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Hoy se celebra un hito histórico al celebrar el 64º aniversario del establecimiento de la democracia dentro de la comunidad tibetana en el exilio. Fue Su Santidad el Dalai Lama, venerado como el señor de los victoriosos, el líder temporal y espiritual supremo del pueblo tibetano y un gran defensor de la paz mundial, quien inició este proceso de democratización a su llegada al exilio en la India en 1959. Su Santidad dio este paso con profunda consideración por el bienestar inmediato y a largo plazo del pueblo tibetano. No solo concedió al pueblo tibetano el regalo de la democracia, sino que también ofreció una profunda guía para su realización. Fue a través de este liderazgo, proporcionado por Su Santidad el Dalai Lama, destinado a establecer un sistema político democrático, que el pueblo tibetano pudo votar por su primer parlamento en el exilio, ejerciendo su elección libremente y garantizando la igualdad y la justicia. Así, la democracia se estableció como fundamento de la Administración Central Tibetana el 2 de setiembre de 1960, cuando los primeros miembros del Parlamento Tibetano en el Exilio prestaron juramento. Esta fecha se celebra anualmente como el aniversario de la democracia tibetana desde el 2 de setiembre de 1975.
Incluso antes de que el Tíbet perdiera su independencia, Su Santidad el Dalai Lama había deseado reformar el sistema político existente, tras asumir la responsabilidad tanto política como espiritual del país. Sin embargo, debido a la ocupación armada del país por parte del gobierno chino en ese momento, su capacidad para implementar estas reformas fue severamente limitada.
Al entrar al exilio, Su Santidad inmediatamente centró sus esfuerzos en establecer un gobierno tibetano en el exilio administrado eficientemente, caracterizado por un sistema democrático representativo que encarnaría la voluntad del pueblo tibetano. Sin embargo, en ese momento, el público tibetano tenía una comprensión limitada de la democracia y poca inclinación hacia ella, lo que podría haber planteado desafíos para implementar dicho sistema. Sin embargo, Su Santidad el Dalai Lama se mantuvo consciente de los intereses inmediatos y de largo plazo del pueblo tibetano. Demostrando su profunda preocupación, ofreció constantemente orientación sobre los beneficios del sistema democrático y los inconvenientes de no tenerlo en sus discursos. A través de este esfuerzo persistente, Su Santidad jugó un papel crucial en la promoción y establecimiento del valor de la democracia dentro de la comunidad tibetana en el exilio. El desarrollo de la democracia tibetana es un logro notablemente raro en la historia mundial. Como sabemos, el establecimiento de sistemas democráticos en la mayoría de los países ha implicado a menudo luchas y sacrificios importantes. Por el contrario, el progreso de la democracia dentro de la comunidad tibetana en el exilio se atribuye únicamente a la visión y los esfuerzos de Su Santidad el Dalai Lama.
El sistema democrático de la comunidad tibetana en el exilio, libre del partidismo de los partidos políticos, se define únicamente por las fortalezas de los sistemas presidencial y parlamentario. Su desarrollo comenzó en 1963 con la emisión de la proclamación de una constitución democrática para un futuro Tíbet libre. A esto le siguió en 1991 la adopción de la Carta de los Tibetanos en el Exilio por el 11º Parlamento Tibetano en el Exilio, que recibió el consentimiento formal de Su Santidad el Dalai Lama. Desde entonces, el Parlamento Tibetano en el Exilio ha servido como el órgano legislativo que sigue siendo hoy. En 1992, se estableció la Comisión Suprema de Justicia Tibetana como órgano judicial de la Administración Central Tibetana. Además, en 2001, se introdujo el sistema que permite que el Kalon Tripa de la Administración Central Tibetana sea elegido directamente por el público tibetano. Teniendo en cuenta una multitud de factores actuales y de largo plazo y las preocupaciones e intereses que afectan al pueblo tibetano, Su Santidad el Dalai Lama, en 2011, devolvió su autoridad política a los líderes democráticamente elegidos de la comunidad tibetana. De acuerdo con esta decisión, la Carta de los Tibetanos en el Exilio, junto con las leyes, normas y reglamentos relacionados, fue redactada de nuevo por el Cuarto Parlamento Tibetano en el Exilio en 2011 para garantizar que se adaptaran a las realidades de nuestra situación en el exilio. El Parlamento tibetano en el exilio ha seguido modificando las disposiciones de estas leyes cuando fue necesario. Como resultado, todo el funcionamiento de la Administración Central Tibetana ha seguido operando bajo un sistema democrático regido por el estado de derecho, basado en las leyes, normas y reglamentos aprobados por el Parlamento Tibetano en el Exilio. Además, bajo la profunda guía y benevolencia de Su Santidad el Dalai Lama, nosotros, el pueblo tibetano, hemos mantenido con éxito un sistema organizado de administración que cumple plenamente con los criterios de una democracia sin paralelo por ninguna otra comunidad de refugiados en el mundo.
