BBC
4 de febrero de 2014
La parlamentaria escocesa Maureen Watt, representante del Partido Nacional de Escocia, dijo en el Parlamento Escocés que en los pasados tres años, al menos 127 tibetanos se han prendido fuego en protesta contra la opresión de su religión y cultura por parte de los chinos.
Ella describió aspectos de la opresión china en temas como “las libertades religiosas, el derecho al idioma, el acceso al empleo y la destrucción de los recursos de agua y las tierras de pastoreo así como los proyectos de minería en gran escala”.
China anexó el Tíbet en 1950, llevando a que su jefe de Estado –el Dalai Lama- estableciera su gobierno en el exilio en 1959.
El Dalai Lama afirma que la ocupación china ha llevado a la muerte de 1.2 millones de habitantes, a la supresión de la identidad cultural tibetana y a la destrucción de la mayoría de los monasterios de la región.
China refuta estas afirmaciones y mantiene que su soberanía sobre el Tíbet es de siglos.
Watt apoya el trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y los esfuerzos por ejercer presión sobre China para mejorar los derechos humanos de los tibetanos.
Ella elogió el trabajo llevado a cabo por el Centro Escocés para los Estudios de los Himalayas de la Universidad de Aberdeem y al grupo Grampian de apoyo al Tíbet, por poner de relieve los derechos humanos y apoyar los lazos culturales y educativos con el Tíbet.
La Secretaria de Cultura, Fiona Hyslop dijo: “Déjenme ser clara, el gobierno escocés condena los abusos a los derechos humanos dondequiera que estos ocurran y defender los derechos civiles y políticos básicos es un deber central de este Estado”.
Hyslop continuó diciendo que el gobierno escocés “está comprometido en participar con el gobierno chino en el asunto de derechos humanos” y “respetar los derechos humanos y el estado de derecho es uno de los cuatro principios rectores” del gobierno escocés en cuanto a su estrategia con China, con la que pretende afianzar relaciones.-