The Guardian | 16 de noviembre de 2023
Norzin Dolma dice que el gobierno debería sancionar a los funcionarios chinos por “amenazar la existencia misma… de la identidad tibetana”
Australia no debe hacer concesiones en materia de derechos humanos mientras mejora su relación con China porque “hay que decir la verdad”, afirmó una ministra del gobierno tibetano en el exilio durante una visita a Canberra.
Norzin Dolma, ministra de la Administración Central Tibetana con sede en Dharamshala, India, se reunió el jueves con parlamentarios australianos de todo el espectro político para advertir contra un enfoque de “diplomacia silenciosa” ante los “graves abusos de los derechos humanos” y la “represión brutal” en el Tíbet.
También instó al gobierno australiano a utilizar sus nuevas leyes de sanciones al estilo Magnitsky para enfocarse en funcionarios del Partido Comunista Chino por “amenazar la existencia misma, la supervivencia y el mantenimiento de la identidad, la cultura y el idioma tibetanos”.
El primer ministro, Anthony Albanese, visitó China la semana pasada para reunirse con el presidente, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Qiang, como parte de lo que el gobierno australiano llama la “estabilización” de los vínculos con su mayor socio comercial.
Albanese dijo que había planteado los derechos humanos durante el viaje, aunque no ha entrado en detalles sobre el contenido.
Norzin Dolma, ministra de Información y Relaciones Internacionales, dijo que entendía el deseo del gobierno australiano de estabilizar la relación.
“Pero lo que pedimos es tener un compromiso basado en principios y no comprometer sus valores, principios y prioridades”, añadió.
Cuando se le preguntó si era aceptable una diplomacia silenciosa, Norzin Dolma se mostró firme: “No, no, no, porque es necesario que haya rendición de cuentas y transparencia…
“Solo buscamos justicia y nuestro llamado es solo para que se diga la verdad, y si bien la verdad debe decirse a puerta cerrada, también debe decirse públicamente, sea lo que sea que haga falta decir. El gobierno australiano debe asumir un papel más fuerte y proactivo”.
Norzin Dolma instó al gobierno australiano a adoptar una postura firme cuando China enfrente la “revisión periódica universal” de su historial de derechos humanos en la ONU el próximo año, y también debería oponerse a la intromisión del PCC en el proceso de selección del próximo Dalai Lama.
Transmitió este mensaje durante reuniones con parlamentarios y senadores del Partido Laborista, la Coalición y los Verdes, incluido el ministro de Asuntos Exteriores en la sombra, Simon Birmingham, y la vicepresidenta, Sharon Claydon.
El presidente del Comité de Seguridad e Inteligencia del parlamento, Peter Khalil, también se reunió con ella, al igual que la parlamentaria laborista Susan Templeman y la senadora de los Verdes, Janet Rice.
La directora ejecutiva del Consejo Australiano del Tíbet, Zoe Bedford, dijo que la visita era oportuna para garantizar que los abusos contra los derechos humanos siguieran siendo “una parte integral de la conversación” mientras Australia y China renovaban su relación comercial.
En febrero, tres relatores especiales de la ONU dijeron que alrededor de un millón de niños tibetanos estaban “afectados por las políticas del gobierno chino destinadas a asimilar al pueblo tibetano cultural, religiosa y lingüísticamente” a través de un sistema de internados.
Estos expertos de la ONU dijeron que estaban “muy preocupados porque en los últimos años el sistema de escuelas residenciales para niños tibetanos parece actuar como un programa obligatorio a gran escala destinado a asimilar a los tibetanos a la cultura mayoritaria Han, en contra de las normas internacionales de derechos humanos”.
El gobierno chino ha negado repetidamente las acusaciones de abusos contra los derechos humanos, incluso en el Tíbet, y ha dicho que la región “goza de estabilidad social”.
Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, rechazó el informe sobre los internados de febrero, diciendo que algunos expertos de la ONU “respaldaron mentiras y rumores para difamar y desacreditar a China”.
También acusó a algunos países de “politizar e instrumentalizar las cuestiones de derechos humanos” para “reprimir y contener a China”.
Traducción al español por Aloma Sellanes tibetpatrialibre.org