Subsecretaria para la Seguridad Civil, la Democracia y los Derechos Humanos y Coordinadora Especial para Asuntos Tibetanos, María Otero
Washington, D.C.
5 de diciembre de 2012
Los Estados Unidos están profundamente preocupados y entristecidos por la continua violencia en las áreas tibetanas de China y el aumento en la frecuencia de las autoinmolaciones por tibetanos. Las autoridades chinas han respondido a estos trágicos incidentes con medidas que estrechan los ya estrictos controles sobre las libertades de religión, expresión, asamblea y asociación de tibetanos. La retórica oficial que denigra el idioma tibetano, al Dalai Lama, y a aquellos que se han autoinmolado ha exacerbado más las tensiones.
Altos funcionarios de los Estados Unidos han plateado directamente la cuestión de las autoinmolaciones tibetanas con sus homólogos del gobierno chino. El gobierno de los Estados Unidos ha instando constantemente al gobierno chino a tratar las políticas en las áreas tibetanas que han creado tensiones. Estas políticas incluyen los controles cada vez más severos del gobierno sobre la práctica religiosa y las instituciones monásticas del budismo tibetano; las prácticas educativas que socavan la preservación del idioma tibetano; la vigilancia intensiva; las detenciones arbitrarias y las desapariciones de tibetanos, incluyendo jóvenes e intelectuales tibetanos y líderes culturales, escalada de restricciones sobre las noticias, prensa y comunicaciones; y uso de la fuerza contra los tibetanos que buscan pacíficamente ejercer sus derechos humanos universales.
Llamamos al gobierno chino a permitir a los tibetanos expresar sus quejas libre, pública y pacíficamente, y sin miedo a la represalia. Esperamos que los trágicos actos de autoinmolación finalicen. Llamamos a los líderes de China a permitir a periodistas, diplomáticos y otros observadores un acceso irrestricto a las áreas tibetanas de China. Llamamos al gobierno chino a comprometerse en un diálogo con el Dalai Lama o sus representantes sin precondiciones.-