Radio Free Asia
10 de diciembre de 2014
Autoridades de Beijing detuvieron el miércoles a cientos de activistas después que ellos se reunieran fuera de las oficinas de las Naciones Unidas y otros importantes edificios de Beijing, pidiendo que el gobernante partido comunista chino defendiera los derechos humanos.
Los solicitantes y los activistas de derechos humanos convergieron en las oficinas de las Naciones Unidas, oficinas de reclamos nacionales y otros puntos de referencia, el miércoles, en una demanda por poner de relieve las violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno y los cuerpos de seguridad.
Otros arribaron a la Plaza de Tiananmen, o repartieron panfletos en el transporte público, pidiendo al gobierno que protegiera los derechos humanos consagrados en la Constitución de China.
Todos fueron detenidos por la policía y llevados a Jiujingzhuang, un centro de detención extrajudicial en las afueras de Beijing, se le dijo a RFA.
Yu Nanzhe, un demandante de la provincia oriental de Jiangsu, dijo que él había arribado a la sede de la ONU en Liangmahe, temprano en la mañana.
“Había mucha policía en Liangmahe” dijo Yu. “Estaban esperando por nosotros tan pronto como salimos del subte”.
“Ellos nos tomaron por los brazos y nos empujaron al bus y nos llevaron a Jiujingzhuang”, dijo. “Había un bus tras otro viniendo a Jiujingzhuang, todos repletos de gente”.
Yu dijo que él personalmente contó 29 buses, cada uno llevando unas 40 o 50 personas.
“Hubo al menos unos miles de personas traídas aquí, en buses hoy” dijo. “Todos ellos eran manifestantes”.
“Yo fui traído a la puerta central de la cárcel alrededor de las 11 am, y tuve que hacer fila hasta las 2 pm, antes de entrar” dijo.
‘La única opción que quedaba’
Un segundo manifestante detenido, de Jilin, Zhang Jixin, dijo que todos los manifestantes habían acudido para celebrar el Día de los Derechos Humanos.
“Pensamos que iríamos hacia una organización global de derechos humanos en el Día Mundial de los Derechos Humanos” dijo Zhang en una entrevista desde Jiujingzhuang.
“Parecía ser la única opción que nos quedó”.
Él dijo que también fue rápidamente detenido a la salida de la estación de subte. “Ni siquiera alcancé el puente peatonal, cuando una gran cantidad de policías me detuvieron de ir más lejos”, dijo Zhang.
“Les dije, ‘mi derecho a un debido proceso legal me ha sido arrebatado dentro de mi propio país, por eso quiero a una corte internacional’” contó.
“Podemos ser manifestantes, pero somos patriotas, y solo queremos justicia en nuestro país, y el estado de derecho”, agrego Zhang. “Sabíamos que era una opción peligrosa”.
“La policía me dijo que no importaba lo que estuviera haciendo, que tenía que estar en el autobús y que entonces ellos nos llevaría a Jiujingzhuang”.
Ejército de demandantes
El ejército de demandantes chinos persigue quejas sobre el gobierno, el que a menudo durante décadas recurrió a detenciones extrajudiciales en “cárceles negras”, abusos físicos, y otras formas de malos tratos.
Ellos dicen que están cada vez más acorralados por las cortes del país, y a cambio inundan al sistema de peticiones del gobierno “cartas y visitas”, con más de 20 mil nuevas quejas por día, según las cifras dadas a conocer en noviembre de 2013.
Según el sitio web de derechos humanos Tianwang, de Sichuan, más de 500 personas fueron detenidas por la policía, fuera de un edificio de la ONU en Beijing, el miércoles.
Se dice que más de una docena de manifestantes fueron también detenidos en la Plaza de Tiananmen y llevados a una comisaría cercana.
En 1950, la Asamblea General de la ONU declaró que 10 de diciembre sería el Día de los Derechos Humanos, en un intento por promover la Declaración Universal de los Derechos Humanos a los “pueblos del mundo” como un estándar común.
En una declaración en el sitio web oficial de la ONU, el miércoles, el Secretario General Ban Ki-moon pidió a los Estados miembros de todo el mundo que honren sus obligaciones con sus ciudadanos.
“Las violaciones a los derechos humanos son más que tragedias personales. Ellas son campanas de alarma que pueden advertir sobre una crisis mucho mayor”, dijo Ban.
“Nosotros estamos concentrados en las respuestas a las violaciones, antes de que ellas degeneren en atrocidades en masa o crímenes de guerra”.
Hago un llamamiento a la gente a exigir a sus gobiernos que asuman su responsabilidad. Y pido protecciones especiales para los defensores de los derechos humanos que sirven con valentía a nuestra causa colectiva”, dijo.
Prisioneros de Conciencia
Dos grupos de derechos humanos publicaron el miércoles una lista de 83 ciudadanos chinos que actualmente están cumpliendo un tiempo en prisión por expresar públicamente sus opiniones políticas.
Entre ellos se incluye al Premio Nobel de la Paz de 2010, Liu Xiaobo y otros 27 acusados con cargos vinculados a la “Carta 08”, un documento de reforma política.
Los grupos dijeron que la administración del presidente Xi Jinping ha puesto en marcha una represión severa y de largo alcance de los ciudadanos y activistas sociales, desde que tomó el poder en noviembre de 2012.
Hay ciudadanos que continúan detenidos por participar en el movimiento Nuevos Ciudadanos, en las protestas callejeras por libertad de prensa fuera del periódico de Guangzhou, Southern Weekend, en enero de 2013, por apoyar el movimiento pro democracia Occupy Central de Hong Kong y por conmemorar el 25º aniversario de la represión del 4 de junio de 1989, dijeron los grupos.
Se dijo que los defensores de los derechos humanos y activistas pro democracia, abogados, trabajadores de las ONG, periodistas e intelectuales han estado todos en la mira.
Nueva represión
El activista en derechos humanos residente en Beijing, Hu Jia dijo que la represión había comenzado en el primer año de la presidencia de Xi.
“Nos habíamos dado cuenta ya, que esto iba a ir mucho más allá de lo que la administración de Hu Jintao y Wen Jiabao habían hecho en los 10 años previos”, dijo Hu Jia.
“Y los arrestos han sido más abundantes y rápidos en los pasados dos meses de este año, especialmente desde el comienzo de Occupy Central en Hong Kong, el 28 de setiembre”, dijo.
“Lo que es más, ellos no están permitiendo que se reúnan con sus abogados”.
En Hong Kong, el Centro de Información para los Derechos Humanos y la Democracia dijo que el laureado con el Nobel, Liu, está actualmente escribiendo un libro mientras cumple su sentencia de prisión en la cárcel de Jinzhou, en el noreste de la provincia china de Liaoning.
Pero las autoridades han dejado claro que él no podrá llevar el manuscrito consigo después de su liberación, dijo el centro en una declaración.
Liu, de 58 años, un crítico literario y ex profesor, fue premiado con el Premio Nobel de la Paz en 2010 “por su larga lucha no violenta por los derechos humanos fundamentales en China” en una decisión que enfureció a Beijing.
Su esposa, Liu Xia, de 55 años, permanece incomunicada y bajo estricto arresto domiciliario en la casa de ambos en Beijing, donde ella ha permanecido desde que fue anunciado el premio a su marido.-