The New York Times (Asia Pacífico) | Por Edward Wong | 11 de noviembre de 2015
BEIJING – El Partido Comunista Chino en el Tíbet central está proponiendo escudriñar los corazones de sus miembros para cazar a devotos secretos del Dalai Lama o personas que secretamente mantengan creencias religiosas.
Esta aparentemente difícil misión fue ordenada por el jefe de la Región Autónoma del Tíbet, Chen Quanguo, en una sesión de preguntas y respuestas publicada online por la agencia central anticorrupción y de disciplina del partido.
“Debemos castigar severamente a aquellos funcionarios y miembros del partido que no tienen firmes creencias e ideales, que no comparten la misma mentalidad que el partido y la gente, que tienen ‘dos caras’ cuando se trata de la importante cuestión de lo qué está bien y lo qué está mal,” dijo Chen, según la transcripción de dicha sesión que fue publicada el lunes.
Chen dijo que era importante ir detrás de los miembros del partido que “fingen no ser religiosos pero que en efecto lo son” y de aquellos que “siguen la camarilla del 14º Dalai Lama”. Enfatizó que los investigadores del partido deberían buscar a los miembros que han ido a la India, donde vive el Dalai Lama, para “rendirle culto” o aquellos que envían a sus hijos u otros parientes a escuelas dirigidas por el Dalai Lama.
Hay escépticos con este enfoque. El Global Times, un periódico nacionalista, dirigido por el Estado, publicó un artículo en su edición en inglés citando a un experto que vive en el Tíbet, quien dijo, en palabras citadas por el diario, que “es difícil identificar a tales personas porque el separatismo es un tema ideológico y es usualmente difícil de detectar durante el reclutamiento simplemente a través de sus palabras o acciones.”
El experto también dijo, siempre según las citas del periódico, que el Dalai Lama “ha estado desodorizando su imagen, y que los gobiernos locales deben proporcionar más información de sus actividades en una manera transparente y abierta.” El Global Times no nombró al experto.
El partido ha calumniado al ampliamente reverenciado Dalai Lama, de 80 años, el líder espiritual tibetano, desde que huyó a India en 1959, diciendo que está maquinando la independencia tibetana, aun cuando él ha insistido que quiere solo autonomía para los tibetanos, como está garantizada en la Constitución china. La imagen del Dalai Lama está generalmente prohibida en China y las regiones tibetanas, a pesar de que ocasionalmente los funcionarios permiten que la gente la exhiba abiertamente.
Cada año, muchos tibetanos e incluso algunos han étnicos, el grupo dominante en China, tratan de ir a Dharamsala, India para buscar las bendiciones del Dalai Lama o escucharlo hablar. Muchas instituciones budistas de enseñanza han sido establecidas por tibetanos en Dharamsala.
Desde el levantamiento generalizado de los tibetanos de 2008, los funcionarios chinos intentaron tomar medidas drásticas en la frontera entre Tíbet y Nepal para impedir a la mayoría de los peregrinos tibetanos salir a una popular ruta. En 2012, fuerzas de seguridad del Tíbet detuvieron a cientos de personas que retornaban de la ceremonia religiosa del Kalachakra en India, que había sido presidida por el Dalai Lama. Dicha ceremonia es realizada a veces en India, y algunos oficiales hacían la vista gorda ante los tibetanos que buscaban asistir, pero la detención en masa de 2012 mostró que Chen, un Han étnico, y otros líderes regionales estaban intentando tomar una línea dura.
Chen dijo en la sesión antedicha que los funcionarios de la Región Autónoma del Tíbet, que incluye a Lhasa y la meseta tibetana, habían descubierto 19 casos de violaciones a la disciplina política y que habían castigado a 20 personas. “En 2015, ni una persona de la Región Autónoma del Tíbet ha ido a las sesiones de oración del 14º Dalai Lama,” dijo.
En agosto, una publicación oficial del Departamento de Organización del partido, que maneja las publicaciones de los miembros del partido, dijo que el partido estaba haciendo más estricta la disciplina. La publicación, China Organization and Human Resources News, dijo que el partido habría hecho pública una política llamada “los 6 no terminantes” que describen el criterio para rechazar potenciales miembros del partido o funcionarios. Entre ellos están los que han ido al extranjero para “rendir culto” al Dalai Lama o para asistir a sesiones de oración o enseñanzas, así como aquellos que “intencionalmente fabrican conflictos étnicos o perturban la unidad étnica.”
Aunque el partido denuncia al Dalai Lama, ha insistido en que él debe reencarnarse después de su muerte, refutando las declaraciones del actual Dalai Lama sobre que él puede ser el último. El partido está tratando de controlar el proceso de la reencarnación, para que se pueda dar el título de Dalai Lama a alguien a quien pueda controlar, como lo ha hecho con el Panchen Lama.
Hace dos décadas, los funcionarios se llevaron a un niño de 6 años de edad, Gendun Choekyi Nyima, de su casa en el Tíbet tras que el Dalai Lama dijera que era la reencarnación del Panchen Lama, la segunda figura en importancia de la escuela gelugpa del budismo tibetano. El partido, a continuación, colocó a su propio niño como la reencarnación.
En el mes de setiembre, un oficial del Departamento de Trabajo del Frente Unido del partido en el Tíbet, Norbu Dunzhub, hizo una rara referencia al muchacho que había desaparecido en 1995, que ahora tiene 26. El funcionario señaló que “está siendo educado, que vive una vida normal, creciendo saludablemente y no quiere ser molestado”.-
Original article in English: http://www.nytimes.com/2015/11/12/world/asia/communist-party-in-tibet-aims-to-punish-dalai-lama-followers.html?smid=tw-share&_r=1