Asia Society
24 de febrero de 2012
A principios de esta semana, un monje tibetano se convirtió en la 22ª segunda persona en el pasado año en cometer autoinmolación, en protesta contra el gobierno chino en Tíbet. Robert Barnett, Director del Programa de Estudios Modernos sobre Tíbet dela Universidad de Columbia, dice que este es un nuevo tipo de protesta política de los tibetanos, una que parece poder convertirse en una actual forma de disenso, si el gobierno chino no cambia algunas de sus propias políticas en la región.
¿Por qué los monjes y monjas están decidiendo usar esta particular forma de protesta contra el gobierno chino?
Las razones por las que ellos han elegido estos métodos de protesta no están exactamente claras. La gente dentro de Tíbet, especialmente en las áreas rurales, alguna vez es capaz de escuchar las noticias en tibetano de fuentes del extranjero comola Vozde América ola Radio Asia Libre, pero probablemente saben poco acerca de la auto-inmolación del tunecino del año pasado, ni que hablar de las autoinmolaciones vietnamitas de hace 50 años. Sin embargo ellos tendrían noticias sobre las manifestaciones que llevaron ala Primavera Árabe, y esto podría haber animado a la gente, en un modo general, a ver la protesta popular como una forma de llevar a cabo un cambio.
Pero ellos deben haber elegido este método de protesta porque en el ciclo previo de disturbios en el Tíbet, en 2008, cuando hubo cerca de 150 manifestaciones callejeras por parte de grupos muy grandes, cerca de 20 de esos incidentes se convirtieron en un espiral de caos y violencia. La violencia había permitido al gobierno chino evitar el tratamiento de las cuestiones subyacentes y quejas de los manifestantes, y la autoinmolación pudo ser vista como una manera de evitar la desventaja de las tradicionales protestas callejeras a gran escala: envía un mensaje al gobierno en un modo que los manifestantes esperan no sea fácil de hacer a un lado porque no daña a otras personas o a la propiedad, y no implica disturbios.
Las protestas piden en general por “libertad” y para que se le permita al Dalai Lama retornar al Tíbet. Ellas parecen haber sido provocadas por un dramático giro en la política en 1994, cuando el Estado chino decidió centrar todo en un ataque sobre el Dalai Lama, forzando a los monjes a denunciarlo con un gran aumento de regulaciones concernientes a los monasterios y la religión. Esta política fue implementada primero enla Región Autónoma Tibetana, que es la mitad occidental de la meseta tibetana alrededor de Lhasa, pero los últimos 10 años esto ha sido gradualmente impuesto, monasterio por monasterio, a través de la mitad este de la meseta, donde vive la mayoría de los tibetanos y donde las actuales protestas están teniendo lugar. Esto incluye programas de reeducación en los monasterios, prohibiciones sobre la adoración al Dalai Lama, la degradación del rol del idioma tibetano en las escuelas, el estímulo de la migración hacia las áreas tibetanas, y otras restricciones. Nadie sabe porqué ellos decidieron ampliar su política hacia las áreas tibetanas del este, ya que ellas hasta entonces habían sido bastante tranquilas y pacíficas desde fines de los 70.
¿Hay alguna tradición en esta particular forma de protesta en la cultura budista?
La prensa china ha estado argumentando que estas protestas violan los principios y las reglas budistas, pero de hecho ellas concuerdan fuertemente con la tradición budista. El suicidio es rechazado en el budismo si se realiza por razones personales, pero el auto-sacrificio por una causa noble es altamente considerado. Hay muchas historias sobre el Buda haciendo esto en vidas anteriores, la más famosa una en la que se sacrifica a sí mismo dando su cuerpo a una tigresa moribunda para que pudiera alimentar a sus crías. Por lo tanto, un acto que es hecho por el bien de la comunidad es considerado noble, y especialmente si es hecho por un miembro del clero.
Es porque estos actos han sido hechos por monjes, monjas y ex monjes, que ha sido tan duro para el gobierno chino desacreditar a los manifestantes; hubiera sido muy distinto si hubiesen estado implicado laicos. El gobierno había tenido un éxito total en desacreditar a cinco chinos que según dijo el gobierno eran adherentes a la secta del Falun Gong, quienes protagonizaron una autoinmolación en masa en Beijing en 2001: el evento fue presentado como prueba de que estas personas habían sido manipuladas y se les había hecho un lavado de cerebro por parte del Falun Gong. Pero a pesar de las tentativas de la prensa china para hacer esto con los monjes y monjas tibetanos, estos esfuerzos han fracasado, en gran medida porque ellos son ampliamente respetados dentro de la comunidad tibetana.
