10 DE MARZO DE 2017
En este día, en 1959, los tibetanos de todo el espectro social se levantaron para organizar un levantamiento desafiante pero también pacífico contra la ocupación ilegal del Tíbet por parte de la República Popular China. Hoy, al conmemorar el quincuagésimo octavo aniversario del Día del Levantamiento Nacional Tibetano, recordamos y rendimos tributo a todos aquellos que han sacrificado sus vidas por la lucha de nuestra nación. Hasta la fecha, se estima que un millón de personas han perecido y que el 98 % de los monasterios fueron destruidos bajo la invasión china.
Aunque hoy es un día para sentirse apenado, hay razones para estar orgulloso y esperanzado. Esperanzados por el hecho de que en este día histórico de 1959, los hombres y mujeres tibetanos de las tres provincias marcharon al unísono, desafiando valientemente la invasión china, elevando las consignas: “El Tíbet pertenece a los tibetanos,” y “Paren de entrometerse en la autoridad de Su Santidad el Dalai Lama,” haciendo conocer así sus aspiraciones.
Desde entonces, los tibetanos del Tíbet han estado en la vanguardia de la lucha por la libertad tibetana para proteger sus derechos políticos, sociales, culturales y medioambientales. A pesar de la creciente represión y la intensificación de las medidas severas, ellos han dejado claro sus aspiraciones genuinas, como se refleja en el caso de las 145 autoinmolaciones que pidieron por la “Libertad para los tibetanos” y el “Retorno de Su Santidad el Dalai Lama al Tíbet.”
La resiliencia del pueblo tibetano y nuestro firme compromiso para caminar por el sendero de la no violencia han ganado el respeto, el apoyo y la solidaridad de los gobiernos y los pueblos de todo el mundo.
En junio del año pasado, el presidente Barack Obama se reunió con Su Santidad el Dalai Lama en la Casa Blanca y le expresó su fuerte apoyo al “Enfoque del Camino Medio” e instó al gobierno chino a entablar un diálogo significativo con los enviados de Su Santidad el Dalai Lama. Aprovecho esta oportunidad para felicitar una vez más al presidente Donald Trump por su elección. Nosotros estamos animados de ver al nuevo secretario de Estado, Rex Tillerson, asegurar que la administración de Trump continuará apoyando la causa tibetana, recibiendo a Su Santidad el Dalai Lama e impulsando el diálogo entre Beijing y los representantes del “gobierno en el Exilio del Tíbet” y/o “el Dalai Lama.”
En diciembre del año pasado, el Parlamente Europeo demostró su preocupación sobre la cuestión del Tíbet al adoptar una resolución urgente sobre el Tíbet, llamando a la reanudación del diálogo con los representantes tibetanos para resolver pacíficamente la cuestión del Tíbet. La resolución urgente condenó la demolición de Larung Gar.
En febrero de este año, en la víspera de la 34ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en un poco común y audaz movimiento, seis expertos independientes de la ONU hicieron pública una declaración conjunta sobre una serie de violaciones a los derechos humanos en el Tíbet particularmente sobre los casos de Larung Gar y Yarchen Gar. En una declaración de tono agudo, los expertos de la ONU expresaron su alarma sobre las violaciones de China a las leyes internacionales de derechos humanos y sobre la represión a gran escala en el Tíbet.
El gobierno chino bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping ha tomado una alarmante posición sobre el Tíbet que afirma que “la seguridad y la estabilidad de China depende de la seguridad y estabilidad del Tíbet,” basada en que los tibetanos deben “renunciar a su seguridad a cambio de ganar armonía.” Tal enfoque estratégico garantiza una represión creciente en el Tíbet.
El artículo 36º de la Constitución china garantiza la “libertad de religión,” pero en la práctica, el Consejo de Estado de China ha revisado las “Regulaciones sobre Asuntos Religiosos” para controlar directamente todos los asuntos religiosos del Tíbet.
Las autoridades chinas han comenzado a demoler el instituto Larung Gar desde el año pasado. Esto resultó en los desalojos forzados de monjes y monjas del instituto para llevar a cabo su plan de reducir los residentes de 10 mil a 5 mil. Los desalojados son obligados a firmar un documento prometiendo no retornar al instituto ni continuar sus prácticas en otros institutos monásticos de sus ciudades natales. De modo similar, cerca de mil monjas fueron desalojadas por la fuerza del instituto Yarchen Gar. La situación es semejante a la de la Revolución Cultural en el Tíbet.
