Tibet.net
23 de octubre de 2013
NUEVA YORK: Su Santidad el Dalai Lama se reunió con un grupo de 24 académicos, escritores y poetas chinos el lunes, para debatir la promoción de la ética secular, particularmente en relación a China.
El orador inicial dijo que estaba participando como escritor, no como disidente, preocupado por la declinación de los valores éticos en China, que él culpó a varios factores, el totalitarismo entre ellos. Su Santidad respondió que la intención de la reunión no era abiertamente política, aunque podía ser inevitable que tuviera implicaciones políticas.
Describió al pueblo chino como realista y muy trabajador. También expresó admiración por el principio marxista de distribución igualitaria, pero que sentía que esto había sido estropeado por la obsesión leninista del poder. Observó que cuando Mao Zedong estaba operando fuera de las cuevas de Yan´an, él parecía haber estado motivado por el marxismo original, pero que después de 1955-56 el manejo del poder se volvió predominante. Mientras China se volvió cada vez más materialista, el socialismo dio paso al capitalismo. Esta actitud materialista ha resultado en preocupaciones materialistas que eclipsaron los valores internos.
Su Santidad dijo: “Personalmente, en lo que concierne a la teoría socio-económica, soy marxista, pero quizá un marxista budista. El desarrollo material solo no puede resolver los males de la sociedad y, desafortunadamente, China no tiene democracia ni prensa libre. Si el socialismo hubiera sido implementado en serio, no habría brecha entre los ricos y los pobres en China. Esto es algo sobre lo que tenemos que pensar.
“El año pasado un grupo de chinos vinieron a verme. Algunos de ellos estaban bien vestidos, pero un anciano era un aldeano de Henan. Sus ropas estaban deshilachadas y los otros lo trataban con condescendencia. Dado que tiendo a apoyar al perdedor, le presté más atención a él y le pregunté sobre las condiciones en su aldea. Me dijo que eran muy malas, mencionando que en épocas de problemas los líderes solo se preocupaban del dinero y del poder, e ignoraban la ley. Los aldeanos comunes no tienen a nadie a quien pedir ayuda. En varias reuniones que he tenido con él, Chen Guangcheng me ha contado también los problemas que enfrentan los granjeros en China”.
Su Santidad remarcó que el sistema judicial chino necesita ser elevado a niveles internacionales. Declaró que la censura en China es inmoral, diciendo que 1.3 billones de personas en China tienen derecho a saber sobre la realidad en la que viven y que son muy capaces de juzgar lo bueno y lo malo. La censura en China es moralmente indefendible y muestra desdén por la gente común. La exhortación de Deng Xiaoping de buscar la verdad de los hechos es admirable, pero los hechos deberían ser genuinos. La gente necesita estar informada sobre la realidad.
“China no es solo el país con mayor población del mundo, también tiene una larga historia. Tiene el potencial de contribuir positivamente a la comunidad internacional. Pero necesita ganarse la confianza del mundo, comenzando por confiar en su propia gente. El año antepasado, el presupuesto para la seguridad interna en China, fue mayor que el destinado a la defensa”.
Él sugirió a los reunidos que discutieron estas cosas abiertamente e invitó a criticar lo que él había dicho. El citó la orden de Mao de que el Partido Comunista debería enfrentar las críticas, aunque Beijing parece no seguir más esto. Por decir la verdad, Liu Xiaobo fue enviado a prisión. Mencionó su felicidad de que Aung San Suu Kyi estuviera presente en Praga en la conferencia del Foro 2000, a la que él también asistió. Recordó que en muchas reuniones de premios Nobel, ellos habían guardado una silla vacía para ella. Ahora que Liu Xiaobo está impedido de asistir a esas reuniones, él espera poder verlo en ellas en el futuro.
El primero en preguntar se cuestionó cómo pueden ser promovidos los valores éticos en un ambiente comunista. Los académicos solo pueden especular sobre porqué se ha visto una declinación en tales valores, pero pueden hacer poco para rejuvenecerlos. Ya que Taiwán no ha visto una declinación ética similar, la religión puede tener un rol que jugar. Su Santidad respondió que el mundo entero está enfrentando una crisis moral, pero que solo confiar en la religión no es la solución. Un reporte reciente sugiere que de los 7 billones de personas que viven hoy, más de 1 billón afirma no tener interés en la religión. Sus necesidades también tienen que ser tomadas en cuenta. La conducta ética tiene que ser entendida en términos de su efecto directo sobre la felicidad de los individuos y de la familia y de la sociedad en la que viven.
En un mundo de muchas fes, ninguna religión es universalmente aplicable, este es el porqué, después de muchas discusiones con científicos y académicos, Su Santidad favorece la promoción de una ética secular. India tiene una larga tradición de pensamiento secular, en el cual no solo todas las tradiciones religiosas, sino incluso aquellos que no tienen religión, son respetados. Él dijo que la premisa de su libro “Más allá de la Religión – Ética para el mundo entero” es que la ética secular es la base para crear un mundo más feliz y pacífico.
“Nosotros necesitamos incorporar una capacitación en ética secular en nuestro sistema moderno de educación”.