Como pueblo tibetano que vive en el exilio, hemos podido disfrutar de derechos democráticos en nuestras libertades religiosas, culturales, educativas, económicas y sociales. Este notable progreso se lo debemos enteramente a la bondad de Su Santidad el Dalai Lama. Sin embargo, es crucial que ejerzamos estos derechos y libertades de manera responsable dentro del sistema democrático. Dada la naturaleza crítica de nuestra situación actual, es imperativo que todos los tibetanos nos comprometamos con la unidad y la lucha justa por el Tíbet, así como con la preservación y promoción de nuestro patrimonio religioso, lingüístico y cultural.
En cuanto a nuestros hermanos tibetanos que viven bajo la ocupación china, es evidente que están completamente privados de cualquier sistema político democrático. En cambio, la brutalidad de las políticas de línea dura del Partido Comunista de China, bajo las cuales siguen sufriendo como si estuvieran en un infierno, se vuelve cada vez más evidente con cada día que pasa. Con el objetivo de erradicar la raza y el idioma tibetanos, el gobierno chino ha reubicado por la fuerza a más de un millón de niños tibetanos en internados separados, donde son sometidos a políticas diseñadas para sinizarlos. Además, durante muchos años, China ha seguido una política de sinización de la religión y la cultura tibetanas mediante la destrucción de los centros existentes dedicados a su práctica y preservación. El 12 de julio de 2024, el gobierno chino emitió una orden coercitiva para cerrar inmediatamente Golog Ragya Gangjong Sherig Norbu Lobling, una academia establecida en 1994 con todos los permisos necesarios de varias autoridades chinas. Durante sus casi treinta años de funcionamiento, la academia había graduado a más de 2.500 académicos y tenía cientos de estudiantes matriculados en el momento de la orden de cierre. Este cierre abrupto fue un profundo shock tanto para los estudiantes como para el personal, y entristeció profundamente al pueblo tibetano tanto en el Tíbet como en el exilio, así como a aquellos en todo el mundo que valoran la cultura tibetana.
De manera similar, a partir de mayo de este año, las autoridades locales chinas emitieron una orden de traslado de cientos de jóvenes monjes novicios del monasterio Ngaba Kirti y el monasterio Taktsang Lhamo Kiiii a escuelas administradas por el gobierno, lo que resultó en su expulsión de los monasterios. Para hacer cumplir esta orden, el gobierno chino ha acosado y amenazado a los padres y familiares de estos jóvenes monjes. Esta política parece apuntar a erradicar la continuidad de la erudición y la práctica religiosa en los monasterios tibetanos, similar a cortar el nacimiento de un río. En consecuencia, es crucial que intensifiquemos nuestra defensa y campaña global a favor del Tíbet, instando al gobierno chino a detener de inmediato sus políticas brutales que buscan destruir la religión, la cultura y la identidad tibetanas.
En mayo de este año, una delegación del Parlamento Tibetano en el Exilio y el Kashag de la Administración Central Tibetana asistió a la ceremonia de juramento del 16° Presidente y del Vicepresidente de Taiwán, tras una invitación oficial. Aparte de eso, se realizó una ceremonia para la inauguración del Grupo Parlamentario Taiwanés para el Tíbet tras la elección del 11 ° Parlamento del país. En ese momento, un total de 31 miembros pertenecientes a tres partidos políticos de Taiwán se inscribieron para unirse al grupo.
