Por Tenzin Pema, Instituto de Política del Tíbet
21 de marzo de 2012
Siempre he estado profundamente fascinado por los pensamientos altruistas, las palabras y las acciones de mi gurú raíz, Su Santidad el Dalai Lama. Él primero piensa en todos los seres sintientes del mundo a un nivel de igualdad, en términos que todos desean obtener la felicidad y evitar el dolor.
Siendo uno de los siete mil millones de seres humanos en el mundo, él toma la responsabilidad de promover los valores humanos, que están extinguiéndose de manera drástica en este mundo. Siendo un practicante religioso, su contribución en la promoción de la armonía religiosa en todo el mundo no tiene precedentes. Sólo después de eso, él relata los hechos y las aspiraciones del Tíbet y del pueblo tibetano. No le queda ni una sola palabra, ni acciones que mencionar sobre su propia familia.
Él es el mejor admirador de toda la gente; sin distinción de casta, color, credo, género, etc. Sus enseñanzas y sus palabras son las mejores lecciones a todo el mundo, para convertir a nuestra Madre Tierra en un mejor lugar para vivir.
Recientemente, el 9 de marzo, la Sra. Enee Xia, una defensora china de los derechos humanos en Estados Unidos, mencionó en la reunión del personal del Instituto Político del Tíbet, que la traducción de las enseñanzas de Su Santidad el Dalai Lama en todos los idiomas, era esencial para lograr un cambio positivo, y para transformar la mente de las personas y así lograr el mejoramiento de todos. Sus enseñanzas son la mejor solución para el Tíbet y China en particular, y para todo el mundo en general.
El mundo está siendo conducido rápidamente por el brillante e innovador cerebro de los seres humanos, y el siglo 21 está siendo testigo de un avance increíble en la ciencia y la tecnología. Es verdaderamente un hecho inconcebible para una persona común y corriente como yo, el imaginarse el equipo sofisticado que hoy tenemos en este mundo, pero todo está ahora delante de nuestros ojos. Con este desarrollo, en cuestión de minutos y horas, podemos llegar a todo el mundo que queremos; y al mismo tiempo en cuestión de segundos, este hermoso mundo podría convertirse en cenizas.
¿Qué si estamos muy contentos y satisfechos con estos avances? La respuesta genuina y sincera es «no». ¿Por qué la esencia de la felicidad y la alegría está ausente de nuestras vidas? Mi gurú raíz, Su Santidad, volvió a dar la respuesta a esta pregunta el 8 de marzo de 2012 durante la primera ceremonia ritual “Purnima” del Dragón Agua en el templo principal de Tsuglhakhang, en Dharamsala.
“El mundo de hoy carece de amor y compasión, y todo esto es causado por un sistema inadecuado de educación”. ¡Qué gran verdad la que él dijo! La educación moderna produce cerebros brillantes que son la punta de lanza de inventos y descubrimientos increíbles, pero falla en producir corazones cálidos y amables. Esta es la principal causa de la afluencia excesiva de tal atmósfera negativa en este mundo. Como resultado, hemos sido testigos de enormes desastres humanos que traen un dolor interminable y sufrimiento para todos.
Los niños siempre han sido considerados como los constructores de la nación y las futuras semillas del país. Sin embargo, pensemos y analicemos qué tipo de modelos se les muestran y se les enseña en el hogar y la escuela. ¿Qué tipo de semillas estamos sembrando en sus mentes? ¿Estamos alimentando la cabeza y el corazón a la vez? ¿Qué es lo que esperamos de nuestra generación más joven?
El honorable Lobsang Yeshi expresó en su primer discurso en el parlamento el 15 de marzo, que si todas las personas sólo piensan en su vida personal y profesional, que entonces ninguno se quedará por la lucha común del Tíbet y de los tibetanos. Yo apoyo 100% su opinión y preocupación.
Luego de oír esto, me acordé de lo que Khenpo Jigme Phuntsok expresó en sus ‘Estruendosos Secretos a la gente de las tierras nevadas en el siglo 21’ (1996) que “la gente de las tierras de las nieves en el siglo 21 tienen más responsabilidades. Los tibetanos, ya sean monjes y monjas o laicos que tengan poco poder, riqueza, y educación; no debe estar absortos sólo por su propia subsistencia, por lo que de corazón les pido a todos ustedes que piensen de manera profunda y seria sobre la educación tibetana y sobre los estudios tibetanos”.
