TibetanReview | 15 de diciembre de 2015
La embajada británica en Beijing ha sido criticada por afirmar que el gobierno chino ha estado hacienda esfuerzos para mejorar su historial de derechos humanos, solo un día después que el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura, de Ginebra, la condenara por su pésimo historial en el tratamiento de detenidos en un inusualmente largo y detallado informe de 16 páginas. En una declaración conmemorando el Día Mundial de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre, la embajada elogió a China por lo que dijo eran sus intentos por mejorar los derechos civiles y políticos de sus ciudadanos.
El pronunciamiento británico se posiciona en completo contraste con las críticas de las embajadas de Estados Unidos, Alemania y Canadá en Beijing, de esta semana, sobre su historial de derechos humanos, informó The Guardian, el 11 de diciembre. Por ejemplo, se señaló que el embajador de Canadá en Beijing, Guy Saint-Jacques, había dicho que él “había sido testigo de un preocupante aumento del número de ciudadanos chinos encarcelados, simplemente por expresar pacíficamente sus opiniones, así como también de intentos por silenciar las críticas de fuera de China.”
También el embajador de Estados Unidos en Beijing, Max Baucus, ha acusado a Beijing por tratar a activistas pacíficos y a los abogados de derechos humanos como “enemigos” y cuestionó su compromiso con el estado de derecho en su declaración. “Seguimos preocupados acerca de la represión contra los abogados de derechos humanos y de otros que buscan contribuir pacíficamente con sus opiniones al discurso público sobre el futuro de China. En algunos casos, estos ciudadanos chinos han sido detenidos en lugares secretos sin acceso a sus familias o a sus abogados. Esto es profundamente alarmante y pone en entredicho el compromiso de China con el estado de derecho.”
Por otro lado, la embajada británica afirmó en una declaración: “China lo ha tomado con calma para proteger mejor los derechos civiles y políticos, aboliendo la reeducación en campos de trabajos forzados. Las reformas en curso tienen por objeto producir un sistema judicial más transparente y profesional.” Pero los críticos han señalado que la abolición de dicha reeducación no ha hecho diferencia alguna; que los mismos establecimientos siguen operando con diferente nombre, mientras que los centros de detención ilegales, “cárceles negras”, continúan floreciendo con impunidad.
Hu Jia, uno de los más francos activistas por los derechos humanos que todavía vive en China, ha dicho que estaba anonadado por la “inaceptable” declaración de la embajada, agregando que lo sentía como un informe del Global Times.*
Sophie Richardson, la directora de Human Rights Watch de China, también ha criticado al Reino Unidos por aparentemente permitir que China determine su política de derechos humanos. “Aparentemente el Reino Unido ha conseguido tanto austeridad como claridad en su política de derechos humanos hacia China, al permitirle a esta escribir la declaración de derechos humanos del Reino Unido.”
*N del T.: Periódico alineado con el Partido Comunista de China