A una pregunta sobre Hu Jintao y Xi Jinping en relación con el Tíbet, Su Santidad dijo que él apoyaba el llamado a construir una sociedad más armoniosa. Sin embargo, al ser el uso de la fuerza la manera equivocada de conseguirla, Hu fue incapaz de cumplir con su objetivo. Xi Jinping podría hacerlo ahora confiriendo a pueblos como el tibetano, a su cultura, idioma y religión, igual respeto.
“La armonía y el sentido de unidad tienen que estar basados en la confianza” dijo Su Santidad, “y la confianza solo llega a través de demostrar un afecto amistoso. El miedo es lo opuesto a la confianza y sin confianza no habrá unidad. La armonía no estará segura a través de la mera provisión de comida y bebida; tiene que llegar desde el corazón. Por consiguiente, hay una necesidad de un cambio en la actitud”.
Así como el Confucionismo o el Taoísmo pudieron ser la base para promover la ética secular, Su Santidad dijo que la ética secular era la base de todas las tradiciones espirituales. Dijo que cada vez que habla en público, él explica su compromiso como uno entre los 7 billones de seres humanos, en promover los valores humanos y la ética secular.
La compasión es la base de la ética, por eso todas nuestras mayores tradiciones espirituales la promueven.
Se sugirió que el problema en China está relacionado con la destrucción de los valores tradicionales chinos desde la creación del Partido Comunista en 1922. Su Santidad respondió que la atmósfera de temor y sospecha podrían tener algo que ver con eso. Dijo que el propio propósito de realizar elecciones en una democracia es porque la gente confía en el gobierno.
Él repitió que ha dicho en todos los lugares que el mundo pertenece a sus 7 billones de ciudadanos; los Estados Unidos pertenecen al pueblo estadounidense no al Partido Demócrata o al Republicano; Japón pertenece a su pueblo no al emperador al igual que Gran Bretaña pertenece a los británicos y no a la Reina. En consecuencia, la gente en esos países autoriza a representantes electos a actuar en su nombre. La base de esto es la confianza y la responsabilidad. Cuando esto se rompe, hay otras medidas tales como las que se tomaron para impugnar al presidente Nixon. En democracia, cuando la gente no confía más en su gobierno hay opciones para removerlo.
China hoy está sujeta a una corrupción extrema, lo que no es así en Taiwán que parece capaz de apoyar la democracia y los valores tradicionales. Se expresó la preocupación de que los valores materialistas de China tendrían un impacto negativo en los tibetanos. Su Santidad no estuvo completamente de acuerdo. Él señaló que algunos valores tradicionales tienen desventajas. En el sistema confuciano chino, por ejemplo, se espera que los jóvenes reverencien a sus mayores y que los estudiantes no cuestionen a sus maestros. ¿Esto podría ser porque no ha habido un Sakharov chino? Personas como Liu Xiaobo son un fenómeno moderno.
“Algunos taiwaneses me han dicho que cuando los turistas llegan de la madre patria, muchos expresan una Resistencia a retornar porque ellos reconocen que la gente en Taiwán no vive en una atmósfera de miedo. De modo similar, los estudiantes chinos en India se han quejado de crecer en una atmósfera de sospecha. Los padres no confían en sus hijos y los familiares no confían los unos en los otros. Como animales sociales, nosotros los seres humanos naturalmente dependemos del amor y la compasión de los otros”.
Con respecto al movimiento que será lanzado en Hong Kong para resistir la negativa a un liderazgo propiamente elegido, Su Santidad dijo que era necesario evaluar lo que en realidad podía ser conseguido. Es importante tener una visión amplia y realista, cuando se planea lo que se va a hacer.
Un escritor informó que en los 80, a la edad de 17 años, cuando solicitó unirse al Partido Comunista chino, le fue preguntado hacia qué él entregaría su mayor lealtad. Su primera respuesta “los intereses de la gente” fue rechazada, así como lo fue su segunda respuesta “los intereses del país”. Le fue dicho que su mayor lealtad debía ser al Partido Comunista, en ese punto se dio cuenta que no podía ser un miembro. Él esperaba ansioso el beneficio que el regreso de Su Santidad al Tíbet, brindaría a China.
Su Santidad estuvo de acuerdo en que las leyes fueron hechas para servir a los intereses del Partido Comunista, el principal tema es retener la autoridad. Sin embargo, no está a favor del caos potencial que podría seguir a una eliminación drástica del Partido. Recomendó un gradual cambio hacia la democracia, la transparencia y el estado de derecho, pero observó que si la situación permanece incambiada como hasta el presente, el colapso es casi inevitable.
Su Santidad preguntó si debates como ese podían ser organizados en China y los participantes respondieron que no. Al acercarse la reunión a su final, fue hecha la sugerencia de que Su Santidad pudiera llegar a la gente en China a través de Internet. Su Santidad dijo que él lo había hecho antes en conversaciones que había tenido con Wang Lixiong, y que estaba listo para hacerlo otra vez si esto no resultaba en consecuencias negativas para aquellos involucrados.-