Tibet.net
Por Thubten Samphel
29 de abril de 2013
Antiguos peregrinos y académicos que hicieron el viaje a la India budista resumieron el fruto de su intenso esfuerzo espiritual colectivo con estas palabras: las aguas del Ganges han hecho florecer las arenas del desierto de Asia Central. Este dicho no tiene en cuenta la geografía. También desafía la gravedad. Pero es verdad. Más de 2000 años atrás, el budismo hizo su camino desde la India a lo largo de la Ruta de la Seda hasta China. Varios cientos de años después, el budismo hizo su camino hacia el Tíbet. Uno de los duraderos beneficiarios de la marcha del budismo hacia el norte es el Tíbet. El budismo transformó el Tíbet y creó la civilización budista tibetana, la que a su vez se incorporó profundamente a las culturas y los estilos de vida de los pueblos de la región Himalaya.
Este fue el tema de la segunda de las series de conferencias sobre las relaciones del Tíbet con los Himalayas, organizadas por la Fundación para Alternativas No Violentas, un instituto con sede en Delhi dedicado al desarrollo de estudios sobre la paz. La primera sobre el mismo tema se celebró en Leh en octubre pasado. La segunda conferencia sobre el Tíbet y los Himalayas fue organizada conjuntamente con la Universidad de Sikkim.
O para decirlo de otra manera, como dice el profesor Siddiq Wahid, las culturas que se desarrollaron en los Himalayas eran producto de la civilización budista tibetana que fluía desde el norte y la civilización índica que llegaba desde el sur. Al igual que en Leh, esta vez en Gangtok, el profesor Siddiq Wahid moderó el debate sobre las relaciones del Tíbet con los Himalayas, poniendo el tema en contexto, invitando a los oradores a sondear más profundamente en sus campos de estudio. Sus esfuerzos y los documentos aportados por los académicos, resultaron, quizá, en uno de los análisis más completos de los Himalayas y sus vínculos duraderos con el Tíbet.
Una de las características reconfortantes de la conferencia de Gangtok fueron las aportaciones realizadas por los investigadores y estudiantes de la Universidad de Sikkim. Presentaron los resultados de la investigación sobre el comercio fronterizo entre la India y el Tíbet, la participación de género en los Himalayas budistas y la identidad cambiante de los tibetanos en Sikkim y Darjeeling. Escuchar sus presentaciones hizo notar el enorme potencial de la Universidad de Sikkim en hacer contribuciones significativas a la erudición en los Himalayas.
Y en los próximos años, los Himalayas asumirán mayor importancia. Tíbet ha sido despojado de su papel tradicional como un amortiguador entre la India y China, debido a un control efectivo de China del país. Sin embargo, la importancia geopolítica de Tíbet ha sido remplazada por su relevancia ambiental en el día a día de las vidas de millones que viven aguas abajo. Cómo manejar los Himalayas y la forma de abordar la construcción de represas en el Tíbet por parte de China requeriría de India un grupo estable y creciente de talentosos expertos en el tema. Y una de las maneras de hacerlo es impulsando a los jóvenes académicos, como los estudiantes de la Universidad de Sikkim para profundizar en estos temas.
Otro aspecto destacado de la visita fue conocer al gobernador de Sikkim, Balmiki Prasad Singh, quien ha servido a India con gran distinción en muchos puestos importantes, entre ellos el de rector de la Universidad Central de Altos Estudios Tibetanos en Sarnath. Hace dos años que presidió la Conferencia Budista Global de cuatro días celebrada en Nueva Delhi, a la que asistieron más de 1.000 pensadores y eruditos.
El gobernador tuvo a bien invitarnos a un té por la tarde en su residencia. El salón donde nos recibió fue adornado por una gran pintura al óleo de Su Santidad el Dalai Lama cuando tenía unos cuatro años. Una gran thangka adornaba otra pared y mesas bajas tibetanas daban a la habitación un ambiente marcadamente tibetano. Junto con té y café, fueron servidos momos.
La residencia del gobernador era la residencia durante los días del Raj británico desde donde el funcionario político británico manejaba los asuntos de la India británica con el Tíbet, Bután y Sikkim. Reunirnos con el gobernador fue un honor, pero el mostrarnos su oficina e instalaciones, fue una mirada privilegiada a la historia. Y esto es lo que dice la historia de la Residencia, en palabras de Margaret Williamson, la esposa de Federico Williamson, quien se desempeñó como oficial político en Gangtok, en la década de 1930. “A primera vista, la residencia me pareció como una casa de campo inglesa, pero el máximo atractivo del lugar era la magnífica vista dominada por la cordillera de Kanchenjunga hacia el oeste. Claude White, el primer oficial político de Sikkim, que había construido la Residencia entre 1888 y 1890 sin duda había elegido un escenario perfecto”.
(El autor es director del Instituto de Política del Tíbet de la Administración Central Tibetana)