Betsy McKay
The Wall Street Journal
26 de noviembre de 2013
Hay pocos premios en el campo del tratamiento de la tuberculosis, donde los médicos pueden pasar años tratando de curar en los pacientes, solo para ver como muchos mueren. Tsetan Sadutshang pareció ser uno de los elegidos cuando en octubre se le dijo por parte de la organización que supervisa el premio Kochon –prestigioso honor para las mayores contribuciones en la lucha contra la tuberculosis- que el programa antituberculosis que él dirige había sido seleccionado como ganador.
Con sede en un hospital en Dharamsala, India, a los pies de los Himalayas, el Programa Tibetano de Control de la Tuberculosis trata a tibetanos en el exilio así como a pacientes indios. A pesar de los altos índices de tuberculosis y la resistencia a las drogas contra la misma, en la comunidad, el programa dice que el 93% de sus pacientes se confirmaron curados o en buenas condiciones después del fin de su tratamiento.
“Nosotros tenemos unos de los más altos índices en tuberculosis del mundo” dijo el Dr.Sadutshang, jefe médico del Hospital Tibetano Delek y médico personal del Dalai Lama. “Uno de los mayores problemas de salud en la comunidad tibetana es la tuberculosis”.
Pero al programa del Dr. Sadutshang no le fue otorgado el premio, en un giro de los acontecimientos que ilustra la colisión entre la política y la salud pública.
Mientras que el comité de selección del premio Kochon de expertos en tuberculosis eligió el programa tibetano, según fuentes cercanas al proceso de selección, el ganador debe ser aprobado por la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan. Un portavoz de la OMS confirmó esto y dijo que la administración de la OMS, que asesora a la directora general, no aprobó la elección debido a que el hospital tiene vínculos con el gobierno en el exilio tibetano. La Administración Central Tibetana, como se conoce a esa entidad, no es reconocida por las Naciones Unidas. La OMS es la agencia de salud pública de las Naciones Unidas. “La OMS no es capaz de reconocer una entidad que no es a su vez reconocida como una autoridad legal por la ONU”, dijo el portavoz de la OMS Gregory Hartl, en respuesta a una pregunta. Dijo que la selección del comité del premio fue revisada por el departamento jurídico de la administración de la OMS.
China también objetó la elección del ganador, según personas allegadas al proceso de selección, llamando al programa contra la tuberculosis, una entidad política porque está vinculado al gobierno en el exilio, una organización que China afirma que amenaza su soberanía sobre el Tíbet. La Misión Permanente de China en Ginebra no respondió un pedido de comentar si se habían planteado preocupaciones.
La controversia refleja los desafíos diplomáticos que enfrenta la OMS, mientras trata de combatir la tuberculosis y otros problemas de salud a nivel mundial. El premio Kochon es financiado por la Fundación Kochon, una organización sin fines de lucro de Corea del Sur, y los ganadores son seleccionados por Stop TB Partnership, un organismo internacional que integra la OMS, con sujeción a sus normas. Miembros de Stop TB Partnership no quisieron hacer comentarios. La Fundación Kochon no respondió a un correo electrónico solicitando comentarios. El estado de selección del ganador de este año es ahora incierto, dijeron las personas cercanas al proceso.
El Dalai Lama es un mecenas del Hospital Tibetano Delek, las personas asociadas al hospital dicen que esto significa que él respalda y apoya, pero no supervisa sus actividades. Tres funcionarios de la Administración Central Tibetana sirven en su consejo de administración, incluido el Ministro de Salud como presidente de la Junta. Pero el programa antituberculosis está registrado como una organización de caridad en la India y su administración es “completamente autónoma”, dijo el Dr. Sadutshang. Dijo que el programa no toma el dinero de la ACT, financiando su presupuesto de alrededor de usd 200.000 al año, mediante pequeñas subvenciones de programas no gubernamentales y donantes individuales. Consigue algunos medicamentos contra la tuberculosis del programa antituberculosis de la India.
“Nosotros tenemos una relación con la Administración Central Tibetana, pero para todos los propósitos prácticos, somos independientes” dijo el Dr.Sadutshang, quien había planeado viajar a París para recibir el premio.
El premio de usd 65 mil hubiera sido compartido con otro ganador, habría ayudado al programa tibetano en el tratamiento de los pacientes y posiblemente para solicitar subvenciones de agencias más importantes, dijo Kunchok Dorjee, quien dirigió el programa hasta setiembre y ahora lo asesora, mientras está en la escuela de graduados. “Hubiera sido de gran ayuda para nosotros llevar nuestro programa y salvar muchas vidas” dijo.
“Es una violación a la misión del premio, el negarlo a un programa que está salvando las vidas de un alto número de gente pobre” dijo Mark Harrington, director ejecutivo del Treatment Action Group, un comité de expertos que investiga el SIDA, que también se ocupa de temas relativos a la tuberculosis.
Los tibetanos estuvieron alguna vez relativamente protegidos de la tuberculosis, pero ahora decenas de miles viven en el exilio en la India, Nepal y otros países, y el germen se transmite fácilmente en sus comunidades. La tuberculosis resistente a los medicamentos es cada vez más común, alimentada en parte por una población migrante que es difícil de tratar.
La incidencia de la tuberculosis entre los tibetanos en la India fue de 461 por 100.000 en 2010, según el programa del Dr. Sadutshang. Eso se compara con la incidencia entre todos los indios, que la OMS estima en alrededor de 176 por 100.000 en 2012.
El programa cuenta actualmente con alrededor de 300 personas en tratamiento, dijo el doctor Dorjee. Se tienen alrededor de 200 casos nuevos al año, alrededor del 14% de los cuales tienen formas resistentes a los medicamentos de la enfermedad, incluyendo algunas que requieren largas dosis de medicamentos caros, dijo.-