Tibet.net
DHARAMSALA
12 de noviembre de 2013
Al ser China elegida para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, hoy 12 de noviembre, los Estados miembros de las Naciones Unidas deben mantener el historial de derechos humanos de China en alto nivel de escrutinio.
China aceptó inicialmente la “Universalidad de los Derechos Humanos” en su Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos 2009-2010 y subsecuentemente en su informe nacional para el Examen Periódico Universal que fue celebrado el mes pasado. Además, en el memorando anunciando su candidatura para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, China prometió “más protección de los derechos e intereses de los grupos étnicos minoritarios”.
Sin embargo, China ha fallado en implementar los compromisos pasados en relación a los derechos humanos, con la represión política, económica, y cultural de los tibetanos, convirtiéndose en más evidentes que nunca. Con la última autoinmolación del monje tibetano de 20 años que tuvo lugar en el condado de Pema, en la prefectura de Golog en el nordeste de Tíbet (incorporado a la provincia china de Qinghai) ayer, los tibetanos de dentro de Tíbet están enviando un mensaje inequívoco al mundo sobre la situación en el Tíbet. El número de autoinmolaciones como forma de protesta política han crecido a 122.
La Administración Central Tibetana (CTA, por sus siglas en inglés) está profundamente preocupada por las actuales alarmantes violaciones a los derechos humanos perpetradas por China. China ha fracasado persistentemente en cumplir sus propios compromisos internacionales autoimpuestos.
Como fue referido por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, en noviembre de 2012, las transgresiones a los derechos humanos incluyen:
* La explotación económica del territorio tibetano, incluyendo la transferencia de población de trabajadores chinos en el territorio tibetano;
* Las “campañas de reeducación patriótica” en los monasterios tibetanos, forzando a los miembros de la comunidad monástica a adoptar una lealtad inquebrantable al Partido Comunista y a denunciar a su líder espiritual el Dalai Lama;
* El reasentamiento forzado de los pastores tibetanos sin perspectivas económicas, educacionales y sanitarias.
China también dijo haber “cumplido con sus obligaciones dentro de las convenciones de derechos humanos a las que ha adherido” mientras comprometió su cooperación con el Consejo de Derechos Humanos. Otra vez, estos compromisos están en agudo contraste con la historia del Estado de permanente no cooperación con los mecanismos de derechos humanos, entre ellos:
* Detención arbitraria, maltrato y tortura a los tibetanos detenidos; actos que violan tanto el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos y la Convención contra la Tortura. Hay 988 prisioneros políticos conocidos en el Tíbet, hoy.
* Fracaso en facilitar una visita de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay.
* Rechazo en responder a los 12 pedidos de visitas oficiales a China de un Relator Especial de la ONU sobre varios temas de derechos humanos.
* Rechazo en implementar recomendaciones hechas por el Comité contra la Tortura, el Comité sobre la Eliminación de Todas Formas de Racismo, y por el Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Comida.
En vista de las anteriores preocupaciones, la Administración Central Tibetana insta con firmeza a los Estados miembros de la ONU a hacer responsable a China por sus actuales abusos en derechos humanos y compromisos previos. Y pide a China una actuación de alto nivel en derechos humanos, ahora que se ha convertido en miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.-