23 de enero de 2012
DHARAMSALA: En su informe anual sobre derechos humanos, grupos líderes en derechos humanos dijeron que la situación de los derechos humanos en Tíbet se deterioró mientras el gobierno chino aumentó sus políticas represivas hacia los derechos políticos, religiosos y culturales del pueblo tibetano.
“El gobierno chino mantiene en gran medida las políticas represivas en las áreas étnicas minoritarias como Tíbet, Xinjiang, y Mongolia Interior; sistemáticamente justifica –con raras excepciones- sus abusos de poder en el nombre de la “estabilidad social”, dice Human Rights Watch en su página 676 del informe anual 2011, publicado el 22 de enero.
“Rechaza el escrutinio doméstico e internacional de sus registros en derechos humanos como intentos de desestabilizar e imponer los “valores occidentales” en el país, dice el informe.
El informe dice que la situación a través de Tíbet permaneció tensa en 2011, luego de una masiva represión sobre las protestas populares que se extendieron por la meseta en 2008. “Las fuerzas de seguridad chinas mantienen una fuerte presencia y las autoridades continúan estrechando el control de acceso y viaje a las áreas tibetanas, particularmente de los periodistas y visitantes extranjeros”, se anotó.
El gobierno continúa construyendo un “nuevo país socialista” al relocalizar y realojar cerca del 80% de la población dela Región Autónoma Tibetana, incluyendo todos los pastores y nómades.
Mientras tanto, el Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia (TCHRD, por sus siglas en inglés) con sede en Dharamsala, publicó hoy su “Informe Anual 2011: Situación de los Derechos Humanos en Tíbet” de 108 páginas. El informe documentó las políticas represivas de China sobre las libertades civiles y políticas, el derecho a la educación, la libertad religiosa y el medio ambiente de Tíbet.
Informando a los medios sobre la situación dentro de Tíbet, la directora ejecutiva de TCHRD, Tsering Tsomo y el director adjunto e investigador, Jampa Monlam, dijeron que el año 2011 fue testigo de crecientes tensiones en Tíbet.
“La situación de los derechos humanos dentro de Tíbet se ha estado deteriorando desde el levantamiento de marzo de2008”, dijeron.
“La educación religiosa está duramente proscripta en Tíbet. Los monjes y las monjas no son capaces de viajar, haciendo muy difícil la búsqueda de educación en los conceptos budistas que no están disponibles en los monasterios de su residencia. Todos excepto tres monasterios han pasado hasta ahora por el estricto programa de reeducación patriótica, que fuerza a los monjes y monjas a denunciar al Dalai Lama e impone restricciones ideológicas al budismo tibetano”.
“La atmósfera educacional impulsada por el gobierno ahoga el pensamiento crítico, la innovación, y las oportunidades de aprender. Monitorea de cerca las actividades en escuelas y universidades, limita cada vez más la disponibilidad del idioma tibetano como medio de educación. El chino ya está siendo introducido en los institutos preescolares rurales en un intento de relegar el idioma tibetano a una simple materia. Una cultura está un paso más cerca de la extinción si su idioma es tenido como irrelevante” anota el informe.
Sobre el plan de China de volcar billones de dólares en el desarrollo de Tíbet, el informe dice: “El resultado es que mientras los indicadores económicos en Tíbet a veces lucen bien, los beneficios en gran parte se acumulan para los inmigrantes chinos y las compañías chinas, no para los tibetanos que han sido crecientemente marginados en su propia tierra”.
El informe describe la reubicación forzosa de los tibetanos nómades como un engaño y dice que ignora el hecho de que durante milenios, los nómades han sido una parte integral del ambiente natural. “Se ignora las décadas de políticas fracasadas que han dañado el medioambiente natural. Para el gobierno chino encontrar una respuesta real para los problemas ambientales de la meseta tibetana, necesita abarcar el conocimiento y la experiencia de los nómades tibetanos, en lugar de eliminarlos”.
“La única oportunidad de los tibetanos de hacer oír sus preocupaciones es a menudo a través de protestas públicas. Pero el gobierno chino hace todo lo que puede para intimidar y hostigar a los tibetanos y no oír sus preocupaciones. Al considerar las autoridades que las protestas son políticas por naturaleza, es común que ellos sean golpeados, arrestados e incluso baleados”.
“Un total de 12 tibetanos se han prendido fuego en 9 meses de 2011. Las auto-inmolaciones son sintomáticas de la situación límite en la que se encuentran los tibetanos a través de la meseta tibetana”.
“La libertad de expresión, el acceso a la justicia y muchos otros derechos básicos le son negados al pueblo tibetano”, se afirma.
El informe anota que mientras China rechaza admitir cualquier responsabilidad en las auto-inmolaciones, en cambio se ha incrementado la opresión en Tíbet, y continúa violando su obligación internacional con los derechos humanos.
Hablando sobre las duras restricciones impuestas sobre los medios y la libertad de expresión en China, el informe dice que China liberalmente usa el reclamo de “secretos de estado” para violar los derechos de los individuos y para impedir la libertad académica y de los medios.
“Los periodistas extranjeros son frecuentemente impedidos de acceder a los lugares sensibles mientras la mayoría de los periodistas locales son meros voceros del gobierno” dijeron ellos (los dirigentes del TCHRD).-