Para los tibetanos y los budistas, este año comenzó con el exitoso otorgamiento de la 34ª iniciación de Kalachakra por parte de Su Santidad el Dalai Lama. Sin embargo, las autoridades chinas calificaron las enseñanzas de Kalachakra de Su Santidad el Dalai Lama en India como “ilegales.” Fueron impuestas restricciones de viaje a los tibetanos del Tíbet para impedirles asistir a dichas enseñanzas. Los que retornaron enfrentaron interrogatorios, se les rompieron o desecharon sus pasaportes, y fueron puestos bajo estricta vigilancia con sus derechos de movimiento restringidos.
Mientras millones de ciudadanos chinos son capaces de viajar libremente por todo el mundo con sus pasaportes, a los tibetanos del Tíbet, incluyendo los miembros del partido comunista se les niega los pasaportes y enfrentan restricciones en sus viajes, incluso aquellos con propósitos médicos o educativos, innecesario mencionar los que tienen propósitos de peregrinación. Un bloguero tibetano del Tíbet escribió: “para un tibetano es más difícil obtener un pasaporte que entrar al paraíso.”
No solamente para viajes al exterior, estrictas medidas restringen los movimientos dentro del Tíbet, desde Kham y Amdo en el Tíbet oriental a la ciudad capital Lhasa, incluso si el propósito es visitar la familia o hacer peregrinaje. Incluso dentro de las provincias, son impuestas severas restricciones sobre los tibetanos nativos como se informó durante el reciente festival de las lámparas de mantequilla del monasterio de Kumbum y la danza anual Cham, en el monasterio de Kirti.
Es un flagrante desprecio hacia los sentimientos tibetanos, una semana antes de la celebración del Año Nuevo Chino, el gobierno regional de la llamada “Región Autónoma Tibetana” hizo obligatorio colocar un millón de retratos de las cuatro generaciones de los líderes del partido comunista en hogares, escuelas y templos.
Le pedimos al gobierno chino que ponga fin a las políticas discriminatorias, expida documentos de viaje para los tibetanos y respete su libertad de movimiento tanto dentro como fuera del Tíbet.
En el frente medioambiental, el aumento de las actividades en minas al aire libre no reguladas en las montañas sagradas de Amchok y Minyak, el año pasado, fue recibido con protestas generalizadas de los tibetanos nativos. De acuerdo con el derecho internacional medioambiental, los nativos, que son los verdaderos administradores de la tierra, deben ser los verdaderos beneficiarios de las actividades mineras. Dada la gravedad del caso, los expertos de la ONU han cuestionado a China sobre los impactos ambientales de las actividades mineras en Amchok.
El arresto y la detención de Tashi Wangchuk, un defensor de los derechos a la educación bilingüe, fue acusado de separatismo y que ahora aguarda la sentencia es un reflejo evidente de la violación de China de su propia Constitución y de la Ley sobre Autonomía Étnica Regional que garantiza a las minorías el derecho de usar y desarrollar el lenguaje hablado y escrito.
Tales horribles violaciones a los derechos humanos han conducido a los tibetanos del Tíbet a recurrir a medidas desesperadas como la autoinmolación para protestar contra las políticas represivas de China. En diciembre del año pasado, Tashi Rabten de 33 años murió en una autoinmolación en protesta. La prima hermana de Tashi Rabten, Tsering Kyi, de 20 años, otra defensora de los derechos de idioma, murió de la misma forma en 2012.
La represión en el Tíbet es enunciada en varios informes internacionales. El informe anual de 2016 de la Comisión Ejecutiva del Congreso de los EE.UU., designó otra vez a China entre los Países de Particular Preocupación (CPC, por sus siglas en inglés). El Informe de Amnistía Internacional 2015/2016 señaló las crecientes restricciones sobre los monasterios tibetanos, por parte del gobierno chino. El informe de 2016 de Freedom House señaló la imposición de las autoridades chinas de “severas limitaciones a la práctica religiosa de los budistas tibetanos, en particular la veneración de Su Santidad el Dalai Lama.” El informe mencionó también las “nuevas medidas impuestas desde noviembre de 2012, entre ellas, el castigo a la asistencia a los autoinmolados, la cancelación de permisos previos a festivales, aumento de las restricciones en las prácticas religiosas privadas, y más proactivamente la manipulación de la doctrina budista tibetana y la selección de los líderes budistas.”
