En esta jubilosa ocasión del 81er cumpleaños del Gran XIV Dalai Lama, en nombre del Kashag y de los tibetanos de dentro y fuera del Tíbet, el Kashag quiere expresar su más profunda reverencia a Su Santidad el Dalai Lama.
En este mismo día de 1935, siguiendo numerosos símbolos y señales auspiciosos, Lhamo Dhondup nació en la aldea de Taktser, localizada en la región de Amdo, Tíbet, siendo su padre Choekyong Tsering y su madre Dekyi Tsering. Debemos profunda gratitud a los excelentes padres por bendecirnos con su precioso hijo. El nacimiento de Su Santidad el Dalai Lama en los bordes de la meseta tibetana es similar al de previos grandes Lamas y varios Dalai Lamas, quienes eligieron lugares de nacimiento específicos para significar la unidad del Tíbet.
Los tres Grandes Reyes del Dharma del Tíbet unieron el territorio como ningunos otros reyes lo hicieron antes. Después que el Tíbet se desintegró en pequeños reinos, el Gran Quinto Dalai Lama unió todo Tíbet bajo la sola administración del gobierno de Gadhen Phodrang.
Su Santidad el Gran 14º Dalai Lama, incluso a una joven edad, tuvo la visión de un Tíbet fuertemente unido. Entronizado como en 14º Dalai Lama a la edad de cinco años, tuvo que asumir la autoridad espiritual y temporal del Tíbet a la tierna edad de 16 años, cuando la República Popular China ocupó ilegalmente el Tíbet. El joven Dalai Lama constituyó inmediatamente la Comisión de Reforma para encargarse del bienestar de los tibetanos pobres, sin importar sus filiaciones provinciales o religiosas. Esta comisión intrínsecamente ayudó a fortalecer la unidad tibetana.
A la edad de 24 años, cuando los esfuerzos de Su Santidad para una resolución pacífica con China no se materializaron, él declaró la continuación del gobierno del Gadhen Phodrang como el gobierno legítimo del Tíbet y su establecimiento temporario en Lhuntsedzong. Después Su Santidad buscó refugio en India, fue en la ciudad montañosa india de Mussoorie que Su Santidad instituyó el Kashag de la Administración Tibetana en el Exilio, afirmando su compromiso de fomentar la unidad entre los tibetanos. En mayo de 1960, la Administración Central Tibetana fue trasladada a Dharamsala y para asegurar su eficacia administrativa, Su Santidad anunció los portfolios de los Kalons.
El 17 de noviembre de 1959 en Mussoorie y el 1º de julio de 1960, en Dalhousie, Su Santidad compartió su visión de la democracia. Él dijo, “es equivocado y muy peligroso albergar prejuicios entre U-Tsang, Amdo y Kham. Ustedes deben continuar desarrollando la armonía interna y ser tan firmemente unidos como un balón de hierro.” Con un firme compromiso de representar la unidad entre los tibetanos, los líderes de las tres provincias, instituciones monásticas y ex miembros del personal del gobierno de Gadhen Phodrang en Tíbet, se reunieron en Bodhgaya y tomaron el Na-gyen Chenmo (gran juramento) y prometieron una unidad de hierro bajo el liderazgo de Su Santidad el Dalai Lama.
El 2 de setiembre de 1960, los tibetanos eligieron a los miembros del parlamento y subsecuentemente las primeras reuniones parlamentarias fueron realizadas el mismo día, en el que actualmente se conmemora el Día de la Democracia Tibetana. La misma formación del parlamento sobre la base de las tres provincias tradicionales y de las cuatro sectas religiosas y la religión Bon fue para institucionalizar la unidad del pueblo tibetano. Bajo el mismo símbolo, los miembros del parlamento son denominados como Chithue (representante del pueblo), delineando su representación del Tíbet y las aspiraciones comunes del pueblo tibetano, desprovistas de sesgos regionales o sectarios.