¿Por qué los dos lados no pueden encontrar un terreno común en lo concerniente al gobierno del Tíbet?
Una forma de entender la cuestión Sino-Tibetana es mirar la cuestión de su estatus, en cuanto a si debería ser parte de China, o, si es parte de China, qué grado de autonomía debería tener. Este es un tema que nos remonta al menos 100 años para atrás, a cuando el ejército chino trató de anexar el Tíbet e integrarlo al territorio chino. Es algo que probablemente lleve mucho tiempo en resolver.
Pero hay un segundo tema que es fácil de confundir con el primero, que son las políticas que China ha introducido más recientemente, especialmente la decisión de 1994 de declarar al Dalai Lama como enemigo, y otros temas que fueron impulsados al mismo tiempo, concernientes a la reeducación, el uso del idioma, y el desarrollo económico súper rápido. Además hay temas que están surgiendo ahora, especialmente el relativo a los temas medioambientales, tales como el asentamiento forzado de los nómades y la rampante minería.
Dado que estos factores secundarios no están escritos en piedra y están constantemente tomando nuevas formas, ellos representan un tipo de oportunidad para China, una con la que podría comprometerse con relativa facilidad. Si ellos hicieran eso, generarían algo de alivio y permitirían más tiempo para tratar de resolver los temas primarios concernientes a la autonomía y el estatus. No ha habido ninguna señal hasta ahora de ningún movimiento incluso en estos temas secundarios. China tiene un débil consenso basado en un sistema de liderazgo altamente conservador, que hace muy difícil para los líderes acordar un cambio audaz, concerniente al tema central de la soberanía y el orgullo nacional, por eso cualquier concesión será muy pequeña.
¿Hay un fin a la vista para estas autoinmolaciones?
China se ve a sí misma como habiendo sido consistentemente generosa con los tibetanos, desde al menos principios de los ochenta, porque ha ejecutado grandes programas de subsidios para impulsar el desarrollo de la economía en las áreas tibetanas, y porque ve las protestas como complots del Dalai Lama y otros exilados determinados a “separar” a China creando un Tíbet independiente. Los exilados niegan esto pero al mismo tiempo usan una retórica nacionalista muy fuerte. Por lo tanto, aunque una solución negociada entre los dos liderazgos, nunca puede ser descartada, parece poco probable en el clima actual.
Mientras tanto, los tibetanos del este, cuya ira se ha despertado ahora, están resueltos y con una fuerte voluntad, con una larga y amarga memoria de los muchos ataques de China a sus regiones y monasterios durante el pasado siglo, y ellos están defendiendo sus valores principales. Por lo tanto, las actuales tensiones, no van a desaparecer sin alguna concesión del Partido.
Tal concesión no tendría que ser grande para que la gente decida no suicidarse, los tibetanos, incluso los activistas dentro de Tíbet son sorprendentemente moderados en la mayoría de los casos y generalmente pragmáticos, entonces incluso una pequeña señal del Estado podría tener un impacto significativo.
Por ejemplo, el Partido podría detener la reeducación política y podría detener su campaña de demonización contra el Dalai Lama, políticas que no ha aplicado dentro de China por décadas, y podría regular la migración interna en Tíbet como hace en Hong Kong. Si ellos no hacen eso, estas tensiones crecerán, y si más personas mueren, las cosas podrían ir en un espiral sin control y volverse muy difíciles de resolver en cualquier forma significativa.
Se informó que en la última autoinmolación, unas mil personas rodearon el cuerpo para protegerlo de la policía. ¿Por qué hicieron eso?
En la cultura tibetana, cuando alguien muere, tú tocas el cuerpo lo menos posible después de la muerte. En cambio, las ceremonias especiales y los rituales son llevados a cabo en la esperanza de que la conciencia sea calmada, llevando a una mejor oportunidad o a un más beneficioso renacimiento. Pero como en cualquier religión, hay muchos niveles de explicación. Por ejemplo, en general hay una visión de que es importante disponer del cuerpo en una manera apropiada, tal como para alimentar a los pájaros o peces, ya que es un tipo de generosidad, en lugar del método secular de cremación usado por el Estado chino. En este caso, estas autoinmolaciones son claramente vistas por la comunidad local, no como un suicidio de un individuo desesperado sino como un acto de dedicación para el beneficio de los otros, por lo tanto la gente local desearía mostrar respeto a la persona muerta asegurando los rituales apropiados que son llevados a cabo por el clero. Por lo tanto hay muchos factores aquí, además de las objeciones obvias a la confiscación por parte de la policía del cuerpo de una persona muerta.-