Dada la condena internacional de las políticas chinas en el Tíbet, pedimos una vez más a la dirigencia china que revise sus políticas fracasadas en el Tíbet, para atender los reclamos legítimos de la gente y resolver el problema de larga data del Tíbet. Esto puede ser mejor adhiriendo a la proposición del Enfoque del Camino Medio y reanudando el diálogo con los enviados del Dalai Lama, como reitera el gobierno de los Estados Unidos y el Parlamento Europeo.
En el exilio, la Administración Central Tibetana está poniendo sus mejores esfuerzos para reforzar los fundamentos sociales de la lucha política tibetana. En diciembre de 2016, Su Santidad el Dalai Lama confirió el histórico título de Geshema a 20 monjas tibetanas. Este año, el Kashag dio a conocer la versión revisada de la “Política de Empoderamiento de las Mujeres Tibetanas” y subsecuentemente convocó la primera “Conferencia de Empoderamiento de las Mujeres Tibetanas.” Tales esfuerzos concertados tienen el cometido de llevar a cabo la visión de Su Santidad el Dalai Lama de ver a las mujeres tibetanas contribuyendo al liderazgo pacífico y mundial en el siglo 21. El Kashag ha designado el 12 de marzo de cada año como el “Día de las Mujeres Tibetanas.”
La “Visión Cinco-Cincuenta” del Kashag, diseñada bajo la máxima de Su Santidad de “esperar lo mejor preparándose para lo peor” visualiza resolver el problema del Tíbet en los próximos cinco años a través del Enfoque del Camino Medio, pero al mismo tiempo asegura que la Administración Central Tibetana (CTA, por sus siglas en inglés) sobrevivirá, se fortalecerá y se sostendrá en orden de llevar a cabo la lucha por la libertad tibetana por los próximos cincuenta años.
Mientras el exilio es un modelo exitoso y el movimiento no violento tibetano continúa inspirando a otros movimientos mundiales, todavía existe un grupo radical del propiciador tibetano Dholgyal, el que bajo el atavío de la libertad de expresión y de religión, continua denigrando los logros de Su Santidad el Dalai Lama y desacreditando a la CTA. Ellos se han convertido tristemente en un peón en el juego de poder político del gobierno chino. Mientras condenamos tales viciosas insinuaciones, instamos a enmendar sus vicios, cambiar la trayectoria y caminar el sendero correcto.
Para galvanizar aún más el movimiento mundial tibetano, el Kashag está observando el año 2017 como un año de campaña. El año 2018 marcará los 60 años desde que los primeros tibetanos pusieron un pie en el exilio. Por eso observaremos el 2018 como un año de gratitud para expresar nuestro profundo aprecio a los gobiernos y gente de todo el mundo, en particular de India, por extendernos su decidido apoyo en el último medio siglo.
Agradecemos a National Endowment for Democracy, una organización sin fines de lucro del Congreso de los Estados Unidos, por presentar una citación para reconocer y honrar la institución democrática de la CTA como la concibió Su Santidad el Dalai Lama. También agradecemos a USAID por entregar el certificado de excelencia al sistema Medicare tibetano.
Agradecemos a los gobiernos, líderes, parlamentarios, grupos de apoyo al Tíbet y personas que aman la libertad de todo el mundo, por apoyar la justa causa del Tíbet. Les agradecemos por darnos el ímpetu para seguir adelante, sin importar los indómitos desafíos que se pongan en nuestro camino.
Durante la ceremonia de oración de larga vida en el día final del Kalachakra, Su Santidad reafirmó su compromiso de vivir por más de 100 años. Yo, en nombre de todos los tibetanos, ofrezco nuestra sincera gratitud a Su Santidad el gran 14º Dalai Lama por la maravillosa noticia. Al mismo tiempo, insto a cada tibetano a tomar en cuenta el consejo de Su Santidad y ganar karma colectivo. Mientras nos mantenemos unidos como máximo objetivo, debemos hacer a un lado las filiaciones triviales y regionales.
Finalmente, recemos por la alegre reunión de todos los tibetanos en su tierra natal. Expresamos nuestras fervientes oraciones por la larga vida de nuestro amado líder Su Santidad el Dalai Lama. ¡Puedan todos sus deseos ser satisfechos! ¡Pueda la no violenta causa del Tíbet prevalecer!
Dr. Lobsang Sangay
Sikyong