Desde los primeros años de historia del exilio Su Santidad sintió la necesidad de crear líderes capaces tanto en las comunidades civiles como monásticas, que proporcionarían una dirigencia capacitada para la causa del Tíbet. Por consiguiente, se le dio la mayor prioridad a la educación y se crearon escuelas tibetanas que fueron establecidas descartando cualquier preferencia por conexiones regionales o sectarias. Fueron establecidos los asentamientos tibetanos, permitiendo a la gente de todas las provincias y sectas ser ciudadanos tibetanos comunes y coexistir pacíficamente. Los monasterios y los conventos fueron establecidos para que los monjes y las monjas pudieran ser educados y ser ante todo, tibetanos. Su Santidad ha trabajado duro para asegurar que esa unidad sea el hilo que une a los tibetanos durante los tiempos difíciles.
La historia del exilio nos cuenta que durante las primeras décadas, ha habido instancias de desacuerdo regional y sectario pero que ellas se han diluido con el tiempo. Desde la década de los 90, y durante dos décadas, la armonía y la unidad entre los tibetanos fueron generalizadas y estuvieron en su máximo. Por consiguiente, en 2011, Su Santidad creyendo en la unidad y la madurez política tibetanas, devolvió su autoridad política al líder elegido.
Sin embargo, durante la ronda final de la elección de 2016 para Sikyong y miembros del Parlamento Tibetano en el Exilio, se incrementaron los rasgos de nacionalismo. Su Santidad se sintió herido como lo dejó claro en su discurso durante la ceremonia de jura del Sikyong de este año. “Me sentí dolorido por ver la degradación moral y las alusiones de prejuicios regionales durante la campaña electoral. Es muy desafortunado. La unidad de las tres provincias tradicionales del Tíbet es de importancia primaria. Por lo tanto, debemos acabar con este retorcido sentido de prejuicios hacia las regiones y movernos como uno solo. Si me consideran su amigo, por favor presten atención a lo que he dicho.”
Este comentario de Su Santidad el Dalai Lama guarda una desconcertante semejanza con los hechos en 1959 y 1960. En lugar de progreso, las elecciones finales mostraron regresión. Los prejuicios regionales fueron no solamente expresados, sino que se llevaron a la acción, creando así discordia. Sin embargo, hay una ventana de oportunidad para nosotros de rectificar nuestros errores y redefinir nuestro destino. Mahatma Gandhi dijo, “tus creencias se convierten en tus pensamientos, los pensamientos se convierten en tus palabras, las palabras se convierten en acciones, las acciones se convierten en hábitos, los hábitos en valores y los valores en tu destino.” Por lo tanto, instamos a los tibetanos de todos los lugares a remover su parcialidad regional o sectaria de sus pensamientos, palabras y acciones porque no podemos permitirnos llevar la agitación a nuestro destino.
Su Santidad nos ha otorgado graciosamente una oportunidad de comenzar de nuevo. El 19 de junio de 2016, en una reunión con tibetanos que viven en California, dijo, “en la reciente elección, aunque ha habido una pequeña tormenta de polvo, el cielo y la tierra son ahora claros y puros.” Todo tibetano debe no sólo prestar atención al precioso consejo de Su Santidad sino también canalizarlo en acción. Ahora que el polvo se ha asentado, tomemos un momento para mirar adelante hacia nuestro futuro con un sentido renovado de convicción, propósito y acción.
Los tibetanos dentro de Tíbet reverencian a Su Santidad como la manifestación de Chenrezig (Buda de la Compasión) y como la vida y el alma del Tíbet. La ola de autoinmolaciones en Tíbet vio a tibetanos pidiendo por el retorno del Dalai Lama al Tíbet. Los tibetanos a lo largo y ancho de las tres provincias, U-Tsang, Kham y Amdo, arriesgándose al arresto y a la prisión, celebraron los 80 años de Su Santidad en el modo más grande posible. Ellos continúan reuniéndose en multitudes para ofrecer oraciones por la larga vida de Su Santidad. Lo menos que podemos hacer es prestar atención a su consejo, manteniendo los principios de unidad y preservando nuestro idioma, nuestra religión y nuestra cultura únicos. La unidad es la única manera de avanzar.
