Human Rights Watch | 19 de junio de 2017
Las autoridades chinas utilizan cada vez más términos de política opacos en la prensa oficial para estrechar su represión en el Tíbet, dijo Human Rights Watch en un glosario ilustrado publicado hoy.
Tíbet: Un Glosario de Represiones explica e ilustra una docena de términos que aparecen benignos o incluso positivos pero que son de hecho usados para asegurar el total cumplimiento y vigilancia por parte de los funcionarios de la gente común tibetana. El glosario incluye términos que se relacionan con el control político y social, tales como “rectificación completa,” “no dejar grietas, ni sombras, ni brechas,” y “”cada aldea una fortaleza, cada uno un vigilante.”
“Orwell mismo hubiese sido presionado duramente para inventar un mejor vocabulario de gestión totalitaria,” dijo Sophie Richardson, directora de HRW en China. “Pero en última instancia, el mensaje de los términos de las autoridades chinas para los tibetanos es claro: la no conformidad política será castigada, severamente.”
Estos términos son usados –y frecuentemente repetidos- no sólo para persuadir poblaciones dentro y fuera del Tíbet, sobre la corrección del Partido Comunista chino gobernante y sus políticas, sino para detener las críticas al Partido y cualquier desafío a su gobierno. Estos términos –algunos de los cuales son explicados de un modo comprensible para el público en general- reflejan un enfoque profundamente represivo del gobierno del Tíbet.
En las áreas tibetanas dentro de China, y particularmente en la Región Autónoma Tibetana (TAR, por sus siglas en inglés), los funcionarios han adherido por mucho tiempo a la política de “mantenimiento de la estabilidad”: una cadena de sistemas de vigilancia policial y administrativa con el objetivo de impedir, controlar o castigar el disenso y el desorden social, usados en toda China, como un modo de erradicar el apoyo al Dalai Lama. Pero cuando una nueva ola de protestas estalló en toda la meseta tibetana en apoyo al Dalai Lama, en la primavera de 2008, los líderes del Partido encargaron a investigadores desarrollar nuevos métodos para impedir futuros conflictos.
Esto llevó a la introducción, de 2011 en adelante, de nuevos mecanismos administrativos y de seguridad en la TAR, incluyendo equipos permanentes de funcionarios instalados como administradores de cada monasterio e institución religiosa, equipos de funcionarios desplegados por tres años en cada aldea para organizar operaciones de seguridad y educación política, y oficinas de grid system establecidas para monitorear y manejar cada barrio o grupo de hogares en cada pueblo y en muchas aldeas.
“Entender términos como ‘rectificación social’ dejan en claro las intenciones de las autoridades chinas en el Tíbet: que la vida y el comportamiento diario esté bajo vigilancia, y cualquier conducta problemática sea identificada y rápidamente castigada,” dijo Richardson.-