xinjiang, la que ha sido testigo de sangrientos disturbios anti Han por los uigures musulmanes, en julio de 2009. Esa región permanece inquieta.
El gobierno tibetano en el exilio estaría mucho más libre de manos. No se espera que ellos fomenten disturbios dentro de Tíbet. Ellos son suficientemente sabios como para saber que un solo y simple disturbio no puede hacer frente a las fuerzas chinas de seguridad y al ejército. Pero la gente dentro de Tíbet no necesita órdenes de fuera. La mayoría de estos están llegando a entender que son perdedores de cualquier manera, y se mantendrán opuestos al régimen chino.
El liderazgo político del gobierno tibetano en el exilio, aunque no reconocido oficialmente por país alguno, tendrá la libertad de presionar más activamente en la ONU; en la Organización de Naciones y Pueblos no Representados (UNPO por sus siglas en inglés) en Europa, y en importantes capitales del mundo. Si ellos tienen suficiente apoyo y trabajan conjuntamente sin pelear entre ellos, pueden planear un gran movimiento que podría desafiar seriamente la irrazonable actitud de Beijing.
India puede enfrentar una situación políticamente sensible con China. Los chinos están convencidos que son los americanos quienes están en la cima de la fuerza del movimiento tibetano. Ellos no están seguros en qué medida India es parte de esta conspiración, pero ellos endurecerán su actitud hacia India. India debe decirle al gobierno político en el exilio que hay límites en India que no deben ser cruzados. Nueva Delhi también debe pesar sus políticas a la luz de revelaciones de cómo China y las agencias chinas han estado asistiendo a los insurgentes indios en el noreste para hacer la guerra contra el Estado. Tendrá que haber un balanceado acercamiento.
En suma, el futuro no está claro todavía. Pero a largo plazo, la decisión del Dalai Lama podría cambiar en gran forma las dimensiones del movimiento tibetano en su favor a menos que ellos confronten con Beijing directamente. Los grandes temas deben ser dejados a las grandes potencias.
(El autor es un eminente analista de China con muchos años de experiencia. Puede ser contactado en grouchohart@yahoo.com)
[1] N del T.: la elección del próximo 20 de marzo se realizará directamente por todos los tibetanos de la diáspora.