VOA News – Asia | Por Adrianna Zhang |17 de noviembre de 2015
WASHINGTON— Legisladores de los Estados Unidos en una visita poco común del Congreso al Tíbet la semana pasada, tuvieron lo que ellos llamaron “acalorados intercambios” con los funcionarios chinos, mientras le pidieron a Beijing renovar el diálogo con el líder espiritual exilado, el Dalai Lama, dijo un participante el martes.
Siete demócratas liderados por la líder de la minoría, Nancy Pelosi, hicieron la primera visita de legisladores estadounidenses al Tíbet desde los disturbios contra el gobierno del 2008. La región ha estado fuera de los límites de la prensa y los diplomáticos.
El representante Jim McGovern dijo que la visita fue un importante gesto del gobierno chino pero que con “demasiada frecuencia” los legisladores estadounidenses escucharon caracterizaciones del Tíbet y del Dalai Lama que reflejan prejuicios.
“Creo que el Dalai Lama es parte de la solución, no del problema, para resolver los temas afrontando la autonomía tibetana,” dijo McGovern.
Pelosi, quien viajó por última vez a China en 2009, dijo que la visita de la delegación al Tíbet siguió a una invitación para “ir y ver por sí misma”, luego de que planteó las preocupaciones del congreso sobre los derechos humanos al presidente chino Xi Jinping, durante una visita a Washington de setiembre.
“Consideré el viaje constructivo, constructor de puentes, y queremos continuar construyendo ese puente a través de la reconciliación y un entendimiento más claro,” dijo Pelosi. También discutieron sobre la ciberseguridad y el cambio climático.
McGovern dijo que la delegación vio lo que los funcionarios chinos querían que ellos vieran del Tíbet, pero que ante la insistencia de Pelosi, visitaron sitios religiosos también.
La visita no fue formalmente anunciada con antelación, pero el Ministerio de Exteriores chino la describió como “un intercambio normal entre los legisladores estadounidenses y chinos.”
El representante Alan Lowenthal dijo que estaban rodeados por un “séquito de seguridad china” desde su arribo a Tíbet.
“Para siete de nosotros deben haber habido 25 o 30 personas de seguridad” dijo. “Nos tomó un tiempo elaborar una relación para decir ‘¡eh! necesitamos algo de espacio. Estamos aquí para aprender, para hablar con la gente. Respetamos que ustedes están aquí, pero deben darnos algo de espacio alrededor,’” agregó.
Ellos no están seguros de los pasos que el gobierno chino está dispuesto a dar para la reconciliación en el Tíbet, pero no sintieron que “la puerta esté totalmente cerrada a algo,” incluyendo la apertura del consulado de EE.UU en la capital regional, Lhasa.
“Algunas discusiones fueron más acaloradas que otras y hubo algunas discusiones que sentí que señalaban una apertura a un diálogo constructivo,” dijo McGovern.
Los miembros de la delegación dijeron que ellos se mantienen preocupados por los derechos humanos y la libertad religiosa. McGovern dijo que se necesita hacer más.
“Uno, permitiendo a los Estados Unidos abrir un consulado en Lhasa, Tíbet. Dos, permitiendo a más miembros del Congreso, a más periodistas, a más parlamentarios de otras naciones, a más gente en general, incluidos los miembros de la comunidad tibetana en los Estados Unidos viajar libremente al Tíbet. Y tercero, renovar el diálogo con el Dalai Lama para resolver los temas de larga data de la autonomía, la práctica religiosa, la cultura y la herencia del Tíbet.”
Mientras las autoridades acusan al Dalai Lama de separatismo, afirmando que él está tratando de separar a China y Tíbet, Pelosi dijo que el Dalai Lama está por la autonomía, la que apoya Estados Unidos. Ella dijo, “nosotros creemos que Tíbet es parte de China.”