International Campaign for Tíbet | 4 de junio de 2015
Imagine un país donde se le está negando abiertamente a las minorías étnicas el derecho a registrarse en hoteles y recibir pasaportes. Imagine un país donde un abogado en derechos humanos de la mayoría étnica, llama “ridículas” a este tipo de políticas. Y finalmente, imagine un país donde la acusación criminal de “incitación a la violencia étnica” que sigue de inmediato es llevada contra el abogado por oponerse a estas políticas, y no contra las agencias de gobierno responsables de instituirlas.
El abogado es Pu Zhiqiang, un hombre inteligente y firme, cuyo compromiso en defender los derechos se retrotrae a su participación en el movimiento de la Plaza Tiananmen de 1989. Él ha defendido tibetanos de alto perfil, incluido Karma Samdrup, y Perry Link describió así sus resultados con las minorías de la RPC:
En sus comentarios sobre uigures y tibetanos, Pu intentó apreciar cómo las minorías étnicas ven las cosas, no ideológicamente sino los temas prácticos de la vida cotidiana. Él se entero sobre una nueva regulación ordenando que los templos budistas del Tíbet colgaran retratos de los principales líderes chinos –todos Han- y que la razón sostenida para el movimiento es “disipar la conciencia religiosa”. Él publicó: ¿Están locas las cabezas de los Han? ¿O solo los que están a la cabeza de los Han?”
La última palabra es que Pu rechazó los cargos por infundados desde su celda en un centro de detención, pero parece poco probable que un juez elegido por el Partido, concuerde con ello, como nos recuerda Andre Jacobs del New York Times, que en 2013 las cortes chinas tuvieron un índice de absolución de solo 0.007%. Jacobs se refirió a los expertos legales que dicen que el asunto se centra en “Un poder judicial conducido por el partido, un sistema en el que la policía, los fiscales y los jueces trabajan juntos para asegurar las sentencias”. Las consecuencias podrían ser serias para Pu, que enfrentaría una sentencia de prisión de 8 años. La evidencia presentada por el gobierno como prueba de su incitación al odio étnico proviene de un puñado de publicaciones en Weibo, el equivalente (chino) de los tuits.
Mientras tanto, los tibetanos encuentran difícil salir del país, y difícil estar en él también. La libertad de movimiento es uno de los más básicos y fundamentales derechos humanos, algo consagrado tanto en la Declaración Universal de Derechos Humanos (de la que China es signataria) como en la primera Constitución de la República Popular China (aunque fue removido más tarde, después de la institución del sistema de hukou). Las restricciones en los pasaportes, que están implementadas en algunos lugares al requerir a los tibetanos que dejen sus viejos pasaportes para luego negarles los nuevos en masa, son completamente diferentes a la forma en la que el Partido Comunista trata a los chinos. El viaje doméstico se ha convertido en una dificultad, los tibetanos que viven fuera de la Región Autónoma del Tíbet (TAR, por sus siglas en inglés) encuentran difícil o imposible visitar la TAR, y los tibetanos dentro de la TAR encuentran nuevas restricciones en sus movimientos dentro de su propia región “autónoma”. “No podemos aceptar tibetanos” dijo a Radio Free Asia un empleado de un hostal a Radio Free Asia. “Está claramente indicado en las regulaciones de la policía”.
Al elegir acusar a Pu mientras continúa la práctica de una discriminación estructural, el Partido deja claro que en su opinión el “odio étnico” no es incitado por aquellos que violan los derechos de las minorías étnicas de China, sino por quienes llaman a terminar con estas violaciones. Es una visión que refleja la posición absolutamente dominante que sostiene el Partido Comunista chino, que no deja espacio a la opinión de las minorías, algo diametralmente opuesto a lo que Pu opinó sobre los tibetanos y uigures.
Didi Kirsten Tatlow escribió recientemente desde una escuela elemental china donde se les enseña a los estudiantes recursos mnemotécnicos sobre el sanguinario pueblo japonés, y donde los padres reflexionan sobre que “los tibetanos son considerados gente inferior y que esas personas supuestamente inferiores nunca van a llegar a liderar a China”. en la China de Xi Jinping se está mucho menos propenso a verse envuelto en problemas por “incitar a la violencia étnica” por decir algo como eso que por hacer un comentario sobre ello.-
*Hukou: sistema de registro de personas que además de sus datos filiatorios, las identifica como pertenecientes a una zona determinada