The Huffington Post
Por Augusta Thomson
“Si brinda paz al país, incluso una monja se puede convertir en rey” ~ Proverbio tibetano
Delek tiene 45 años. Tiene una cara abierta y definidas líneas de risa. Cuando entramos al laboratorio fotográfico, ella ubica tres sillas una al lado de la otra; una para mi, otra para Tsering, nuestra traductora, y otra para ella. Nos sentamos juntas en una sala de dimensiones moderadas con un monitor de 16 pulgadas y un televisor. “¿Es aquí donde haces tus videos?” le pregunté. Delek asintió. Sentada allí, es fácil olvidar el contexto más amplio, un convento en el Valle de Kangra, en las afueras de Dharamsala, India.
El hogar actual de Delek, el Convento e Instituto Dolma Ling, fue fundado por Rinchen Khando Choegyal, la cuñada de Su Santidad el 14º Dalai Lama. Inaugurado oficialmente en 2005, es el primer instituto dedicado exclusivamente a la educación superior de las monjas tibetanas. Siendo principalmente un sitio de estudios superiores budistas, es también parte de un proyecto más amplio, para empoderar a las mujeres y preservar la cultura tibetana. Las monjas aprenden matemáticas, ciencia, tibetano e inglés. Ellas reciben capacitación en artesanías tradicionales y artes rituales, incluyendo la creación de mandalas de arena y esculturas de manteca. “Creo que es muy importante que ellas reciban una educación moderna, pero solo cuando ellas dominen el idioma tibetano y las prácticas tradicionales” dice Rinchen Khando claramente. “Siempre bromeo con las monjas que esta infraestructura no es para hacer picnics. Está pensada para estudiar”.
Cuando entro a la oficina de Rinchen Khando, ella se sienta en un sofá que da a la ventana. De muchas formas, ella epitomiza la gracia. Cuando le pregunto por qué ella comenzó el proyecto de las monjas, sonríe. “Comenzamos el Proyecto de las Monjas Tibetanas después de los disturbios de 1987 en el Tíbet. Hubo un flujo de monjas hacia India, y ellas no tenían ningún lugar para ir. Muchas de ellas habían sido muy golpeadas, sus espaldas y riñones estaban dañados. Después de caminar por las montañas, sus ojos, dedos de los pies y manos estaban congelados. Entonces puedes imaginarte como era”. Rinchen Khando me mira, “fundé el Proyecto de las Monjas Tibetanas fuera de la Asociación de Mujeres Tibetanas. Le pedí a las filiales de la Asociación que ayudaran a proporcionarles asistencia en salud y lugares donde quedarse. Ese mismo año les escribí a amigos de todo el mundo. Tomó algo de tiempo, pero tenía mucho ánimo. Entonces evalué establecer dos conventos”.
Hoy, el Proyecto de Monjas Tibetanas (TNP, por sus siglas en inglés) incluye ocho conventos en el norte de India. Apoya a más de 700 monjas, proporcionándoles residencia, comida, y atención médica. Cada monja tiene un patrocinante personal quien dona 30 dólares por mes para cubrir sus gastos básicos, sostener el proyecto y asegurar su compromiso con la calidad de la educación. La actual visión de Rinchen Khando de construir un centro de educación para mujeres tibetanas laicas y para mujeres de todo el mundo, pone de relieve su compromiso para conectar Oriente y Occidente a través de becas que establezcan un puente entre los valores tradicionales y los modernos. “Nuestras monjas tienen una mente digital. Ellas tienen lecciones de computación, y tenemos ahora 2 o 3 monjas grabando los debates e informando todo acerca del convento. Sin embargo, siento que ellas necesitan ir despacio. La tecnología es una herramienta maravillosa, pero los usuarios tienen que ser muy maduros, y saber para que la están usando”.
Luego de un rápido almuerzo de momos caseros, me siento en el laboratorio audiovisual con Delek, la responsable principal. Mientras relata otra vez su viaje a India, me siento más impresionada por su humildad más que por cualquier otra cosa. Ella es rápida en minimizar su caminata a la libertad. Delek llegó con alrededor de otras 25 monjas, llevando poco más que una muda de ropa y una bolsa de tsampa, harina de cebada asada. “Cuando miras hacia abajo desde la estación de montaña hacia la planicie y ves las luces parpadear, es la misma experiencia que tuvimos cuando llegamos a Nepal”. Continúa “fuimos afortunadas al cruzar porque nadie murió, y solo un monje se lastimó su cabeza. Nos quedamos en el centro de recepción de Nepal cuatro meses. Entonces nos enviaron a India en un bus. Cuando llegamos esperábamos poder unirnos al monasterio Gaden, un monasterio cerca del centro de recepción de McLeod Ganj, pero allí no había espacio. Rinchen Khando y la Asociación de Mujeres Tibetanas cuidó de nosotras”.
Delek ha estado estudiando en el Dolma Ling desde fines de los 80. Recientemente finalizó un curso de 15 años en filosofía budista tibetana, pero su pasión real es lo audiovisual. Ella estudió edición de video, Adobe Photoshop, y el programa InDesign con un voluntario austríaco, que pasó cierto tiempo en el monasterio capacitándola a ella y a otras monjas. Hoy, la mayoría de los videos y libros son diseñados y producidos por Delek, y ella ha creado más de veinte portadas de libros. “Muchos tibetanos jóvenes tienen una buena educación en nuestra sociedad, pero solo un número limitado de personas tienen este conocimiento. Por lo tanto, hacer videos es una buena capacitación para tener”, explica Delek.
Después de la entrevista, Delek y yo caminamos hasta el patio para una breve toma de fotos. No pude evitar preguntarle sobre el futuro: “¿Qué esperas hacer con todas tus habilidades?” Delek sonríe, “bueno, un día espero retornar al Tíbet para enseñarle a la gente de mi aldea lo que he aprendido. También sueño con trabajar en los medios, crear dibujos animados sobre la paz y las buenas costumbres. Hoy, los dibujos animados solo muestran violencia. Me gustaría crear dibujos animados pacíficos donde los personajes usen trajes tradicionales tibetanos”.
Escuché la visión de Rinchen Khando en las palabras de Delek. Antes de cerrar nuestra entrevista, Rinchen Khando me pidió que pensara sobre el concepto de empoderamiento de las mujeres: “¿Qué significa realmente?” A través de la preservación de la sabia tradición del Tíbet y el animar a las mujeres a progresar a través de la adquisición de conocimientos, ella no solo está empoderando a las mujeres tibetanas, ella les está dando herramientas para que se empoderen ellas mismas. El trabajo y las perspectivas de Delek hablan del poder de esa lente.-