El biólogo, filósofo y neurocientífico chileno Francisco Varela-quien falleció en el 2001 a raíz de un cáncer- fue durante toda su vida precursor de una ciencia nueva que colocaba a la conciencia humana en el medio del conocimiento. Además fue un gran amigo de Su Santidad, el Dalai Lama con quien fundó en los años 80 los diálogos Mind&Life entre la ciencia y el budismo. Hablamos con su viuda Amy Cohen Varela sobre una amistad poco común entre dos seres humanos extraordinarios.
Amy, gracias por darse el tiempo para contestar algunas preguntas referente a la amistad entre su marido Francisco Varela y el Dalai Lama. Cómo se conocieron?
Todo empezó en 1983 cuando se encontraron por primera vez durante un Foro en Alpbach, Austria. El Dalai Lama se reunió en aquel entonces con un grupo de científicosy clérigos.Entre ellos estaban Francisco, el físico David Bohm y el Fray David Steindl-Rast. Era un círculo pequeño de unas seis o siete personas. El Dalai Lama aún no había recibido el Premio Nobel y por lo tanto le era más fácil participar en este tipo de encuentro. Desde su más temprana niñez le fascinaban la ciencia y la técnica y siempre cuando tenía la posibilidad, participaba de conferencias científicas. Fue así que los dos se encontraron. Según Francisco él estaba sentado al lado del Dalai Lama durante el almuerzo. Se desarrolló una conversación animada durante la cual los dos se entendieron inmediatamente. Cuando el Dalai Lama vino a Paris el año siguiente para hablar ante la Cámara de Diputados de Francia, se encontraron antes en el laboratorio de Francisco para seguir su diálogo sobre mente, cerebro, conciencia y meditación. Estaban tan absortos en su conversación que finalmente uno de los asistentes del Dalai Lama llegó y lo sacó por su hábito de la habitación si no, habría perdidosu discurso ante el parlamento francés. Pero antes el Dalai Lama le dijo a Francisco: “Deberíamos hacer algo en conjunto. Porqué no vienes a Dharamsala para instruirme en tu ciencia?” Por su puesto Francisco estaba entusiasmado y se comprometió inmediatamente.
Más tarde reflexionó sobre su promesa y comprendió que sería imposible hacerse cargo él solo de este desafío. Necesitaba el apoyo de otros científicos de otras especialidades. Al mismo tiempo supo, a través de su amiga Joan Halifax, que en los Estados Unidos había una persona interesada en realizar una conferencia sobre ciencias con el Dalai Lama. Fue de esta manera que Francisco contactó a Adam Engle y juntos elaboraron un plan que presentaron al Dalai Lama. Su Santidad aceptócon entusiasmo.
Entonces, en vez de viajar solo, Francisco llevó en 1987 todo un grupo de científicos a Dharamsala para una conferencia de una semana: era el nacimiento de los diálogos Mind&Life. El éxito nació en parte de la calidez inmediata del primer encuentro entre Francisco y el Dalai Lama. Por supuesto, el interés del Dalai Lama en las ciencias pesaba también, pero había más. Su Santidad encontró excepcional hallar a un hombre como Francisco que era al mismo tiempo científico y practicante experimentado en la meditación. Pero definitivamente había mucho más que solo admiración mutua entre los dos – algo que, según mi opinión, tenía que ver con un afecto profundo y amistad, un encuentro de corazón y mente. Francisco fundó la idea epistemológica de la teoría de la enacción que se basa en el principio que el mundo que nosotros percibimos es el resultado de la interacción de nuestro cuerpo -lo que incluye nuestro cerebro y sistema nervioso- con nuestro entorno. Esta interacción tiene sentido y da al mundo que percibimos su significado y valor. Visto de esta manera, el mérito verdadero de relación es un aspecto central de su pensamiento – incluso creyó que es la fuente de todo tipo de creatividad. Y la amistad es la expresión máxima de una relación.
Como estos primeros encuentros y diálogos llevaron a la fundación del Mind&Life Institute?
Después de este encuentro en el año 1987 el Dalai Lama solicitaba otras conferencias y así su relación se consolidaba de encuentro en encuentro. Mismo tratándose de reuniones pequeñas al principio, poco a poco se formaba una comunidadde personas que habían participado de reuniones anteriores. De estos encuentros informales surgió más tarde el Mind&Life Institute. Luego en el primer encuentro Francisco ya había sugerido: “Llamemos la conferencia Mind&Life y no Buddhism & Science.” Porqué? “Porque las disciplinas científicas que tratan la relación de la mente y la vida forman un puente natural entre la tradición budista y la ciencia.” En esta época, la ciencia cognitiva abarcaba principalmente la neurología, la psicología cognitiva, la lingüística, la filosofía y la exploración de la inteligencia artificial. Francisco quería motivar a investigadores de todas estas especialidades a estudiar el rol de la mente en la vida y así colocar la mente y la conciencia en el centro de la comprensión de todos los fenómenos de la vida. Desde hace mucho él tenía claro que la mente y la vida física no están separadas y que forman un continuo. Este reconocimiento abre las puertas para una mejor comprensión de la esencia de la realidad, sobre como creamos los mundos percibidos por nosotros. Para esto, el diálogo entre la ciencia y el budismo contribuyó esencialmente.
