En una declaración publicada por la subsecretaria estadounidense para la Seguridad Civil, la Democracia y los Derechos Humanos y Coordinadora Especial para Asuntos Tibetanos, María Otero, la administración de los Estados Unidos expresó seria preocupación por las crecientes tensiones en las áreas tibetanas e instó a las autoridades chinas a ejercer moderación, al tiempo que pidió “permitir el acceso a las áreas tibetanas de China a periodistas, diplomáticos y otros observadores”. La declaración también llamó al gobierno chino “a reanudar un diálogo sustantivo orientado a los resultados con el Dalai Lama o sus representantes, para tratar las subyacentes quejas de la población tibetana de China”.
El texto completo de la declaración de la subsecretaria María Otero es el siguiente:
WashingtonDC
Subsecretaria parala Seguridad Civil, la Democraciay los Derechos Humanos y Coordinadora Especial de los Estados Unidos para los Asuntos Tibetanos, María Otero
24 de enero de 2012
Como Coordinadora Especial de los Estados Unidos para los Asuntos Tibetanos, estoy muy seriamente preocupada por los reportes de violencia y crecientes tensiones en las áreas tibetanas de China, incluyendo informes de fuerzas de seguridad abriendo fuego contra los manifestantes en la provincia de Sichuan, matando a algunos e hiriendo a otros.
Estos informes siguen a la auto-inmolación de cuatro tibetanos a principios de este mes, llevando el número de auto-inmolaciones de tibetanos informadas a 16 – la mayoría monjes y ex monjes y dos monjas- desde marzo de 2011.
El gobierno de los Estados Unidos constante y directamente ha planteado el asunto de las auto-inmolaciones al gobierno chino. El gobierno de Estados Unidos repetidamente ha instado al gobierno chino a tratar las contraproducentes políticas en las áreas tibetanas, que han creado tensiones y que han amenazado la bien diferenciada identidad religiosa, cultural y lingüística del pueblo tibetano.
Como he anotado previamente, estas políticas incluyen la expansión dramática de los controles del gobierno chino sobre la vida y la práctica religiosa; las campañas de “educación patriótica” en curso dentro de los monasterios que requieren que los monjes denuncien al Dalai Lama; el permanente emplazamiento de oficiales chinos en los monasterios; la vigilancia intensiva cada vez más creciente; las detenciones arbitrarias y las desapariciones de tibetanos; y las restricciones y/o las encarcelaciones de algunos de los familiares y amigos de los auto-inmolados. Durante el pasado año, los oficiales de seguridad y judiciales del gobierno chino también han detenido y encarcelado a escritores, artistas, intelectuales, y activistas culturales tibetanos que criticaron las políticas del gobierno chino.
Hacemos un llamado al gobierno chino a salvaguardar los derechos humanos universales de todos los ciudadanos de China. Instamos a las fuerzas de seguridad chinas a ejercer moderación, y renovamos nuestro pedido de permitir el acceso a las áreas tibetanas de China a los periodistas, diplomáticos y otros observadores. Hacemos un llamado al gobierno chino a reanudar un diálogo sustantivo orientado a los resultados, con el Dalai Lama o sus representantes para tratar las quejas subyacentes de la población tibetana de China.-