ICT | 11 de diciembre de 2014
Un debate sustancial sobre el Tíbet tuvo lugar en el parlamento del Reino Unido el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos y del 25º aniversario de la entrega del Premio Nobel de la Paz al Dalai Lama.
El debate en la Cámara de los Comunes, se abrió por el miembro del parlamento Fabian Hamilton, quien es el presidente del Grupo por el Tíbet de Todos los Partidos en el Parlamento. Fue el primer debate sobre el Tíbet en el parlamento británico en tres años y el segundo desde 2008. Como un debate previo al receso por las fiestas navideñas, el gobierno tenía el deber de responder y el ministro de la oficina de Exteriores británica, Hugo Swire, hizo una declaración en respuesta a los diputados, en la que dijo: “El tema concita tal interés en toda la Cámara que merece más de una hora y media en el Palacio Westminster, y sería bueno que pudiéramos retornar al mismo”.
Matteo Mecacci, presidente de la Campaña Internacional por el Tíbet, dijo: “El debate envió una importante señal de que la situación es un asunto de seria preocupación en el Reino Unido, el que tiene una relación histórica única con el pueblo tibetano. Gran Bretaña fue el único país que tuvo relaciones diplomáticas con el Tíbet independiente. Mientras la discusión fue amplia y sustancial, la respuesta del gobierno a los representantes fue inadecuada, reafirmando su posición en lugar de reivindicar el uso de la influencia del Reino Unido sobre China en un asunto de interés. A la luz de la agresiva diplomacia de China hacia el Reino Unido, recientemente, por ejemplo sobre Hong Kong, un enfoque más fuerte hacia China en el tema Tíbet y otros temas, está en última instancia en el interés del Reino Unido”.
En una larga declaración hecha en respuesta, en la que mayormente se reitera la posición del gobierno del Reino Unido sobre Tíbet, Hugo Swire dijo: “”El Dalai Lama es reconocido en todo el mundo como una importante figura religiosa y estimado Premio Nobel, habiendo sido premiado con el premio de la paz en 1989. Dado que él ha declarado públicamente que no busca la independencia del Tíbet, nosotros alentamos al gobierno chino y a los grupos tibetanos interesados, a buscar una resolución pacífica a sus diferencias, a través de la reanudación del diálogo”. Swire hizo una mención específica al caso de Tenzin Deleg Rinpoche, un respetado Lama que cumple una pena de prisión perpetua, diciendo que el Reino Unido había planteado el caso a Beijing e instado al gobierno chino a considerar la “libertad condicional por razones médicas”.
El ministro negó que el gobierno del Reino Unido estuviera comprometiendo su posición sobre el Tíbet y los derechos humanos debido a intereses comerciales, diciendo: “Rechazo totalmente el punto de que de algún modo estamos subyugando nuestros principios sobre derechos humanos al dinero chino”.
Destacados comentaristas británicos han cuestionado el enfoque del Reino Unido hacia China, particularmente desde las visitas a China del primer ministro, David Cameron y el canciller, George Osborne, el año pasado. Hubo preocupación de que la austeridad que golpeó a Gran Bretaña hubiera comprometido su ventaja como fuerte miembro de la Unión Europea, así como su competitividad en los negocios, a través de la falta de un debate nacional y la no firma de reciprocidad en una serie de nuevas inversiones chinas en el Reino Unido, incluyendo la propuesta de China como mayor accionista en la industria de energía nuclear de Gran Bretaña. Se plantearon preguntas sobre la relación con un partido, cuyos valores, intereses y prácticas están claramente en desacuerdo con la democracia británica.
El enfoque del Reino Unido hacia China fue blanco de críticas en el debate sobre el Tíbet, con la diputada Kate Hoey diciendo: “A menos que nos pongamos de pie frente a China, como Unión Europea o como país, esta no cederá a nada excepto la fuerza, no estoy sugiriendo que invadamos China, pero estoy sugiriendo que comencemos a decir lo que decimos.
Palabras cálidas han salido de todos los gobiernos, incluso este y el previo. China tiene un historial terrible en derechos humanos, no solo en el Tíbet, sino en toda China. Quiero que el ministro subraye claramente qué más le tiene que hacer el gobierno chino al pueblo del Tíbet antes de que el gobierno británico diga “basta”.
El miembro del parlamento Fabian Hamilton, quien dirigió el debate, apuntó los peligros del nuevo “antiterrorismo” manejado en el Tíbet, afirmando: “Desde el pasado mayo, luego de las matanzas de Xinjiang, una extensa lucha contra el terrorismo se ha lanzado por parte del gobierno chino y se ha expandido a toda China, incluyendo el Tíbet. En el Tíbet, las autoridades chinas han organizado ejercicios militares a gran escala, intensificando la seguridad en la frontera, y están realizando ejercicios de entrenamiento para las tropas en respuesta a las autoinmolaciones y para tratar los problemas en los monasterios, a pesar de la ausencia de cualquier insurgencia violenta en el Tíbet. Las respuestas armadas a las protestas, incluso el asesinato con impunidad y la tortura y el encarcelamiento de individuos, se han convertido en causa de inestabilidad y son por lo tanto profundamente contraproducentes”. Hamilton, que planteó los casos de varios cantantes tibetanos encarcelados por sus canciones, instó al gobierno británico a “reforzar las políticas hacia China y Tíbet, y ser más robusto, con una postura clara y directiva en cuanto a derechos humanos, sociedad civil y derechos democráticos”.