The Statesman | 15 de mayo de 2018
El líder espiritual tibetano, el Dalai Lama dijo que a pesar de vivir en el exilio durante más de 60 años, los tibetanos han tomado la adversidad con calma y la han convertido en una oportunidad para restablecer la identidad.
“En estos 60 años en el exilio, hemos logrado el reconocimiento del espíritu singular, la cultura y la tradición budista del pueblo tibetano. Tíbet, un país desconocido y remoto del mundo, es hoy reconocido mundialmente por su rico patrimonio cultural y su contribución a la ciencia moderna “, dijo al dirigirse a más de 190 delegadas participantes de la Asamblea General de la Asociación de Mujeres Tibetanas.
Dijo que la comunidad científica reconoce al budismo tibetano como una tradición única que puede involucrarse con la ciencia y satisfacer las necesidades científicas. La tradición budista tibetana de miles de años, preservada por el pueblo tibetano, es la clave para lograr la paz mundial.
“Por lo tanto, al aprovechar las enseñanzas potenciales de nuestra cultura y religión, tenemos el potencial de contribuir al bien común de la humanidad y así, estamos en una posición única para servir a los 7000 millones de seres humanos”, dijo.
El Dalai Lama también expresó su convicción sobre la posibilidad de un mundo pacífico con mujeres sosteniendo el manto del amor y la compasión.
“Está científicamente comprobado que las mujeres son innatamente más sensibles, emocionalmente resilientes, compasivas y altruistas”, dijo.
Dijo que espera que las mujeres tibetanas, especialmente las madres, se sientan inspiradas a contribuir de manera importante con la comunidad tibetana defendiendo la práctica del amor y la compasión.
“Como madres, tienen una responsabilidad especial de inculcar el sentido de compasión y amor en sus hijos. Yo amaba mucho a mi madre porque era una mujer muy compasiva. Ni un día la vi con cara de enojo. Pero mi padre no fue tan compasivo” comentó.
Agregó que la compasión debe enseñarse como parte de la educación, desde un ángulo no religioso.-