AFP | 14 de marzo de 2012
Ban Ki-moon, líder dela ONU, expresó el miércoles preocupación por la salud de los tres tibetanos que, fuera de la sede de las Naciones Unidas realizan una huelga de hambre para poner de relieve la crisis en la región controlada por China.
“El Secretario General afirma el derecho de todas las personas a protestar en paz. Sin embargo, él está preocupado por la salud de los huelguistas de hambre” dijo el vocero de Ban, Martin Nesirky, mientras la protesta entró en la cuarta semana.
Los tres hombres fuera del edificio de las Naciones Unidas en New York, atrajeron creciente atención mientras el oeste de China era golpeado por protestas de tibetanos étnicos en el aniversario de los disturbios de 2008. Un monje se prendió fuego y los estudiantes tomaron las calles, dijeron activistas.
El asistente del Secretario General dela ONU, Ivan Simonovic se encontró con un representante del Congreso de la Juventud Tibetana en Nueva York, el lunes, dijo el vocero dela ONU.
El Congreso ha estado representando a los manifestantes, llamados Dorjee Gyalpo, Shingza Rinpoche y Yeshi Tenzing, quienes están envueltos en mantas en la calle.
Esta protesta comenzó el 22 de febrero para demandar una misión investigadora dela ONUen Tíbet, y presión internacional sobre China para terminar lo que ellos llaman una ley marcial no declarada en Tíbet. Simonovic dijo que “él transmitiría las preocupaciones del grupo al Relator Especial pertinente y al Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Ginebra, en línea con el procedimiento establecido para manejar los asuntos de derechos humanos” dijo el vocero dela ONUen la reunión informativa.
El asistente del Secretario General dela ONUse reunió también el lunes con el embajador adjunto de China ante las Naciones Unidas e informó a la oficina de Ban sobre las conversaciones. Sin embargo, no fueron dados a conocer los detalles de la reunión.
China está extremadamente sensible a la crítica internacional sobre Tíbet, donde ha habido un creciente número de auto-inmolaciones en protesta en los últimos meses.
Muchos tibetanos en China se quejan de represión religiosa, así como de una gradual erosión de su cultura, de la que es culpable el creciente flujo de la mayoría china han a áreas donde ellos viven.
China, que sofocó un levantamiento conducido por el Dalai Lama –actualmente en el exilio- en 1959, dice que los tibetanos llevan ahora mejor vida que nunca gracias a la enorme inversión del gobierno. El gobierno de Beijing acusa a organizaciones extranjeras de buscar la independencia para Tíbet y culpa al Dalai Lama por los disturbios.-