Que influencia ejercía el budismo sobre Francisco?
Desde muy temprana edad Francisco sentía mucha curiosidad por este universo y el lugar del ser humano en él. A la edad de once o doce descubrió la tabla periódica, lo que fue una verdadera revelación para el: existía un orden en este universo! Él sintió que sería su misión en la vida descubrir este orden. Mismo siendo joven fue un pensador creativo y libre! A veces hablaba bromeando de su “epistemophilía” precoz, de su deseo de entender su propia mente y el mundo de los fenómenos: “Si todas las moléculas de mi cuerpo están en constante cambio y renovación, como entonces puedo afirmar que “yo” siempre soy “yo”? Que “yo” es este que dirige todos mis pensamientos y movimientos pero que desaparece como un fantasma cuando intento comprender?” Cuando quizo, a los 17, 18 años, estudiar seriamente a la mente y su posición en la vida tuvo problemas en encontrar los profesores adecuados. Estaba frustrado porque en su país, Chile, en este entonces no existía ni siquiera la facultad de biología. Estudiar medicina habría sido posible pero Francisco no quería ser médico, quería ser investigador. Le aconsejaron hablar con Humberto Maturana, ya en estos años un biólogo famoso: durante la entrevista Maturana le preguntó que quería estudiar y Francisco contestó: “Quiero investigar la psique en el universo.” “Perfecto”, le contestó Maturana, “pero empecemos primero con el ojo de la rana.”
Respecto al budismo creo que Francisco llegó hacía el como muchos otros. Debido al golpe militar de Pinochet en 1973 su mundo se desmoronó. Después de haber hecho su doctorado en Harvard él volvió a Chile en 1970. Mismo teniendo la oportunidad de quedarse en los Estados Unidos prefirió volver a su país para fundar su propia cátedra de investigación. Pero el golpe militar acabó con este sueño y luego después de su regreso a Chile, Francisco se vio obligado a huir nuevamente. Vía Costa Rica llegó a los Estados Unidos en un estado de mucho sufrimiento. Buscaba una solución, algún alivio cuando encontró en Boulder, Colorado, al maestro budista Chögyam Trungpa.
A pesar de haber adquirido un cierto conocimiento sobre el budismo, esta fue su primera aproximación a la práctica budista. En su primero encuentro con Trungpa apenas veía un futuro para si mismo en el exilio: “Realmente no sé que hacer en este momento. Qué puedo hacer?” “Lo primero que tienes que aprender,” contestó Trungpa, “es no hacer nada.” Que revelación! Trungpa le entregó las primeras herramientas que le posibilitaron una breve apreciación de la vacuidad de la mente y de la paz interior – y la posibilidad de cura. Esto fue en los años 70. Durante muchos años estudió y practicó con Chögyam Trungpa, hasta que encontró al maestro nepalés Tulku Urgyen Rinpoche. Este lo inició en la práctica de Dzogchen. Y sin duda el Dalai Lama era otro gurú excepcional en el camino de Francisco.
Nos puedes contar más sobre la visión del mundo de Francisco?
En este sentido Francisco nunca fue una persona para quien ciencia y vida son dos cosas separadas. Él no iba a su laboratorio para hacer mediciones y experimentos para luego, en casa, pensar sobre asuntos completamente distintos. En realidad, para él era un problema que la mayoría de los científicos se comportaba así. Para él esto hacía parte de la ilusión de una ciencia objetiva en la cual uno mismo estaba distante del objeto de su investigación. En realidad, toda ciencia está impregnada de subjetividad y Francisco estaba convencido que era mejor admitirlo y encontrar medios y métodos de como conciliar la investigación científica con nuestra participación subjetiva. Para él la ciencia era un búsqueda profundamente personal, mismo para las personas que estaban convencidas que la ciencia fuera una práctica objetiva, separada de ellos mismos. No se sentía amenazado por una ciencia empapada de subjetividad, saturada con significados y significados extremadamente íntimos y personales, los que impulsan la imaginación científica de un investigador – al contrario, para él, todo esto transformaba la ciencia en algo mágico.
