Tibet.net
Por Thubten Samphel
20 de junio de 2014
¿Qué le está pasando a nuestro hombre de Beijing? Zhu Weiqun está en el camino de la guerra otra vez. Sus divagaciones sobre la política del Camino del Medio se están poniendo incluso más frenéticas día a día. Cada vez que está de humor parece que consulta el oráculo del Frente Unido, se le pone la cara azul y escupe fuego y azufre sobre la que es eminentemente una propuesta razonable.
La política del Camino del Medio fue presentada recientemente en un muy atractivo paquete mediático por el Departamento de Información y Relaciones Internacionales de la Administración Central Tibetana. La reacción de Zhu Weiqun a esta innovadora presentación de la propuesta tibetana y a la cobertura internacional de los medios que recibió, es apoplética. El director del Comité de Asuntos Étnicos y Religiosos de la Conferencia Popular Consultiva china, deliberadamente distorsiona la propuesta tibetana para hacerla sonar atroz, ridícula y francamente peligrosa para su audiencia china doméstica.
En su más reciente arrebato, Zhu Weiqun dice que la propuesta tibetana del Memorando sobre Auténtica Autonomía para el Pueblo Tibetano fue rechazada por las autoridades chinas en noviembre de 2008. ¿Por qué él se preocupa tanto por una propuesta que ya ha sido rechazada?
Desmenuzando viejos documentos como el Plan de Paz de Cinco puntos y la Oferta de Estrasburgo, Zhu Weiun hace esta reclamación, “Quinto, exige que los emigrantes chinos Han en Tíbet debieran volver a China según el informe de 1987 del Dalai Lama al Congreso estadounidense. Esto implicaría una expulsión de los 75 millones de chinos de etnia Han. Peor aún, la población expulsada alcanzaría 250 millones si la ambición geográfica del esquema del ‘Gran Tibet’ se llevara a cabo.”
Haciendo esta declaración, Zhu Weiqun divulga deliberada o inadvertidamente, algunos secretos de Estado fatales de China. Para provocar escalofríos en los chinos, la frase favorita de Zhu Weiqun para describir la oferta tibetana de regular la afluencia de la migración china a Tíbet es “la limpieza étnica”. Si las cifras de Zhu Weiqun sobre el número de chinos que viven en Tíbet tienen razón, entonces esto es el completo hundimiento étnico. Como afirmó Zhu, ¿son aproximadamente 75 a 250 millones de pobladores chinos que viven en Tíbet? ¿O es este algún plan del gobierno chino para ubicar esta cantidad de chinos en la meseta tibetana, en el futuro? ¿Será arrear a la meseta un poco menos de un cuarto de la población total de China de 1.3 mil millones, económicamente sustentable y ambientalmente factible?
Lo que qué hace que Zhu esté tan nervioso es esta propuesta. “El Memorando propone que el gobierno local de la región autónoma debería tener la competencia de regular la residencia, asentamiento y empleo o las actividades económicas de las personas que deseen mudarse a las áreas tibetanas desde cualquier lugar. Esta es una característica común de la autonomía y ciertamente no sin precedente en la RPC”.
No se está hablando de la “expulsión” de los chinos étnicos. En cuanto a regular el movimiento de la población de una región a otra, Hong Kong es el mejor ejemplo.
Aumentar los miedos sirve para crear hostilidad étnica. El trabajo de Zhu Weiqun es establecer la armonía inter étnica, no socavarla. Pero sus comentarios sobre la “fusión étnica” o el “crisol de razas” tocan una herida abierta entre las minorías de China. Decirle a las minorías ustedes no son quienes dicen que son, y decirles nosotros el gobierno central decidiremos quienes son ustedes, es peligroso en extremo. En lugar de una fusión étnica, Zhu tendrá una fusión nuclear.-