Tibet.net
12 de setiembre de 2012
LONDRES: La Oficina del Tíbet en Londres reunió este lunes a las familias de los británicos que estuvieron en Tíbet antes de 1959, con lazos familiares directos en Tíbet que se remontan a 200 años.
Gran Bretaña tenía una relación especial con el Tíbet antes de la invasión china, con una influencia que no disfrutaba ningún otro país occidental. Esto le importaba al Tíbet, porque la influencia británica a través de los Himalayas era un importante contrapeso a China.
Catorce familiares de los oficiales británicos destinados en Tíbet en las décadas de 1930 y 40 se reunieron en la Casa Tíbet de St John´s Wood, el 10 de setiembre con la misión de discutir ideas para una acción colectiva dada la actual crisis dentro del Tíbet. La reunión incluyó a dos hijos del fallecido Mayor Desmond Palethorpe, quien estaba en Lhasa por el ejército británico en 1946, un pariente de uno de los primeros cartógrafos de Tíbet, y el hijo de Robert Ford, de 89 años, el radio operador y diplomático británico que trabajó en Tíbet a fines de la década de 1940 y que fuera hecho prisionero por los chinos al tiempo de la invasión. Robert Ford fue uno de los pocos occidentales designados por el gobierno del Tíbet, experimentando así la realidad de la independencia tibetana, antes de la invasión china en 1950
Los descendientes de los oficiales británicos se han reunido con Su Santidad el Dalai Lama tres veces durante los pasados años, y Su Santidad se sintió conmovido en su encuentro con ellos en la Abadía de Westminster en junio, durante su visita al Reino Unido.
En la reunión en la Oficina del Tíbet, el grupo discutió una estrategia para futuras acciones y para expresar su preocupación ante la actual situación en el Tíbet. Ellos se centraron en la importancia de la cultura tibetana y la necesidad de diálogo entre el gobierno chino y los tibetanos. Como dijo uno de los familiares: “Nosotros sabemos que un Tíbet soberano tiene una base en los hechos y en la historia, y también sabemos cuánto han sufrido los tibetanos por más de 50 años. Tenemos una conexión ancestral y emotiva, y queremos hablar con una voz colectiva sobre nuestra angustia ante el deterioro de la situación en el Tíbet, y buscar contribuir a una resolución”.-