Junto con la reciente sesión presupuestaria del Parlamento indio en Nueva Delhi, una delegación del Comité Permanente del Parlamento Tibetano en el Exilio, encabezada por el presidente y dividida en dos grupos, llevó a cabo una campaña de divulgación para obtener apoyo para la cuestión del Tíbet. Del 5 al 9 de agosto, la delegación se reunió con dos ministros de la Unión, 28 miembros del Parlamento tanto de Lok Sabha como de Rajya Sabha, en representación de 18 estados y 11 partidos políticos importantes de la India. También mantuvieron conversaciones con otros 44 destacados líderes indios, incluidos jefes de partidos políticos. La delegación aprovechó estas reuniones para informar a los líderes indios sobre la crítica situación en el Tíbet bajo el dominio chino. En particular, la delegación participó en la ceremonia inaugural para la reactivación del Foro Parlamentario Indio de Todos los Partidos por el Tíbet. El evento concluyó con éxito con el nombramiento de Shri Bhartruhari Mahtab, miembro de Lok Sabha, como coordinador, y de Shri Tapii’ Gao, miembro de Lok Sabha, como co-convocante.
La situación en el Tíbet continúa deteriorándose. En respuesta, los miembros del Parlamento Tibetano en el Exilio están participando activamente a nivel internacional para hacer campaña por la causa tibetana, generar conciencia global y obtener apoyo. En agosto de este año, una delegación del Parlamento Tibetano en el Exilio completó con éxito un programa de promoción en Australia y Nueva Zelanda. De manera similar, en agosto, una delegación participó en el Foro Internacional de Líderes en Chicago, organizado por el Instituto Nacional Demócrata, donde lograron un éxito significativo en la defensa del Tíbet. En los próximos meses de octubre y noviembre, delegaciones del Parlamento Tibetano en el Exilio tienen previsto viajar por países europeos para seguir avanzando en su campaña por el Tíbet.
Recientemente, el 12 de julio, el presidente Joe Biden promulgó la “Ley para promover una resolución de la disputa entre el Tíbet y China” (o “Ley para resolver el Tíbet”), que anteriormente había sido aprobada por ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos con una mayoría calificada. Esta legislación ahora es oficialmente parte de la política del gobierno de Estados Unidos. Esta legislación aclara que “las afirmaciones hechas por funcionarios de la República Popular China y el Partido Comunista Chino de que el Tíbet ha sido parte de China desde la antigüedad son históricamente inexactas”. La Ley es un documento legal importante que refuerza la política del gobierno de los Estados Unidos sobre Tíbet Se introdujo como una enmienda a la Ley de Política Tibetana de 2002, modificando ciertas disposiciones de esa Ley. La Ley para Resolver el Tíbet sigue a otras leyes importantes, incluida la Ley de Política y Apoyo Tibetano de 2020 y la Ley de Acceso Recíproco al Tíbet de 2018. Extendemos nuestro profundo agradecimiento a los miembros del Congreso de los Estados Unidos y a todos aquellos que han trabajado incansablemente en diversas etapas para hacer realidad esta legislación.
Durante más de seis décadas, el gobierno y el pueblo de nuestro país anfitrión, la India, junto con varios gobiernos y pueblos extranjeros, han brindado apoyo, orientación y asistencia inquebrantables al pueblo tibetano en el exilio. Sus esfuerzos han sido cruciales para preservar nuestra identidad religiosa, cultural y lingüística, así como para apoyar nuestra justa lucha. En esta ocasión, extendemos nuestro profundo agradecimiento a todos los que han contribuido a estas causas vitales.
Finalmente, oramos para que Su Santidad el Dalai Lama, amado amigo de todos los seres sintientes, defensor de la paz mundial y estimado líder del pueblo tibetano tanto en el Tíbet como en el exilio, pueda vivir durante incontables eones. Que todos sus nobles deseos se cumplan sin esfuerzo y que se haga realidad la justa causa del Tíbet.
El Parlamento Tibetano en el Exilio
2 de setiembre de 2024
* En caso de cualquier discrepancia entre el original en tibetano y la traducción al inglés y de este al español, el tibetano debe considerarse como autorizado y original para todos los efectos.
Traducción al español por Aloma Sellanes tibetpatrialibre.org