Condenamos con vehemencia al grupo radical de extremistas que llevan el nombre de Shugden que ha estado haciendo esfuerzos concertados para denigrar el trabajo y los logros de Su Santidad. Mientras deploramos las manifestaciones planeadas orquestadas por el gobierno chino contra Su Santidad, declaramos tomar la acción estrictamente posible para confrontar y desafiar este asunto. Asimismo, advertimos sobre los actos de unos pocos individuos que usando las redes sociales se dedican a cometer actos irresponsables para ensayar ataques infundados y maliciosos contra los líderes de la Administración Central Tibetana (CTA, por sus siglas en inglés). Instamos al público a mantenerse cauteloso y vigilante y no ser crédulos ante estos comportamientos antisociales de unas pocas personas con intereses creados.
Cuando el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama se reunió con Su Santidad en la Casa Blanca el 15 de junio de este año, él debatió sobre la crítica situación política de los tibetanos dentro de Tíbet y las implicaciones de la degradación ambiental en la meseta tibetana. El Presidente alentó un diálogo directo y significativo entre Su Santidad el Dalai Lama y sus representantes con las autoridades chinas, para bajar las tensiones y resolver las diferencias. El Presidente también dio la bienvenida al liderazgo de Su Santidad en los temas del cambio climático, y expresó apoyo a sus esfuerzos para aumentar la conciencia en la importancia de limitar el calentamiento global, incluyendo la protección de los glaciares de los Himalayas y el medioambiente de la meseta tibetana.
El presidente Obama enfatizó su firme apoyo a la preservación de las tradiciones religiosas, culturales y lingüísticas únicas del Tíbet y la protección de los derechos humanos del pueblo tibetano. El Presidente elogió el compromiso de Su Santidad el Dalai Lama con la paz y la no violencia y expresó su apoyo al enfoque del “Camino del Medio” de Su Santidad. La CTA agradece profundamente al presidente Obama y al gobierno de los EE.UU. Nos mantenemos firmemente comprometidos con la Política del Camino del Medio y tomaremos medidas concretas para asegurar que el diálogo con China tenga lugar en el futuro cercano.
Mundialmente, Su Santidad el Dalai Lama es reconocido como un mensajero de la paz y precursor de la esperanza y la armonía por lo que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. La Medalla de Oro del Congreso de los EE.UU., le fue conferida por sus esfuerzos hacia la concreción de un mundo, una humanidad y un medioambiente. El premio de la Tierra de la ONU le fue otorgado a Su Santidad por sus esfuerzos por preservar el medioambiente mundial. Durante las décadas pasadas, Su Santidad ha visitado 67 países abarcando seis continentes y ha escrito más de 100 libros, abogando por la paz y la armonía mundial. La magnanimidad de Su Santidad y sus logros pioneros han proporcionado un firme apoyo para la causa del Tíbet.
En esta ocasión tan especial, extendemos nuestra profunda gratitud a los ciudadanos y al gobierno de este gran país que es la India, por su continua hospitalidad e inquebrantable apoyo hacia el pueblo tibetano. También expresamos nuestro sincero agradecimiento a todos los gobiernos, parlamentarios, amigos del Tíbet y a las personas amantes de la libertad de todo el mundo, que apoyan la causa del Tíbet.
Expresamos nuestra más profunda gratitud a Su Santidad el Gran Decimo Cuarto Dalai Lama por su presencia benevolente entre nosotros. Con inmenso respeto, oramos por su larga vida, hasta la edad de ciento trece, como graciosamente ha expresado él. Reafirmamos nuestra inquebrantable lealtad y devoción hacia él. Puedan todos sus deseos ser satisfechos. Pueda la causa no violenta del Tíbet vencer.-
El KASHAG
Julio 6, 2016