19 de abril de 2013
Derry, Irlanda del Norte, 18 de abril de 2013 – Hoy, Su Santidad el Dalai Lama hizo su segunda visita a Derry, la ciudad irlandesa cuyo lema es “Vida, Verdad y Victoria” y es la ciudad de la Cultura del Reino Unido para 2013. Fue invitado por su viejo amigo Richard Moore, Director de la Caridad de los Niños en Crossfire.
Por la mañana, Su Santidad se reunió Richard Moore, su esposa, sus hijas y varios de sus hermanos y hermanas. Cuando Richard comentó que su madre 93 años de edad tenía la esperanza de conocer a Su Santidad, pero que no se sentía lo suficientemente fuerte como para salir, Su Santidad respondió que si era posible que le gustaría ir a verla.
Su primera participación fue en la Universidad de Magee, donde fue invitado a participar en una conversación con el profesor Brandon Hamber sobre “Las Filosofías de la Paz y el Conflicto.” En respuesta a la pregunta del profesor Hamber acerca de que si el mundo se está convirtiendo en un lugar mejor, él dijo:
“Es un gran honor para mí participar en esta discusión. Estoy aquí debido a mi gran amigo Richard Moore, quien en su juventud, no era de mente especialmente religiosa, llegó a encarnar los valores humanos profundos. Quien cuando la tragedia lo alcanzó, no se dejó llenar de sentimientos de ira, odio y resentimiento. El resultado es claro, él es ahora un ser humano feliz y tranquilo.
“En el mundo en general, parece que la gente está harta de la guerra y de la violencia y del sentimiento de `ellos’ y ‘nosotros’ lo cual ha provocado este desmoronamiento”.
Cuando se le preguntó cuál era su filosofía de paz, respondió:
“La paz genuina se produce como resultado de la paz interior, por lo que comienza a nivel individual. Entonces usted lo comparte con su familia y su vecindario. La paz interior es la base de la confianza, la base de la amistad y lo que la base de una paz más amplia en la sociedad y el mundo en general. La oración no logra la paz, porque somos nosotros lo que creamos el problema, así que somos nosotros los que tenemos que arreglarlo”.
El Prof. Hamber preguntó si se sentía optimista con respecto al Tíbet, a lo cual él fue claro en su respuesta:
“El problema del Tíbet no es un asunto de guerra civil, sino el de un nuevo huésped que llegó sin una adecuada invitación y armado con una pistola. Una vez que los invitados llegaron, la forma de vida de todos los tibetanos se vio amenazada. Tenemos un rico patrimonio cultural, una cultura de la paz y la compasión, que queremos preservar. Sí, la cuestión del Tíbet está relacionada con lo que sucede en China. Y las cosas están cambiando allí, así que, sí que podemos tener esperanza. El último primer ministro Wen Jiabao habló a menudo de la necesidad de cambio, e incluso de la necesidad de democracia. A principios de la década de 1980, Hu Yaobang fue al Tíbet. Lo conocí en 1954 cuando era jefe de la Juventud Comunista de China. Él visitó Lhasa en 1980 y se disculpó públicamente por lo que había pasado en el Tíbet. Era alguien que siguió los parámetros de Deng Xiaoping, “buscar la verdad de los hechos” y él investigó de manera realista las condiciones locales. Algunas personas dicen que el nuevo liderazgo parece estar siguiendo el ejemplo de planteamiento de Hu Yaobang, pero es todavía demasiado pronto para decirlo. Mientras tanto, nuestro “Camino Medio” atrae a una gran cantidad de apoyo de escritores chinos, pensadores e incluso aldeanos comunes y corrientes que llegan a conocerlo y entenderlo”.
A la sugerencia de que las personas pueden llegar a sentirse cansadas de trabajar por la paz y la reconciliación, Su Santidad dijo que este tipo de trabajo no es una cuestión de elección, sino algo que tenemos que hacer. Como con frecuencia dice a los tibetanos, que en el largo plazo las personas con las que estamos en conflicto, es la gente con la que tenemos que vivir, uno al lado del otro; así que tenemos que encontrar una solución pacífica. En tales situaciones, el recurrir a la violencia es un suicidio. Desde una perspectiva más realista e integral nos puede dar una perspectiva más positiva, mientras que dejarse llevar por las emociones destructivas de ira, odio y miedo crean infelicidad y no aportan nada positivo.
Dirigiéndose a aquellos presentes en su audiencia quienes tenían menos de 30 años, Su Santidad dijo:
“Ustedes realmente pertenecen a la generación del siglo vigésimo primero, el futuro está en sus manos.”
En el camino de la Universidad de Magee a la Escuela de St Joseph, donde Richard Moore había sido un estudiante, a petición de Su Santidad se detuvo para visitar a la madre de Richard. Él fue capaz de decirle personalmente que su hijo era su héroe, ya que si bien habla de la compasión, Richard lo pone en práctica.
