The Independent
Por Simon Denyer
31 de octubre de 2012
Mientras el Partido Comunista de China se prepara para la transición de su dirigencia, una ola de autoinmolaciones se ha extendido y acelerado en todo el Tíbet, en las más sostenidas protestas contra el gobierno de Beijing allí, en cinco décadas.
La mayoría de los que se han prendido fuego están alrededor de los veinte años, dijeron los activistas. Los líderes políticos y académicos tibetanos en el exilio describieron las acciones como un rechazo enfático al desarrollo económico y las ganancias materiales que China está ofreciendo al pueblo tibetano y un angustioso llamado por la independencia y el retorno del líder religioso de la región, el Dalai Lama.
“Casi todos ellos nacieron después de la ocupación china del Tíbet y de la Revolución Cultural”, dijo sobre los autores Lobsang Sangay, el líder político del gobierno en el exilio de la comunidad de refugiados en India. “Ellos han crecido en el sistema chino, recibieron educación china. Ellos son los primeros beneficiarios de lo que sea que el gobierno chino les haya dado. Ellos están diciendo ‘esto no es lo que queremos’”.
Solo la semana pasada, siete personas se rociaron con gasolina y se prendieron fuego en el Este del Tíbet, entre ellos dos primos de alrededor de 20 años, quienes pedían por “libertad para el Tíbet” antes de prenderse fuego frente a un edificio del gobierno. Al menos 62 personas se han prendido fuego a sí mismas dentro de Tíbet desde febrero de 2009, menos nueve todas han muerto, dice el grupo Free Tibet.
No es seguro que la última aceleración de las protestas esté programada para enviar una señal al Congreso del Partido Comunista, que se reúne el 8 de noviembre para instalar un nuevo liderazgo en Beijing.
Sin embargo, las protestas parecen haber avergonzado a la dirigencia china, que ha respondido intensificando su represión, dicen los activistas y académicos.
China dice que rescató al pueblo tibetano de una servidumbre medieval bajo el gobierno teocrático del Dalai Lama, cuando se hizo cargo en 1950 y que en los últimos años ha vertido dinero a la región para construir caminos, un ferrocarril de alta velocidad y proyectos tales como la electrificación rural.
Culpa de las autoinmolaciones a los intentos del antiguo régimen de separar el país. “Esto es una vergüenza y debería ser condenado” dijo el vocero del ministerio de Exteriores, Hong Lei, en una conferencia de prensa la semana pasada.
Pero parece que muchos tibetanos ven a los autores como héroes, tratando algunas veces de impedir que la policía china remueva sus cuerpos, dejando bufandas ceremoniales en los lugares de protesta, o pagando tributo a sus familias.
“Los tibetanos están respondiendo a las políticas represivas de China, al ver a sus vecinos, amigos y familiares atacados, hostigados, golpeados y encarcelados” dijo Lhadon Tethong, directora del Instituto de Acción Tíbet. “Las autoinmolaciones son una respuesta a la escalada represiva, a lo que China responde con más represión, y así estamos en este círculo vicioso”.
En los momentos previos A los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008, el Tíbet se vio envuelto en protestas y disturbios que vieron a cientos de muertos y miles de arrestados. Desde entonces, China ha estrechado su control sobre la alta meseta, en lo que muchos tibetanos han descrito como un ataque a su idioma, a su religión y a su cultura.
Las autoinmolaciones se difundieron desde un importante monasterio en la ciudad oriental tibetana de Aba, tomando forma de protesta desde marzo del año pasado. La mayoría de los manifestantes iniciales fueron monjes o ex monjes, pero la mayoría de los más recientes son laicos, entre ellos, granjeros, estudiantes, y un escritor.
Las protestas se extendieron por todo el este del Tíbet e incluso a Lhasa, la principal ciudad de la región, lo que provocó una renovada represión allí, dicen los activistas. Los turistas extranjeros ya están impedidos de visitar el Tíbet, pero ahora los tibetanos de fuera de la ciudad no están habilitados para viajar allí sin un documento de residencia, en un intento por detener futuros incidentes, dicen los activistas.
En otras áreas donde las autoinmolaciones han tenido lugar, el acceso a Internet y los teléfonos han sido cortados, a veces por meses.
Recientemente la policía de una región emitió volantes ofreciendo recompensas de cerca de 8 mil dólares por pistas sobre autoinmolaciones planeadas y más de 30 mil dólares por información sobre las “manos negras” que supuestamente organizaron cuatro de tales actos en el área.
“Las autoridades locales están bajo presión del gobierno central para poner fin a esto”, dijo Elliot Sperling, un experto en Tíbet de la Universidad de Indiana. “Pero esta es una forma de protesta que no necesita una conspiración, solo necesita una persona. Estos volantes me parecen algo desesperados”.
Las protestas se han extendido porque la “táctica está resonando”, dijo Sperling, aunque algunos activistas dijeron que el reciente brote podría estar unido a la inminente reunión del Congreso del Partido Comunista.
“Uno de los hombres que se prendió fuego la semana pasada, llamó a un amigo el día antes y le preguntó cuando tendría lugar el congreso”, dijo Kate Sanders de la Campaña Internacional por el Tíbet en Londres, agregando que él se había quejado de que el gobierno chino no había hecho nada para mejorar las condiciones dentro de Tíbet.
“Esta es la primera evidencia directa que nosotros hemos tenido de que los tibetanos están tomando en consideración esto para autoinmolarse bien cerca del Congreso del Partido”.
Mientras Sangay renueva su pedido a los tibetanos de que no tomen tal “drástica acción”, el Dalai Lama ha tomado una línea más neutral sobre lo que dijo era un “asunto político muy, muy delicado”.
“Ahora, la realidad es que si yo digo algo positivo, entonces los chinos inmediatamente me culpan a mí”, le dijo al diario Hindu de India, en julio. “Si digo algo negativo, entonces los familiares de esas personas se sienten muy tristes. Ellos sacrificaron su propia vida. No es fácil. Por eso no quiero crear algún tipo de impresión de que esto está mal”.
En setiembre, el embajador norteamericano ante China, Gary Locke, hizo una rara visita a Aba, la conflictiva área donde han tenido lugar muchas de las autoinmolaciones, y visitaron monasterios. Él definió a los incidentes como “muy deplorables”.
“Nosotros le imploramos a los chinos que realmente se reúnan con los representantes del pueblo tibetano para tratar y reexaminar algunas de las políticas que han llevado a algunas de las restricciones y a la violencia y a las autoinmolaciones” dijo Locke en un foro online el lunes. “Nosotros creemos muchísimo que debería respetarse la cultura y la religión del pueblo tibetano, así como su idioma”.-