Me recuerdo de nuestra primera cita, cuando después de cenar caminábamos por las calles de Paris. Cuando paramos para descansar en un parque cerca de su laboratorio me preguntó: “Tú crees entonces que hay un mundo ahí afuera?”. Y yo contesté: “Obvio.” (Ella se ríe). A lo que él contestó: “Tus ojos tienen un cierto número de conos y bastoncitoscon los que puedes ver las formas y los colores del mundo como lo ves. Si fueras un perro, tu neurofisiología tendría otra estructura por lo cual los perros perciben un mundo totalmente diferente. También como pájaro o pez tu sistema visual dejaría aparecer otros mundos delante tuyo. Porque crees tú que tu mundo es elmundo?” A lo que le contesté sorprendida: “Ahora, ya no lo creo.”
El interés de Francisco era entender como nuestra interacción con nuestro entorno y la actividad de nuestra “mente materializada” podría crear mundos con sentido. Anteriormente mencioné la teoría de la enacción, un concepto acuñado por Francisco como metáfora para que podamos imaginar la mente humana y nuestras experiencias como insertados en el cuerpo y el universo. Él desarrolló la enacción en los años 80 como alternativa a la visión predominante que existía en relación a la cognición humana como sistema simbólico abstracto y cuya modalidad fundamental constitutiva creaba una representación mental en concordancia con un universo “externo” separado de nosotros. El cerebro como computador. A diferencia de esta visión mecánica del conocimiento humano, enfocado hacia el cerebro la enacción trata de reintegrar al cuerpo -quien interactúa activamente con el mundo- la mente y la conciencia y especialmente llevar a casanuestra comprensión de la mente hacia la experiencia humana, la cual en realidad es su origen. Es un idea muy profundo que lleva implicaciones importantes para una vida ética – una teoría científica, una filosofía y visión de mundo, si uno lo quiere.
Hoy en día cada vez más personas leen sus libros. La mayoría de las obras científicas no sobrevive en el tiempo. Él estaba tan adelantado a su época que recién ahora se aprecian sus ideas. Especialmente los jóvenes y los científicos se entusiasman con ellas, seguramente también porque su visión invita a las personas de tomar su propia posición como científico y entregarse de cuerpo y alma a sus investigaciones. La ciencia actual es tremendamente objetivista, dependiente de las empresas y movida por informaciones – un mundo complicado en el cual uno apenas logra competir. Francisco se oponía a esto y creo poder decir que su trabajo creó un espacio donde otros igualmente pueden resistir o al menos encontrar tranquilidad/quietud. Pienso que los estudiantes hoy en día sienten alivio al conocer su punto de vista, el que es tan diferente del que predomina en este mundo en el cual ellos tienen que funcionar para tener éxito. Francisco dijo una vez: “La ciencia, en su esencia, es pura contemplación.”
Que tipo de amistad unió a Francisco y Su Santidad durante sus últimos años de vida? Era una amistad “de igual a igual”? Que había de tan especial en su relación?
Era ambas las cosas, una relación maestro-discípulo yuna amistad “de igual a igual”. Para Francisco el Dalai Lama era un maestro trascendente/ excepcional con tanta experiencia en los estudios y la práctica que él solo podía seguir el ejemplo. Por el otro lado -y yo creo que cada persona que estuvo alguna vez cerca de Su Santidad entiende de que hablo- el Dalai Lama logra que cada persona tiene la sensación de ser su amigo. Tal vez sea su profunda comprensión de la interdependencia y de la práctica de la vacuidad que permite que este sentimiento de vínculo sea tan palpablecuando uno está cerca de él. Cuanto a Francisco y el Dalai Lama, ellos sí tuvieron durante muchos años una relación muy especial. El Dalai Lama apreciaba que Francisco, durante sus conversaciones, podía tanto colocarse el “hábito del científico” como el “hábito del budista”. En los año 80 esto era muy inusual. Una vez el Dalai Lama llamó a Francisco su “hermano espiritual”, lo que me tocó mucho y prueba de lo profunda que era su amistad. Si observas a los dos en un vídeo, su lenguaje corporal expresa claramente esta unión. Cuando estaban juntos se tenían de las manos, de los brazos, o se abrazaban lo que deja una impresión de hermanos, llena de calidez, ternura y humor.
Como llegaste a conocer a Su Santidad y como describirías tu relación con él? En qué medida el Dalai Lama cambió tu vida y la de tu marido?
