Tibetan Review
28 de mayo de 2020
La norma ha estado en vigor durante muchos años, se aplica incluso en tiempos normales y es muy rigurosa. Sin embargo, cada año, antes del festival religioso budista tibetano más importante que marca el nacimiento, la iluminación y el fallecimiento del Buda Shakyamuni, China hace hincapié en reiterar la norma con advertencias amenazantes de graves consecuencias para cualquiera que no la siga. Y así ha sido esta vez también.
Las autoridades chinas han dejado en claro que vigilarán de cerca a los empleados del gobierno, pensionistas y estudiantes en la capital de Tíbet, Lhasa, durante el mes de Saga Dawa, pero especialmente en el día más importante que cae esta vez el 5 de junio, prohibiéndoles participar en las reuniones religiosas tradicionales y visitar los templos, informó el Servicio Tibetano de rfa.org, el 26 de mayo.
Aunque el famoso Templo Jokhang de Lhasa y otros sitios religiosos ahora están abiertos al público, “los estudiantes, los trabajadores del gobierno y las personas que reciben una pensión estatal no pueden participar en eventos religiosos”, indicó el reporte citando a un residente de la ciudad.
Se informó que los funcionarios chinos llamaron a los padres de los escolares tibetanos a reuniones para advertirles que evitaran que sus hijos asistieran a ceremonias religiosas y visitaran templos.
Tras señalar una mayor actividad policial durante el mes y día sagrados, la fuente dijo: “Las autoridades han advertido que los miembros del Partido Comunista, los trabajadores del gobierno y los estudiantes que hayan asistido a ceremonias religiosas enfrentarán graves consecuencias”.