Tibet.net
20 de junio de 2013
Por Thubten Samphel
En recientes comentarios públicos sobre el Tíbet hechos por académicos y funcionarios hay de todo, se están desarrollando dos puntos de vista totalmente diferentes en China sobre cómo tratar el tema del Tíbet. Cómo juegan estas opiniones y qué visión surgirá como política real, determinará la actitud de China de como será resuelta la cuestión de Tíbet, con ramificaciones para el futuro de toda China.
El más suave y quizás mucho más sofisticado argumento sobre qué medicina china debe tomarse para curar su perenne dolor de cabeza llamado Tíbet, es adelantado por Jin Wei, una profesora de la Escuela del Partido del Comité Central del Partido Comunista con sede en Beijing. En comentarios hechos a Asia Weekly, una publicación de Hong Kong en idioma chino, el 12 de junio, Jin Wei dijo que el trato del Dalai Lama como un “enemigo” es alienante para los 6 millones de tibetanos que creen en él como un “Buda viviente”. Ella dijo “el Dalai Lama es la clave de la cuestión del Tíbet” y recomendó que China reanude su estancado diálogo con él.
Preguntada sobre en qué tendría que enfocarse la nueva ronda de conversaciones propuesta, Jin Wei sugirió que grandes temas como el Enfoque de la Vía del Medio deberían ser dejados de lado en el momento. En cambio, ella sugirió que el líder espiritual tibetano sea permitido de visitar Hong Kong o Macao con el objetivo de que tome residencia permanente en la ex colonia británica. Según la profesora Jin Wei, el objetivo final de China debería ser evitar la “vergonzosa” situación que arrojaría dos Dalai Lamas. Jin Wei dice que si China es capaz de ganar el control de seleccionar la reencarnación del próximo Dalai Lama, el Partido tendrá éxito en ganar la buena voluntad de todo Tíbet y destruir la fortaleza de las fuerzas pro independencia tibetana que trabajan fuera del país.
La Escuela Central del Partido de la que Jin Wei es vice directora de los temas de las minorías y directora de estudios religiosos étnicos, entrena a los futuros líderes. El presidente de la escuela es Liu Yunshan, miembro del comité permanente del Politburo, uno de los siete líderes que gobiernan China. Los antecedentes de la escuela del partido y su importancia deberían ser suficientes razones para prestar mucha atención a los comentarios de Jin Wei sobre Tíbet.
Hay otra razón para prestar mucha atención. Los académicos del partido en China están bien sintonizados con el pensamiento del partido en todas las cuestiones fundamentales. Ellos no se atreverían a hablar por sí mismos sin algunos gestos vigorosos de arriba. Esto es una suposición. Podría estar equivocado. La profesora Jin Wei podría haber expresado su propia opinión sobre el Tíbet. Pero si ella habló a tono con la política oficial sobre Tíbet y Su Santidad el Dalai Lama, no hay indicación todavía de algún efecto adverso en su carrera académica. No hay ninguna noticia aún de que ella haya sido despedida de su puesto.
La reacción oficial china de línea dura a los aparentemente conciliatorios comentarios de la profesora Jin Wei, no se hizo esperar. Zhu Weiqhun, quien fuera el principal interlocutor en las conversaciones con los enviados del Dalai Lama entre 2002 y 2010, como el vice ministro ejecutivo del Frente Unido, advirtió contra el cambio de la actitud del Partido hacia el líder espiritual tibetano. En una entrevista para China News Weekly, del 16 de junio, Zhu Weiqhun, quien es ahora director de los asuntos étnicos y religiosos de la Conferencia de Consulta Política del Pueblo Chino, un órgano del partido, hizo estos comentarios: “Cuando nosotros nos referimos al Sr.Tenzin Gyatso como el Dalai Lama estamos reconociendo su rango espiritual. Sin embargo, en el curso del tiempo, él ha adquirido otra etiqueta que no deberíamos olvidar. Por sus esfuerzos por separar a China, él se ha convertido en un refugiado político”.
Para Zhu Weiqhun no puede haber conversaciones sobre Tíbet. Él dijo: “El futuro del Tíbet, desde 1951 con la liberación pacífica, a 1959 con las reformas democráticas, ha sido decidido por el pueblo tibetano mismo. El Dalai Lama no puede cambiar la situación”.
En el pasado, sobre Tíbet y todas las otras cuestiones, China habló con una voz. Tanto en forma escrita como oral, las declaraciones políticas sobre asuntos sensibles como el Tíbet, llevaron la misma forma de hablar o tono de voz. El partido, el Estado y los militares llevaron el mismo mensaje coherente.
Para los observadores, la pregunta es porqué el debate interno de China sobre Tíbet ahora se hace a la intemperie. ¿Qué visión prevalecerá? ¿Cómo debería responder Dharamsala?
(El escritor es director del Instituto de Política de Tíbet, un comité de expertos de la Administración Central Tibetana, con sede en Dharamsala)