Lo encontré por primera vez cuando acompañé a Francisco en el año 2000 a una conferencia de Mind&Lifeen Dharamsala. En el año 2002 – Francisco falleció en 2001- hubo un encuentro en memoria de Francisco. Tuve una audiencia privada con el Dalai Lama, junto a mi hijo Gabriel, y fue cuando tuvimos la oportunidad de hablar sobre la larga enfermedad de Francisco. Tres años antes de su muerte recibió un hígado nuevo como última oportunidad. Antes siempre había sido contrario a un trasplante – ya había pasado por tanto y las posibilidades de éxito no eran alentadoras. Mismo con un trasplante exitoso su calidad de vida sería reducida debido a los medicamentos inmunosupresores que tendría que tomar para evitar el rechazo del órgano extraño. De alguna manera lo supo el Dala Lama y un día, cuando estábamos en nuestra casa de campo en el sur de Francia, Francisco salió de su escritorio y me mostró un Fax de Su Santidad: “Supimos que estás peor. Tienes que hacer todo lo posible para seguir viviendo, para continuar con tu trabajo científico y seguir practicando.” Francisco levantó el fax y dijo: “Creo que esto trata del trasplante.” Así que se sometió a la operación que le permitió vivir otros 3 años más.
Durante la audiencia privada en 2002 compartí este recuerdo con Su Santidad y tuvimos una charla maravillosa. Desde entonces estoy muy unida al Mind&Lifey veo regularmente a Su Santidad en la India y Europa. Cuando nos encontramos Francisco está presente. Mi relación con el Dalai Lama está vinculada a su amistad con Francisco, sigo la misma línea en la medida de lo posible. Desde 2014 estoy a la cabeza del consejo de administración de Mind&Life y nuestra relación evolucionó. En ella se reúnen nuestros recuerdos en común de Francisco y el compromiso común por los diálogos y la visión que inspira nuestro trabajo. Está marcada porlas risas, la jovialidad y la alegría – lo ordinario en su presencia se torna extraordinario!
Cual es tu recuerdo más querido de la amistad entre Francisco y el Dalai Lama?
Hay muchos. Un recuerdo muy conmovedor es del último encuentro de Mind&Lifedel cual Francisco participó. Ya estaba tan enfermo que pensó no poder llegar a Dharamsala. Pero lo logró y cuando llegó su vez de discursar dijo algo como: “Estoy inmensamente feliz porque pensé que no podría venir.” Lo que quizo decir fue en realidad: “Pensé que ya estaría muerto para esta fecha.” El Dalai Lama lo tomó en sus brazos y la alegría que se hizo notar entre los dos, en este abrazo, siempre cuando lo recuerdo me llena los ojos de lágrimas.
El recuerdo más fuerte que tengo de los dos no está relacionado a un encuentro entre ambos. Francisco estaba en la casa, en Paris, y Su Santidad estaba en una conferencia en Madison, Wisconsin. Francisco tenía la esperanza de participar en ella -y esto revela su dedicación al Mind&Lifey a Su Santidad: en realidad estaba muriéndose pero igual había comprado su pasaje a Madison. Después todo ocurrió muy rápido: la conferencia empezó el 23 de mayo y Francisco falleció el 28. Ya estaba muy debilitado cuando lo llamaron desde Madison para comunicarle que el Dalai Lama tenía un mensaje para Francisco. En esta época el Internet y la técnica no estaban tan desarrollados como hoy día – así que pedí la ayuda de unos estudiantes del laboratorio de Francisco para colocar la Webcam. Francisco ya estaba demasiado débil para hablar – yo tenía la esperanza que estaba consciente para poder escuchar. No podía levantar su cabeza de manera que colocamos una tabla sobre su cama para posicionar el computador de tal modo que lo pudiera ver sin moverse. Entonces el Dalai Lama apareció en el monitor y le dije a Francisco: “El Dalai Lama tiene un mensaje para ti.” Esto fue hace 19 años y aún se me llenan los ojos de lágrimas al recordarlo – un momento tan emocionante: los ojos de Francisco de pronto están muy abiertos. Vemos al Dalai Lama en la sala de conferencia con varias cámaras enfocándolo. Él gira la cabeza y enfrenta a la camera correcta: nos mira y pregunta: “Estoy en el departamento de Varela?” “Si, te estamos viendo”, contestamos. Entonces Su Santidad empieza a hablar con Francisco sobre todo que él mismo y su trabajo significaron para él. En este momento también lo llama su hermano espiritual.
Estuve todo el tiempo parada detrás de Francisco para ver al monitor, pero luego miro a sus ojos -que ya no los abría hace algunos días- y mi corazón casi salta de mi pecho. Francisco estaba totalmente consciente, despierto y tan enfocado en el Dalai Lama que tuve la sensación que se hundía en el monitor para así, encontrarse con el Dalai Lama. En este momento eran uno solo. Y en este exacto momento la materia de la cual era hecha su amistad no era ni el budismo o la ciencia, era simplemente amor.
Amy, te agradecemos estaentrevista