Muchas de las personas mayores en la familia, alientan a los jóvenes a estudiar mucho para conseguir un buen trabajo en el futuro y ganar un buen salario. Si continúa esta tendencia de fomentar en la generación más joven el ganar más dinero, entonces ¿cómo podemos considerarlos como constructores de la nación? En primer lugar, debemos comprender de manera explícita que la familia es la primera escuela para el niño, y que los padres son sus primeros maestros.
Así que el mejor ejemplo para ser un buen ser humano y un tibetano patriótico, debe ser demostrado por los padres y otros miembros mayores en la familia. Si esto se lleva a cabo por mayoría de la familia que anda en este camino, sólo entonces, podemos decir algo acerca de nuestra causa común con orgullo y compromiso. De lo contrario, son sólo palabras.
Si esperamos lograr algo en el futuro, entonces debemos ser lo suficientemente generosos como para sacrificar cualquier cosa por ello. Hasta ayer, el 17 de marzo 2012, treinta patriotas en el Tíbet llegaron al más alto nivel de sacrificio por nuestra tierra y su gente; y su sacrificio no debe ser en vano. Personalmente, creo que el sentido de patriotismo fue sembrado en su corazón desde el comienzo de su primera escuela de la vida.
Por lo tanto, si tenemos a estas familias a nuestro alrededor, quienes son capaces de cruzar todos los límites para el mejoramiento de nuestra causa común. ¿Por qué no aprender algo de ellos ahora? Empecemos a hacer algo de forma individual. Empecemos a traer un buen cambio en nosotros mismos, por nuestra causa.
Debemos estar listos para contribuir con algo de lo que seamos capaces. Como se ha expresado y debatido en el actual parlamento en el exilio, la gente rica debe ser lo suficientemente generosa como para donar una parte de su riqueza; del mismo modo, la gente educada debe estar preparada para pensar y actuar por nuestra causa común; y la gente que tiene tiempo libre debe estar lista para participar en cada actividad y movimiento por la causa, y así sucesivamente.
Ya es hora que tengamos un cambio dramático en nuestro sistema de educación, de modo que tengamos mejores productos más adelante. Para ser un humano bueno y amable, qué mejor que recibir las enseñanzas de Su Santidad el Dalai Lama. Junto con su biografía, sus enseñanzas deben ser incluidas en nuestro plan de estudios en la escuela; la administración y el personal de las respectivas escuelas deben darles mayor importancia.
En segundo lugar, todo el personal tibetano de las respectivas escuelas, debe ser más patriota y enseñar a los niños tibetanos a convertirse en los constructores reales de la nación del futuro Tíbet. Deben moldear tanto el corazón como el cerebro de los niños para que se conviertan en ciudadanos devotos del futuro del Tíbet, las escuelas deben mostrar más películas basadas en el patriotismo, es necesario invitar a especialistas (de preferencia expertos en la historia tibetana y estudios tibetanos), para que hablen sobre ciertos temas; que se invite a ex presos políticos para que narren sus actos patrióticos, es necesario introducir buenos libros patrióticos, etc.
Además, es muy importante que los estudiantes incrementen su energía en los estudios; y que los profesores den lecciones especiales tomadas de los discursos importantes y artículos escritos por verdaderos simpatizantes del Tíbet y por tibetanos tales como Su Santidad el Dalai Lama, el 10º Panchen Lama, el profesor Samdhong Rinpoche, Khenpo Jigme Phuntsok, el profesor Lobsang Dungkar Thinley, etc.
Por otro lado, los padres y los miembros mayores de la familia deben alentar a los jóvenes, en primer lugar, a convertirse en hijos e hijas del Tíbet. Que se den cuenta que si logran llegar a ser hijos e hijas leales y patrióticos de la nación, entonces, naturalmente, se convertirán en buenos hijos de sus padres. Unámonos todos para lograr un cambio en nuestra lucha, para lograr nuestro gran sueño y convertirnos en un grupo de miembros contributivos a este mundo.
Conclusión: En este punto de inflexión de nuestra lucha, los tibetanos deben ser educados de tal manera que al final, como resultado natural, se conviertan en pensadores, oradores y en trabajadores por la emancipación de nuestra “Tierra y Gente”.
El escritor trabaja en el Instituto de Política del Tíbet, en la Administración Central Tibetana.
(Las opiniones aquí expresadas pertenecen al autor, y no se deberán considerar como puntos de vista y políticas de la Administración Central Tibetana.)
Si a usted le agradó de este artículo, por favor considere el compartirlo.
Traducido al español por Lorena Wong.