Business Day
4 de diciembre de 2012
Le estoy escribiendo esta carta motivado por la aparición de un artículo en la edición del 1º de diciembre del China Daily, la que informaba que el portavoz de la cancillería china, Hong Lei criticó la sentencia de la Suprema Corte de Apelaciones de Sudáfrica que declaró que nuestro gobierno actuó ilegalmente al no dar una visa de entrada al Dalai Lama el año pasado.
El artículo también citó a Yang Lihua, un investigador sobre estudios africanos de la Academia China de Ciencias Sociales, afirmando que “el núcleo del problema es que algunas organizaciones civiles y personas de Sudáfrica no han conocido suficiente sobre el desarrollo sin precedentes que ha tenido lugar en el Tíbet. Si ellos hubieran estado en Tíbet, yo creo que su posición hacia el Dalai Lama hubiera cambiado totalmente”.
La declaración de Yang Lihua refleja declaraciones hechas por vuestro gobierno y vuestra embajada, a veces incluso por llamadas telefónicas directamente a varios de mis colegas parlamentarios y a mí mismo, para disuadirnos de tomar parte en iniciativas relacionadas con el Dalai Lama o en apoyo de la protección de los derechos humanos en el Tíbet.
Muchos miembros de los parlamentos de todo el mundo democrático han pedido con reiteración la oportunidad de visitar Tíbet, para una misión investigadora. A este fin sería importante que fuéramos capaces de trasladarnos a través del Tíbet con la misma libertad que nos movemos en cualquier país democrático del mundo.
Nos gustaría ver y entender por nosotros mismos porqué unas 50* personas se han prendido fuego para protestar y poner de relieve internacionalmente las violaciones de los derechos humanos que se denuncia tienen lugar allí de modo sistemático.
También nos gustaría visitar las cárceles que se denuncia alojan y torturan a las personas por su raza, religión y opinión.
En base a la declaración antedicha de Yang Lihua y a varias declaraciones de su gobierno y embajada, le pido la oportunidad de viajar a Tíbet junto con 10 colegas del Grupo de Acción Parlamentaria Internacional para el Tíbet, y cinco miembros de nuestro personal.
Pedimos la posibilidad de movernos libremente en esa región, con nuestro propio vehículo, guías y traductores, y ser acompañados por dos miembros del staff de Amnistía Internacional, como haríamos al visitar cualquier país democrático del mundo.
Por favor, mantenga la seguridad de mi más alta estima
Mario Oriani-Ambrosini, MP
Miembro del Grupo de Acción Parlamentaria Internacional para el Tíbet y del Partido por la Libertad Inkhata sobre Tíbet
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N del T.: 92 a la fecha