En la escuela, después de que Richard Moore lo presentara, dijo:
“Conozco a Richard desde hace muchos años y he admirado su fortaleza. El día de hoy también he conocido a sus hermanos y hermanas, y ahora también he conocido a su madre. Recuerdo que me dijo que cuando le dispararon se desmayó y cuando volvió en sí, que no sintió ira u odio, pero que sentía la pena que ya no podría ver la cara de su madre. Estoy feliz de haber podido verla yo mismo. Creo que los seres humanos son amables por naturaleza, y esto se nutre del afecto que recibimos de nuestras madres. A medida que crecemos y nos vamos a la escuela tenemos que combinar el conocimiento que ganamos allí con la bondad. La verdadera prueba de nuestra compasión es cuando, como le sucedió a Richard, nos enfrentamos a un reto”.
Al reunirse con la prensa al final del día, Su Santidad reiteró que cuando Richard Moore enfrentó la tragedia, siguió con una mente tranquila; y como resultado su vida desde entonces ha sido pacífica y ha sido capaz de hacer mucho bien a los demás. Si al igual que él podemos cultivar una preocupación por los demás, teniendo en cuenta la unidad de la humanidad, podemos construir un mundo más compasivo. Es poco realista pensar que podemos lograr esto a través de sólo la oración, tenemos que actuar como Richard Moore ha hecho a través del trabajo de los niños en Crossfire. El altruismo no significa que se descuide nuestra propia felicidad, pero actuando de manera transparente, se crea confianza y la confianza crea amistad.
En la tarde, mientras el viento azotaba por el río Foyle, 300 niños de escuelas primarias locales hicieron una guardia de honor en el Puente de la Paz, mientras Su Santidad, Richard Moore, el Obispo Ken Good y el Monseñor Eamon Martin encabezan una Caminata por la Paz. Mientras caminaban, los niños que se alineaban en el puente, cantaron ‘La Paz está fluyendo como un río’. La lluvia no llegó sino hasta el último momento.
En el último evento de este día para celebrar La Cultura de la Compasión; 2,500 personas reunieron para escuchar a Richard Moore y a Su Santidad. En su introducción, Richard dijo que la reunión fue para celebrar la compasión y para tener éxito necesitan el apoyo de gente como Su Santidad. Él fue franco indicando que el único camino a seguir es la paz. Su Santidad respondió:
“Estoy muy feliz de estar aquí con mi héroe Richard Moore. La armonía y la paz son cosas que tienen que trabajar, y trabajar duro. Aquellos de nosotros que creemos en la paz y la no violencia tenemos la responsabilidad de mostrar nuestro apoyo y solidaridad con eso. Es un gran honor para mí venir aquí y mostrar solidaridad con su noble labor. Gracias por invitarme.
“El día de hoy se ha convertido en un día muy especial para mí. Conozco a Richard desde hace algún tiempo, y él incluso viene a verme en Dharamsala con Charles el soldado que disparó la bala de plástico que lo cegó. A pesar de la tragedia, mostró cómo los seres humanos tenemos la capacidad de perdonar y reconciliarnos. Pero hoy en día, me encontré con la madre de 93 años de edad de mi héroe, lo cual ha hecho que este sea un gran día.” El público aplaudió.
“La paz es crucial para nuestra supervivencia y la no violencia es la clave para la paz. Esto no quiere decir que no vamos a enfrentar problemas, pero tenemos que estar preparados para lidiar con ellos a través del diálogo y no el conflicto. La paz debe ser parte de nuestras vidas y parte de nuestra cultura. La no violencia no significa que debamos ser pasivos, porque, por ejemplo, se necesita fuerza de voluntad para contenerse a sí mismo de la violencia. Cuando tenemos un problema, tenemos que mirarlo desde todos los ángulos con una mente tranquila para poder entender la realidad de la situación. Si no nos tomamos un enfoque realista no alcanzaremos nuestro objetivo”.
Su Santidad hizo hincapié en que el desarrollo de una cultura de paz está en última instancia, relacionada con el desarrollo de la compasión por los demás. Tenemos que analizar si la ira y el odio tienen algún valor. Él dijo que tiene tres razones para desarrollar la compasión. Se basa en nuestra experiencia común, todo el mundo responde de manera positiva a la bondad. Es de sentido común, porque es obvio que las personas de buen corazón son más felices. Y, por último, los resultados científicos demuestran que las emociones negativas como la ira, el odio y el miedo; se comen nuestro sistema inmune, mientras que existe evidencia de que la bondad y la compasión son buenas para nuestra salud en general. Y concluyó:
“Por favor, piensen. No es suficiente orar y esperar, tenemos que trabajar duro para crear y mantener la compasión y la paz”.
A continuación, él entregó el premio “Youth Compassion” (Juventud de Compasión) a un joven estudiante de medicina que regularmente dona una cantidad considerable de su tiempo libre, como voluntario en el hospital donde estudia. Dijo que considera que siempre vale la pena hacer tiempo para los demás.
Luego de la lluvia que cayó más temprano, el sol salió al momento en que Su Santidad dejaba Derry para viajar a Cambridge. Le dió la bienvenida a la Universidad de St John, el Master Christopher Dobson, su esposa y los representantes de los estudiantes que lo habían invitado.
Traducido al español por Lorena Wong.