Sunday Guardian Live | Por Jayadeva Ranade | 28 de enero de 2017
La Asociación Budista de China emitió una directiva llamando a la prevención y limitación de la propagación “ilegal” del budismo tibetano en la provincia de Zhejiang.
Ha habido indicaciones en los últimos meses que dan la pauta de cierto grado de nerviosismo en algunas secciones dentro del liderazgo del Partido Comunista Chino (CCP, por sus siglas en inglés) sobre la desenfrenada difusión del budismo en China. Hay una aparente preocupación adicional sobre la propagación de la influencia del Dalai Lama en otros lugares de China, fuera de los límites de la Región Autónoma Tibetana (TAR, por sus siglas en inglés) lo que lleva a regular de modo más estricto las actividades de los monjes budistas tibetanos.
Ha habido un marcado aumento del número de budistas en China durante los pasados 20 años, con el porcentaje de su población creciendo del 5% a más del 18% para 2015. El aumento siguió a una reducción de los controles sobre la religión por parte de las autoridades comunistas en 2006-07. Los budistas en China se estiman ahora en más de 300 millones. Los fuertes 88 millones del Partido Comunista han sido sensibles al crecimiento de cualquier otra organización no controlada por el Partido, viéndolas como potenciales amenazas a su monopolio en el poder. El Falun Gong, que creció a 100 millones de miembros, fue despiadadamente aniquilado después de una campaña nacional sostenida durante diez años y queda poco rastro de él hoy.
La aprehensión de China de que destacadas personalidades chinas puedan ser influenciadas por el Dalai Lama se volvió evidente cuando, en febrero de 2016, los medios oficiales de China criticaron al actor Hu Jun, a la cantante de Hong Kong Faye Wong y al actor Tony Leung Chiu-wai, también de Hong Kong, por haberse sentado cerca de “dos figuras centrales del grupo del Dalai Lama” durante un evento budista tibetano en India. El periódico pro China en idioma chino de Hong Kong, Ming Pao, citando a Tibet.cn, que se centra en noticias relativas al Tíbet, observó que muchas estrellas occidentales de cine habían sido criticadas por su apoyo al Dalai Lama y que las celebridades chinas deberían haber aprendido la lección. A pesar de estas restricciones, desde 2014, entre 140 y 160 chinos visitaron Dharamsala cada año y muchos buscaron audiencia con el Dalai Lama.
Posiblemente preocupados por la propagación de la influencia del Dalai Lama, la unidad provincial de la oficial Asociación Budista de China (BAC, por sus siglas en inglés) publicó una directiva de seis puntos en noviembre de 2016, llamando a la prevención y limitación de la propagación “ilegal” del budismo tibetano en la provincia china de Zhejiang. Zhejiang es el mayor centro de educación y entrenamiento budista en China y su población budista sobrepasa la de la mayoría de las otras provincias chinas. Dirigiéndose a todas las BAC de la provincia, se habría emitido un aviso “sobre el pedido de la Oficina de Asuntos Religiosos de la Provincia de Zhejiang a implementar completamente la política religiosa básica del PCC y otras leyes y regulaciones sobre los asuntos religiosos, y mejorar la armonía religiosa y la armonía social.” Aunque no aclara estas actividades “ilegales” prohíbe a los monjes que practican el budismo tibetano visitar la provincia de Zhejiang y dar enseñanzas, dirigir rituales, y dirigir otras ceremonias sin la aprobación del gobierno. Se indica que la aprobación es requerida para enseñar los textos y las escrituras budistas o realizar otras actividades relacionadas en centros budistas, asociaciones budistas o universidades budistas de la provincia.
Otras personalidades religiosas budistas que quieran visitar Zhejiang para ceremonias religiosas o para trabajar como instructores religiosos deberán también obtener permiso de las respectivas unidades BAC. Se requiere que ellos también se registren en el Departamento de Asuntos Civiles de Zhejiang. El detallado aviso adicionalmente especifica que las figuras públicas religiosas requieren permiso para organizar o participar en actividades religiosas en lugares donde no son permitidas las actividades religiosas. Reitera que las reuniones religiosas organizadas por el público en general deben ser organizadas en lugares religiosos legalmente registrados o en lugares aprobados por la oficina de asuntos religiosos correspondiente, desde el nivel del condado hacia arriba. Un artículo específico del aviso ordena a todas las asociaciones budistas de la provincia a aconsejar y guiar a los monjes del budismo chino a practicar su fe dentro de la tradición budista china.
De modo interesante, una copia del aviso fue dirigida separadamente a la Asociación Budista del Monte Putuo en Zhejiang, uno de los cuatro lugares sagrados de peregrinaje budista en China e íntimamente identificado con el budismo tibetano. Los budistas creen que el Monte Putuo es hogar de Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión. El XIV Dalai Lama, que es el lider espiritual del budismo tibetano, es considerado la emanación del Buda Avalokiteshvara. El Monte Putuo tiene además un significado adicional porque el IX Panchen Lama lo visitó en 1925, para llevar el budismo tibetano a audiencias chinas y enseñar a miles de monjes budistas chinos y dirigir rituales.
Las recientes enseñanzas de Kalachakra del pasado enero en Bodh Gaya atrajeron como era previsible la atención china. Para impedir que chinos y tibetanos asistieran, las autoridades dejaron de emitir visas desde el último diciembre y restringieron los viajes a Nepal. Se elevó la vigilancia en la TAR para identificar a aquellos que pudieran haber viajado clandestinamente y los teléfonos, Internet y demás han sido monitoreados para impedir la transmisión de dichas enseñanzas. A pesar de estos controles, como en 2014, cerca de mil tibetanos de China y casi otro millar de chinos de diferentes provincias asistieron al Kalachakra este año y muchos de ellos buscaron una audiencia con el Dalai Lama.-
Jayadeva Ranade es ex Secretario Adjunto del Secretaría del Gabinete del Gobierno de India y Presidente del Centro de Análisis y Estrategia sobre China