Tibet.net | 10 de diciembre de 2016
El Kashag de la Administración Central Tibetana y el Parlamento Tibetano en el Exilio llevaron a cabo hoy un servicio de oración conjunta para expresar solidaridad con los monjes y las monjas de Larung Gar y expresaron sus condolencias ante la muerte del último autoinmolado tibetano, Tashi Rabten.
El servicio de oración fue realizado luego de la función oficial para celebrar el 27º aniversario del otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a Su Santidad el Dalai Lama, en el templo de Tsuglagkhang.
En su discurso en el servicio de oración, el Sikyong primero transmitió sus profundas condolencias ante la muerte de Tashi Rabten quien se autoinmoló el pasado 8 de diciembre.
“Orar por todos esos tibetanos que sacrificaron sus vidas por la causa del Tíbet, especialmente por los 145 inmolados incluyendo a Tashi Rabten, es nuestro sagrado deber espiritual. Espero que sus aspiraciones sean cumplidas,” dijo el Sikyong.
También expresó su preocupación sobre la deteriorada situación de la libertad religiosa imperante actualmente dentro del Tíbet.
“Lo que vemos que está pasando dentro del Tíbet, particularmente en el caso de Larung Gar y Yachen Gar es la reminiscencia de amargas experiencias de la Revolución Cultural. Los tres grandes monasterios del Tíbet, Sera, Drepung y Gaden fueron destruidos y el número de monjes recortado de varios miles a solo unos pocos cientos. La actual destrucción de Larung Gar indica que los otros mayores monasterios del Tíbet pueden enfrentar el mismo destino trágico. Tememos que la Revolución Cultural esté reviviendo en el Tíbet,” dijo el Sikyong.
“Ha aparecido un video de monjas vestidas en uniforme militar, cantando canciones en alabanza al partido comunista chino. En otro video, las monjas pueden ser vistas sollozando impotentes al observar la despedida de sus compañeras monjas quienes son empujadas dentro de autobuses y enviadas de vuelta a casa. Estos son insultos a los votos sagrados que estas monjas han hecho para renunciar al mundo del samsara,” dijo y apeló a los ciudadanos chinos para que unan sus esfuerzos a los de los tibetanos para condenar al gobierno chino por violar estos derechos fundamentales.
El Sikyong también pidió al príncipe Zeid, Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, tomar una acción inmediata en este caso y presionar por una visita al Tíbet para evaluar y abordar la apremiante situación en Larung Gar. También apeló al Secretario General electo de la ONU, Antonio Guterres, para hacer de Tíbet una prioridad una vez que asuma el cargo y aborde el tema del Tíbet en sus comentarios inaugurales.
El presidente del Parlamento Tibetano, el Khenpo Sonam Tenphel, expresó su solidaridad y preocupación sobre la destrucción de los monasterios de Larung Gar y Yarchen Gar del este del Tíbet. También se compadeció por la muerte de Tashi Rabten.
“No debemos olvidar nunca los inmensos sacrificios que estos tibetanos han hecho para plantear el problema del Tíbet. La mayoría de estos autoinmolados ha muerto, mientras que la condición del resto permanece crítica o desconocida. Ruego por su bienestar y el cumplimiento de sus aspiraciones,” dijo.
Y agregó: “Larung Gar es un altamente respetado e icónico centro del budismo tibetano y un significativo patrimonio. Es de gran importancia en términos del idioma, la cultura y la religión tibetanas y debe ser atesorado y protegido. La desconsideración de China ante las libertades fundamentales está actualmente demostrada en la destrucción de Larung Gar donde el propio centro religioso y de aprendizaje esta siendo reducido a escombros.”
Agregó que “a veces nuestras oraciones y esfuerzos pueden sentirse como intrascendentes frente al poder de China pero por la pureza de nuestras motivaciones y a través del poder transparente de nuestras oraciones y esfuerzos, la situación dentro de Tíbet un día mejorará y Su Santidad el Dalai Lama será capaz de retornar al Tíbet pronto. Por lo tanto, lo más importante es no renunciar nunca a nuestros esfuerzos.”
El servicio de oración conjunto fue conducido por monjes del Instituto Tibetano de Dialéctica Budista y asistieron al menos, quinientos tibetanos e indios. El servicio concluyó con una conmovedora interpretación de Dentsig Monlam, la oración de la verdad.